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Fórmula 1

Día de la marmota en Honda

Honda está pasando por horas muy bajas desde que regresara a
la parrilla de la Fórmula 1 en la temporada 2015. Ha vivido tres pésimos años
con McLaren, en los que prometieron tener un proyecto ganador y no consiguieron
más que un mísero puñado de puntos. Su escaso rendimiento, unido a una nula
fiabilidad, hicieron que los de Woking decidieran romper con un proyecto en el
que no se veía ni un solo destello de luz en un largo túnel de penurias. Tras
esta ruptura, los japoneses esperaban que en 2018 hubiera un cambio en su
dinámica, una brisa fresca y renovadora que les hiciera recobrar la esperanza a
través de resultados.

Todo parecía ir sobre raíles cuando en pretemporada no aparentaron
tener ni un solo problema de fiabilidad. Rodaron todos los días un buen número
de vueltas, siendo el tercer equipo con más kilometraje acumulado a lo largo de
los ocho días de tests. Bien es cierto que reconocieron que durante la primera
semana de entrenamientos libres montaron un motor nuevo cada día, pero esto no
es un motivo de peso como para pensar que tenían graves problemas de
fiabilidad. Simplemente lo hacían para asegurarse el máximo número de
kilómetros.

Una vez finalizada la pretemporada, las sensaciones que
transmitían eran muy buenas. Tras tres inviernos llenos de problemas con
McLaren, los japoneses habían conseguido completar una muy buena pretemporada
en cuanto a fiabilidad con Toro Rosso, marcando incluso hasta algunos buenos
tiempos.

Pero cuando llegó la primera prueba de verdad, el Gran
Premio de Australia, Honda empezó a mostrar sus carencias. Durante los
entrenos, los dos Toro Rosso lucharon por las últimas posiciones de parrilla,
evidenciando que la potencia que suministra el motor japonés sigue siendo muy
escasa. En clasificación, no lograron pasar de Q1. Esto podría hasta entrar en
los planes de Honda, pero lo que seguramente no esperaban, o al menos querían
evitarlo como fuera, era romper un motor en la primera carrera del año. Sus
esperanzas cayeron en saco roto cuando Pierre Gasly tuvo que abandonar por
problemas en el MGU-H. Este fallo en la unidad de potencia ha traído
consecuencias bastante graves para Honda, ya que se han visto obligados a
reemplazar el motor de combustión interna (ICE), turbo y MGU-H del francés. En
el monoplaza de su compañero, tras encontrar los problemas y solucionarlos, han
decidido cambiar el turbo y MGU-H por precaución.

Tener que cambiar prácticamente la mitad de los dos motores
en la segunda carrera del año es un duro palo para Honda. Este año los
componentes deben durar siete fines de semana y algunos no les han durado ni
uno. Toda su esperanzadora pretemporada se ha ido al traste con los resultados
del Gran Premio de Australia. Esto no ha hecho más que empezar, pero no hay
ningún hecho que dé a pensar que los japoneses van a conseguir levantar el
vuelo. Desde sus primeros fallos en 2015, parece que viven en un contínuo día
de la marmota.

Fórmula 1 | “En la vida hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creer que uno es el mejor”, Juan Manuel Fangio | Fui editor en The Best F1, me puedes leer en Twitter en @F1_Directo

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