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Fórmula 1

No podía suceder otro final

Sigo atónito, sin palabras ante el final de campeonato que hemos vivido. Esta temporada ha sido una completa locura, una montaña rusa de emociones. Llevábamos muchos años ansiando una temporada como esta. En las campañas anteriores hemos tenido algunas muy buenas carreras, pero lo de este año ha sido otro nivel. Emoción y disputa desde el primer minuto hasta el último. Esto ha sido gracias al fantástico nivel de Max Verstappen y Lewis Hamilton y sus respectivos equipos.

Los amantes de este deporte hemos podido disfrutar de lo que llevábamos ansiando desde 2012: un mundial disputado hasta la última carrera entre distintos equipos. Y vaya mundial. Sigo sin creerme que el mundial terminara como terminó, aunque tras pensar en la temporada que hemos tenido llego a la conclusión de que no podía existir otro final.

Max Verstappen ha firmado un fantástico año. Seguramente en cualquier otra temporada habría ganado el campeonato con mucha más holgura, pero enfrente tenía a los heptacampeones de pilotos y equipos. He disfrutado cada lucha, cada cuerpo a cuerpo. Yo me salgo del guion del buenismo y afirmo a boca llena que he disfrutado con cada polémica. Esto es parte de la esencia de este campeonato y me ha encantado como ambos contendientes han sacado todas sus armas para ganar el título. Para mí, ha sido una guerra de tierra quemada que ha hecho que los aspirantes den hasta la última gota que tenían. Han llevado a su rival a dar todo lo que tenía y ha sido fabuloso.

Digo más, uno de los pluses que ha tenido este año ha sido el factor emocional. El ver cómo los dos equipos han sacado toda la rabia y el ansia por ganar que tenían dentro para poder lograr el título. Esta temporada el bienquedismo ha quedado de lado para sacar la verdadera persona que los aspirantes tenían dentro. Han desaparecido las caretas. Esto le ha dado a la categoría un extra que necesitaba. Ha dejado de mostrar personas-máquinas y ha sacado el lado más real de cada uno. Este hecho ha enganchado a mucha gente a seguir el campeonato. No me cabe la menor duda.

Si has leído alguno de mis últimos artículos, habrás podido intuir que quería que el título fuera para Max Verstappen. Creo que ha realizado una magnífica temporada y que era justo que el título se decantara para él. Además, creo que era bueno para la categoría tener un nuevo campeón. Lo que nunca habría imaginado es que fuera así.

Lewis Hamilton ganó su primer campeonato en la loca última vuelta de Brasil 2008 y Max Verstappen lo ha ganado de una forma similar. Cuando todo estaba perdido, cuando no había opciones, cuando iba a caer derrotado, apareció el milagro.

El final de temporada ha sido perfecto. Los dos pilotos llegaron empatados a puntos a la última cita y el mundial se ha decidido en una vuelta, la última, a todo o nada. Obviamente, con polémica, no podía ser menos. Afortunadamente, los despachos no ensuciaron un título que se ganó en la pista.

He de reconocer que, a pesar de que he disfrutado con cada carrera, estaba un poco agotado ante este año tan largo y necesitaba que terminase para descansar. Ahora que ha acabado pienso totalmente lo contrario. Necesito ver el siguiente capítulo de esta historia. Necesito seguir viendo Fórmula 1. Al fin y al cabo, esto es parte de la esencia del veneno que nos tiene enganchados a este deporte.

Para finalizar, quiero destacar la lección que me recordó ayer la carrera. Cuando parezca que ya no hay escapatoria, que todo está acabado, que te están pisoteando y no hay ninguna solución posible, no dejes de creer. Nunca. Este título de Don Max Emilian Verstappen es una prueba clara de ello.

Imagen de cabecera: Red Bull Racing

Fórmula 1 | “En la vida hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creer que uno es el mejor”, Juan Manuel Fangio | Fui editor en The Best F1, me puedes leer en Twitter en @F1_Directo

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