A solo un partido de París 2024. La Selección española femenina afronta este viernes uno de los partidos más importantes de su historia. En juego no solo está el acceder a la gran final de la UEFA Women’s Nations League, donde aspirarían a otro título, sino también un billete olímpico que siempre habían deseado.
«Estar en los Juegos Olímpicos es un sueño a nivel personal y de equipo. Supone seguir haciendo historia con esta Selección y eso es lo que tenemos entre ceja y ceja». Son las palabras de una Irene Paredes serena y cauta, consciente de que están a una victoria del logro, pero una posible derrota ante Países Bajos, unida a una victoria de Alemania sobre Francia, las dejaría sin opciones.
«Ojalá podamos estar, hace unos años era imposible. Además, la forma de clasificar era diferente. Lo veíamos como algo muy lejano. Pero soñábamos con estar, porque estamos haciendo las cosas muy bien y tenemos la oportunidad. Nos preparamos para estar perfectas en el momento justo y que podamos ganar ese partido», señala una de las capitanas de la Selección y la única futbolista junto a Alexia Putellas y Jenni Hermoso con más de 100 partidos a nivel absoluto.
En el foco
Todo cambió el pasado verano para la Selección femenina de fútbol, que se proclamó campeona del mundo al derrotar a Inglaterra en la final. El éxito y los degradantes sucesos que vinieron después las colocó en el disparadero. Hoy son referentes y sienten que tienen una responsabilidad ante la sociedad.
«Durante el Mundial nos siguió mucha gente. Al final la gente se siente identificada con los y las deportistas que ganan. Siempre es más fácil cuando los resultados acompañan. Fuimos campeonas del mundo y luego hubo este conflicto que involucró a mucha más gente. Y ahora estamos en el foco, para lo bueno y para lo malo. Nosotras como futbolistas nos centramos en lo futbolístico y esperamos seguir dando buenas noticias y logrando nuestros objetivos».
¿Hasta qué punto pueden centrarse en lo futbolístico? «Por desgracia nos ha tocado una época en la que hay muchas cosas que mejorar. Está a la vista. Nos ha tocado pelearlo, y lo pelearemos. Porque si podemos dejar ese legado a las siguientes generaciones, eso queda ahí. Nos gustaría solo jugar a fútbol y no centrarnos en nada más, pero a día de hoy es imposible. Así que lo que esté en nuestras manos lo intentaremos».
Las jugadoras de la Selección recibieron el apoyo de millones de personas en el mundo durante el movimiento ‘Se acabó’. Sin embargo, muchos otros no parecieron captar el mensaje y criticaron duramente a las futbolistas, centrando el debate (incluso hoy) en una igualdad salarial que nunca exigieron. «Nosotras siempre hemos dicho que las cosas te pueden gustar o no. A nosotras no nos gustan todos los deportes. Pero hay mucha gente que nos critica sin saber el porqué. Creo que nunca hemos pedido igualdad salarial, sino de oportunidades y de trato, que es lo que no se nos había dado hasta ahora».
«A nivel mental hay mucha presión»
Otro tema que está dejando de ser tabú es el de la salud mental. En la Selección es importantísima la labor del psicólogo, que forma parte del organigrama desde antes del Mundial. Y los casos de deportistas que aparcan la actividad por su bienestar emocional son cada vez más frecuentes (el más sonado de ellos, el de Ricky Rubio). En el fútbol femenino español sucedió en febrero de 2022 con Irene López, exjugadora de las categorías inferiores de la Selección; y recientemente hemos conocido el parón de Anna Torrodà, centrocampista que ha sido internacional con la absoluta.
«Yo personalmente no lo sabía. Me sorprendió, pero me parece muy valiente por su parte. Es algo que tendría ser totalmente normal. Estás en el ámbito deportivo, es normal que te lesiones físicamente, pero a nivel mental hay mucha presión, mucha carga. Entiendo que no estará siendo fácil para ella, por lo tanto chapó. Que tome el tiempo que sea necesario, encontrará el momento de volver y seguro que lo hace bien y fuerte», señala una Irene Paredes que también ha superado momentos duros en los últimos años, y ha logrado salir adelante. Ahora, a por el sueño olímpico.
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