Fernando Torres cumple hoy 40 años. Sí, ‘El Niño’ ya no es tan niño. Aquel chaval pecoso que ilusionó a todo un país ha dado paso a un hombre fornido que te carga el móvil si te da la mano.
El ‘peak’ de Fernando Torres [2006-2010] siempre será sinónimo de gloria y de una época dorada que ya se nos fue. Rafa Nadal, Pau Gasol y Fernando Alonso arrasando, las Total 90, mechas osadas, Melendi liándola en aviones comerciales, peinados valientes y El Canto del Loco. No te digo que me lo superes, solo iguálamelo.
Igual de pobres pero más felices. Feos pero honrados. Los partidos de la Premier League eran retransmitidos por La2 y narrados por José Manuel Díaz. Toda España era del Liverpool y nadie se quejaba del partido ofrecido. Era como las lentejas: si te gustan bien y si no las dejas.
Su golazo a Ucrania en el Mundial 2006 tras la ruleta mágica de Carles Puyol aún se recuerda con nostalgia. El fútbol se comentaba en blogs y la Don Balón no había cerrado, Twitter llegaba a España con cautela y de Instagram no había noticias. Dábamos más besos y menos likes. Reíamos más y nos quejábamos menos. Otro rollo. Otra generación.
Ese rubio era un diablo. Carisma en vena. Tras coquetear en el Vicente Calderón y seducir a La Liga, se nos fue a Liverpool. De Fuenlabrada al mundo. Niño mimado por ‘The Kop’, se ganó el corazón de Anfield y marcó el camino a más de 50 futbolistas españoles que llegaron tras él a Inglaterra. Pocos dieron tanta alegría y excelencia como ‘The Kid’.
Su gol en 2008 en la final de la EURO abrió una puerta de gloria y esplendor sin parangón en nuestro fútbol. 16 años después, Jens Lehmann aún la busca y Philipp Lahm sigue llegando tarde. A Luis Aragonés le gusta esto. Torres fue luz entre sombras. Chispeante, huracanado y letal, Fernando cabalgaba con una apariencia de modernidad que lo convertían en icono. No era un delantero más, era el corcel del gol. Éramos felices y no lo sabíamos. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Ya lo cantaba Dani Martín: “ya nada volverá a ser como antes”.
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