Síguenos de cerca

Entrevistas

Lluís Cortés: “Cuando lo vives en primera persona es un bofetón de realidad”

Ojalá no tuviéramos que hablar sobre las malditas guerras. Que no ocurrieran en ningún lugar. Que no dejaran esos relatos desoladores de miles y miles de personas que la sufren y se ven obligadas a cambiar su vida de un día para otro. Lluís Cortés, entrenador de la Selección femenina de Ucrania, se encontraba en Kiev cuando estalló el conflicto. Un regreso a casa de 4 días y con una travesía para salir del país de más de 50 horas, que reúne el recuerdo de todas esas personas que se cruzaron en su camino. Una vez en Balaguer, el técnico catalán se ha volcado en la ayuda humanitaria y en facilitar todo el apoyo posible a sus jugadoras. Nos atendió en nuestro canal de Twitch para hablar de ello. El fútbol, lamentablemente, quedó en un segundo plano.

Cómo te cambia esto en lo personal. ¿Ha cambiado tu forma de pensar?

Es un aprendizaje. Muchas veces lo hemos visto en películas, pero esto lo veías muy lejos. Muy improbable que sucediera hoy en día, pero está sucediendo y muy cerca. Para mí y para Jordi era una situación relativamente cómoda. En cuanto a que íbamos en furgoneta, luego cogíamos un tren, salíamos del país y, una vez salíamos, pasábamos a recuperar todo. Pero mucha de esa gente que salía lo hacía sabiendo que pasaban a perderlo todo. Cuando lo vives en primera persona es un bofetón de realidad. Le estamos dando importancia y priorizando muchas cosas en nuestras vidas que realmente no tienen ninguna importancia, ningún valor o que lo tienen muy poco. A veces estamos malacostumbrados en nuestra sociedad a tenerlo todo y a priorizar cosas que quizá no tienen el valor que le estamos dando.

Después de esto, ¿eres otro entrenador?

Seguramente. Todo esto te cambia. Cuando me encuentre en según qué situaciones estoy convencido de que me las voy a tomar de forma distinta. Lo que sí está claro es que hoy soy diferente entrenador porque no estoy haciendo de entrenador. Realmente el fútbol es lo que menos me preocupa o en lo que menos estoy invirtiendo tiempo. Simplemente en lo que estoy ayudando ahora es: a mi jugadoras; a seguir vivas y a buscarles opciones de futuro para tener unas condiciones dignas. Jugadoras que hace dos meses estaban jugando la Champions League contra el PSG o el Real Madrid, con todas las comodidades de una jugadora profesional. Como entrenador ahora mismo he cambiado seguro y estoy convencido de que en un futuro en todo lo que se me plantee me voy a adaptar de forma distinta.

¿Cómo empezó todo esto para vosotros? ¿Cómo se gestiona el miedo en una situación extrema como la que habéis vivido?

Todo empieza el jueves 24 a las siete de la mañana cuando me llama Jordi diciendo que se ha despertado con tres bombas y que ya tenemos la guerra aquí. Su hermana, que trabaja en la radio, nos mandó un mensaje informándonos de que había una invasión, de los bombardeos, de las entradas de tanques y de que tuviéramos cuidado. Desde entonces, nos pusimos en marcha para salir del país lo antes posible. Hablamos con la Federación y con la Embajada y ésta nos dijo que permaneciéramos en el hotel y que estaban valorando la situación. Pero nosotros percibíamos que cada minuto que tardábamos en salir era más riesgo añadido en nuestra situación. Teniendo en cuenta que nosotros no teníamos allí nada más que el trabajo. La Federación nos puso una furgoneta y esperándola desayunamos bien porque no sabíamos cuándo volveríamos a comer. Tardamos 20 horas para llegar hasta Lviv, que era la ciudad que se consideraba más segura. La salida de Kiev fue caótica; viendo gente andando por el arcén, tanques que se preparaban para defender, escuchando aviones que te pasaban por encima. Situaciones a las que no estamos acostumbrados y que vemos en las películas.  En Lviv dormimos y estuvimos la mañana, escuchando sirenas antiaéreas y bajando al búnker. No teníamos muy claro cómo iba a salir. Por la noche nos llevaron a juntarnos con más gente y nos llevaron a la estación de tren. Para subir, la situación era dramática. Peleas, empujones, griterío. Y una vez arriba, ves el drama de los llantos por todos los hombres que se quedaban allí. Sobrepoblado, todo el mundo apretadísimo. Se paró en medio de la noche durante dos horas sin recibir información ni saber qué pasaba, con un silencio sepulcral. Luego vinieron siete horas para el control de pasaportes y llegamos a Polonia, donde ya estábamos a salvo y pasamos siete horas más para el control de pasaportes de la policía polaca. Una vez en Polonia, ya tranquilos de estar en zona segura. Pero para mucha gente, llegar allí significaba romper con todo, alejarse de su familia y no saber si podrían volver a juntarse, ni saber dónde ir.  

¿Cómo estás gestionando la ayuda que estás llevando a cabo y qué recomiendas a la gente?

La primera noche dormí muy poco, tuve una pesadilla. Pero desde el día siguiente, ayudar. Yo no puedo hacer alineaciones ni convocatorias, pues vamos a ayudar en lo que podamos. Estamos llevando a cabo varias iniciativas. Básicamente, hacer de altavoz en Twitter de distintas asociaciones o particulares. A nivel particular, en mi casa hemos convertido la finca en un almacén logístico donde mis padres, mis hermanos y mis sobrinos estamos coordinados para recoger alimentos, medicamentos, ropa, utensilios de primera necesidad. La Federación Andorrana nos ha facilitado un montón de abrigos y chándales que han querido donar. Un hotel que ha cerrado nos ha dado un montón de mantas. En los próximos días ya tenemos el camión de una empresa que se ha ofrecido a hacerlo de manera gratuita. También estoy en contacto con un despacho de abogados en Barcelona, que son ucranianos y han parado su actividad. Solo se dedican a ayudar a gente para los trámites, como la carta de refugiados o permisos para residentes. Tanto a personas que están llegando como a familias que quieren acoger. Y también con Gol Solidari, una organización con la que hemos unido fuerzas para la campaña Stand with Ukraine donde se subastan diferentes camisetas o botas, como las de Ansu Fati, Cesc Fábregas y más material que vendrá de Santi Cazorla, Alexia Putellas y de otras jugadoras y jugadores importantes. Todo el dinero que se recaude irá para Ucrania porque, con el material que estamos recogiendo, cubrimos las necesidades de ahora e inmediatas pero con ese dinero se podrá comprar lo que se necesite en los próximos días y meses.  

Si tuvieras que quedarte con una imagen. Una que no se te va de la cabeza, ¿cuál es?

Por una parte es el sonido de un avión de guerra por encima de la furgoneta. Ese ruido es brutal y piensas: ¿qué es lo siguiente?, ¿qué va a pasar? De imagen, me impactó mucho la subida al tren cuando abajo había hombres, como por ejemplo los de seguridad de la Federación, llorando porque sus mujeres y sus niños estaban arriba. Y las madres también lo hacían desde el tren. En cambio los niños no, para ellos era como una aventura. Y es curioso. Creo que parte de lo positivo de nuestro viaje es que esos niños nos ayudaron a relativizar o a quitarle importancia a la situación.

Estás ayudando a las jugadoras. Hay algunas que deciden quedarse. Es una de las situaciones más impactantes que un entrenador puede vivir.

La mitad del equipo, más o menos, estaban fuera de Ucrania porque se quedaron en Turquía de stage con sus equipos. A estas les estamos intentando encontrar equipo, aunque también con el condicionante de ventanas de fichaje. Pero sí que en este caso, yo he hecho varias reuniones con UEFA y con FIFA para hacer excepciones con jugadoras en calidad de refugiadas. Nuestra idea, con las que están dentro del país, es ayudarlas a salir pero no quieren. Se quieren quedar dentro. Algunas para estar con su familia, otras por miedo porque circular por Ucrania ahora no es seguro, y otras porque quieren quedarse para defender a su país . Aunque quieras ayudar, a veces no saber ni qué decir. Es bastante duro.

Puedes ver la entrevista completa aquí:

Imagen de cabecera: @Llcortes14

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Entrevistas