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Premier League

La madurez de Kevin de Bruyne

“Messi se sienta solo y en su mesa no se permite a nadie más. Pero en la mesa de al lado, está Kevin De Bruyne”. Pep Guardiola. El técnico de Sampedor elogió al belga y admitió que es uno de los mejores futbolistas a los que ha entrenado. Después de la exhibición que el mediocampista del Manchester City brindó a todos los asistentes al Etihad en el choque ante el Bournemouth.

Brilló en su país natal, en las filas del KRC Genk, hasta tal punto que el Chelsea lo fichó con 21 años y lo cedió al Werder Bremen para que se hiciera un hombre. Su temporada en la Bundesliga convenció a los dirigentes blues y le llegó su oportunidad de triunfar en una gran liga europea. Sus inicios en Stamford Bridge fueron esperanzadores. Aficionados y prensa demandaban más minutos pese a su juventud pero las variantes parecían no satisfacer a su jefe, José Mourinho. Cada entrenamiento donde el destacaba era un problema, cada alineación era un problema y ‘The Special One’ cortó por lo sano.

En una rueda de prensa previa a un partido de Champions ante el Steaua en 2013 donde no cesaban las preguntas sobre De Bruyne. “Solo preguntáis por los no convocados”, clamó José. Una anécdota similar a aquella que vivió en Madrid con Pedro León y cuyo final fue similar. Mourinho se deshizo de Kevin en el mercado de invierno de 2014 lo más pronto que pudo. Nadie comprendía cómo podía deshacerse de un talento tan precoz pero la confianza de Abramovich en Mourinho todavía era ciega.

Una temporada y media duró en Wolfsburgo. El Manchester City se rascó la cartera y el jeque Sulaiman Al-Fahim reunió la calderilla necesaria para comprar a Kevin. 75 millones de euros de nada. Directo al TOP 10 de fichajes más caros de la historia. A sus 24 años le llegaba una segunda oportunidad para demostrar que podía triunfar en la Premier League y que Mourinho no tenía razón. Eso declaró en abril de este año el propio jugador, sentía que ya había demostrado que Mourinho no tenía razón.

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Pero no se quedó ahí. Cuando el Manchester United confirmó que José Mourinho sería su entrenador y se publicó el calendario, De Bruyne marcó en rojo la fecha del primer derbi de Manchester. La Vendetta de Kevin de Bruyne fue real y su exhibición en Old Trafford, feudo de Mou, le dio la victoria al Manchester City. Un jugador que él mismo rechazó y que de no haber sido por él seguramente no vestiría la camiseta del City le dio la victoria al máximo rival de Mourinho, Guardiola, y al máximo rival del Manchester United.

Su año de rookie en el Manchster City dejó buenos números; 40 partidos, 16 goles y 14 asistencias, pero gracias a la llegada de Pep Guardiola tiene ante sí la oportunidad de demostrar que tiene permiso para comer en la mesa contigua a la de Leo Messi, que todos sabemos que es individual. Por el estilo de juego e intención de dominar los partidos de Pep, De Bruyne podrá entrar muchas más veces en contacto con la pelota en zonas donde su influencia será mayor y su intervención letal. Además, el partido ante el Bournemouth reflejó que está capacitado para lideran el ataque citizen en ausencia de Silva y Agüero. Se siente líder, y lo es. Se sabe especial.

La madurez en su juego, la capacidad de liderazgo adquirida, la confianza que Pep ha depositado en él, la inmensa calidad que atesora el belga en sus piernas, su nueva posición más cerca del área, donde se deciden los partidos, en el centro y liberado de tareas defensivas que años atrás tenía que ocuparse y facilitaban su fatiga y consiguiente intermitencia, Kevin de Bruyne está preparado para asaltar el trono de Leo Messi. Dentro de varios años, claro está. El argentino y Cristiano Ronaldo son inalcanzables pero pertenecen a otra generación. La lista de aspirantes a mejor futbolista del mundo cuando las dos máquinas -y otras tantas como Luis Suárez o el propio Agüero que rondan la treintena- se encuentren en su ocaso cuenta con el nombre de Kevin. Junto a los Neymar, Dybala, Griezmann o Bale, por ejemplo. Su hype ya ha superado al de su compatriota Eden Hazard en su día. Pero al ’10’ del Chelsea nunca lo entrenó Guardiola.

1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.

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