La Fórmula 1 regresó a las calles del Principado de Mónaco para la disputa del séptimo Gran Premio de la temporada. En clasificación, volvimos a tener el habitual caso de bandera roja durante el intento más importante de todos. El domingo, la lluvia lo cambió todo. Por desgracia, como viene siendo habitual, dirección de carrera nos privó de un bonito espectáculo bajo el agua. Analizo el fin de semana en cinco claves.
Basta de ridículos
Dirección de carrera ve algunas gotas de lluvia y entra en pánico. Parece que hiperventilan y se les viene el mundo encima. Lo vivido en Mónaco fue una vergüenza. Un bochorno en toda regla. A la hora de la salida comenzó a llover de forma leve, todo dentro de lo normal, pero no para la FIA. Son como la madre primeriza sobreprotectora de su hijo. No quiere ni que le roce el viento. Pues igual para dirección de carrera cuando comienzan a caer unas pocas de lluvia.
Señores encargados de dirigir este espectáculo: venimos a ver carreras de coches. No vengáis con milongas de que era imposible pilotar. A las 15:00 h, hora a la que debió comenzar la carrera, apenas había agua en el circuito. Cuando la situación se puso complicada por la lluvia fue a las 15:20 h. Hora a la que precisamente decidieron comenzar el paripé de dar varias vueltas detrás del coche de seguridad.
Tras suspender la carrera porque los grandes iluminados decidieron salir cuando peor estaba la pista, estuvimos más de media hora esperando volver a ver actividad en el circuito. Si hubiera habido un diluvio se habría entendido, pero es que pasamos más de 20 minutos viendo como apenas llovía y en la FIA nadie movía un dedo.
Déjense de milongas de colocar casi 30 Grandes Premios al año, que si marketing por allí y marketing por allá y céntrense primero en lo importante. Diseñen coches con los que se pueda pilotar en agua y no entren en pánico cada vez que ven un par de gotas. Si escuchan a los aficionados, cosa que dicen que hacen, sabrán que una de las cosas que más quieren son carreras en agua. Pues bien, trabajen para que cuando haya lluvia haya carrera.
Sainz: ¿Punto de inflexión?
Llevo varios Grandes Premios diciendo que el punto de inflexión de Sainz debe llegar pronto para no descolgarse de la lucha por el campeonato. Es posible que haya llegado en Mónaco. Leyó la carrera mejor que su muro de estrategia y supo ver que lo mejor era pasar directamente de neumático de lluvia extrema a seco. Le habría salido la jugada de no ser porque Latifi no quería ser doblado tras la parada de Sainz y porque el ritmo de Pérez fue sencillamente espectacular.
En el podio Sainz se mostraba descontento. Sigue teniendo entre ceja y ceja la victoria. Es bueno que piense en ella, pero no debe perder la cabeza con ello. Si se obsesiona demasiado, puede llegar a ser contraproducente. El ansia de ganar siempre es buena para un piloto, pero si ve que no lo consigue, puede entrar en una dinámica del quiero y no puedo. Eso sí, pasito adelante tras unos Grandes Premios malos. A seguir así.
Leclerc está gafado en su casa
Segunda pole del monegasco que no puede convertir en victoria. El año pasado ni pudo tomar la salida. En este, Red Bull le ganó claramente la partida a Leclerc e hizo que finalmente no llegara a pisar el podio.
Leclerc parece que está gafado en su casa. En sus dos primeras participaciones abandonó. El año pasado no pudo participar por un error de novato de Ferrari en la reparación de su monoplaza y este año cae al cuarto puesto tras salir en la pole en un circuito en el que es imposible adelantar con estos monoplazas. Tendrá más oportunidades de triunfar en su casa, pero tiene que ser ya desesperante para él.
Pérez se reivindica
Fin de semana fantástico del piloto mexicano. Estuvo durante todas las sesiones por delante de su compañero de equipo y sacó a relucir toda su fortaleza tras venir de un Gran Premio donde su equipo le pidió que dejara pasar a Verstappen.
Gracias a su fantástico ritmo de carrera consiguió ganarle la partida a Sainz a pesar de ir a dos paradas por la una que hizo el español. Una vez colocado en primera posición y tranquilizada la carrera tras la incertidumbre, la victoria siempre fue para él. Sufrió con los neumáticos al final, pero en Mónaco es casi imposible ser adelantado.
Tras siete carreras está tan solo 15 puntos por debajo de Max en la tabla. De puertas para afuera se ve como claro segundo piloto, pero si sigue a este nivel presentará su candidatura a optar al título por méritos propios. Gran fin de semana de ‘Checo’ para reivindicarse. Más aún tras lo vivido en España.
Hay que solucionar las banderas rojas
Esta polémica estuvo muy presente durante algunos Grandes Premios de 2021 y ahora vuelve a salir. Se debe hacer algo con el tema de las banderas rojas en los instantes claves de la sesión de clasificación.
La lógica es bien sencilla. En Q3 da tiempo a dos intentos. Si en el primero de ellos has conseguido un buen tiempo, se puede arriesgar en el segundo e incluso jugarte el accidente. Da igual, el tiempo lo tienes y si tienes un accidente ninguno de tus rivales podrá mejorar pues se parará la sesión y no habrá tiempo.
La Fórmula 1, obviamente, está hecha para los pícaros, pero se le debe poner freno a esto de alguna forma. No digo que sea intencionado, pero si con tu error fastidias a todos los demás menos a ti, algo habrá que hacer.
Una buena solución sería eliminar la vuelta del causante de la bandera roja. Dicho de otro modo, si causas bandera roja, automáticamente pasas a ser el último de esa sesión. Dar un intento extra a todos los demás es complicado por el tema del suministro de neumáticos.
Notas
Mercedes (7): Hamilton (7), Russell (9)
Red Bull (9): Versatappen (8), Pérez (10)
Ferrari (7): Leclerc (8), Sainz (9)
McLaren (7): Ricciardo (3), Norris (9)
Alpine (7): Alonso (8), Ocon (7)
Alpha Tauri (6): Gasly (6), Tsunoda (6)
Aston Martin (6): Vettel (8), Stroll (5)
Williams (4): Latifi (4), Albon (4)
Alfa Romeo (7): Bottas (7), Zhou (6)
Haas (5): Magnussen (5), Schumacher (4)
Imagen de cabecera: Galería Red Bull
