John Guidetti se convertía de forma oficial en nuevo futbolista del Celta de Vigo, en uno de los traspasos más interesantes, e inesperados, que se han producido este verano en el fútbol español. Un fichaje que se ha convertido en un golpe sobre la mesa de Balaídos, adquiriendo a una de las grandes perlas del fútbol europeo en el pasado Europeo Sub21, en el que se proclamó Campeón con su selección, Suecia.
Un joven futbolista de 23 años que no ha acabado de explotar como se esperaba, tras varias etapas en los últimos años en equipos de la talla europea de Manchester City, Feyenoord o Celtic de Glasgow, pero que sin embargo no ha acabado de mostrar sus grandes cualidades. Su técnica y calidad es conocida por todos, pero todavía no ha encontrado la estabilidad que le permita acabar de explotar a nivel deportivo. En España, en las filas del Celta de Vigo, tendrá una gran oportunidad a nivel deportivo y mediático de dar un paso adelante y, por fin, consagrar el destino que muchos auguran.
Guidetti, de origen sueco, esconde una curiosa historia muy alejada de su Suecia del alma. Mucho antes de fichar por el Manchester City y ser protagonista de multitud de cesiones que le permitieran tener los minutos necesarios que no tendría en el Etihad, vivió una infancia alejada de sus raíces, casi en la antagonía geográfica de su país.
Cuando apenas era un niño, cuando su vida tan sólo se contabilizaba en tres años, el pequeño John se vió obligado a trasladarse por motivos familiares junto al resto de sus allegados a África, recorriendo casi de Norte a Sur el planeta, con destino Kenia, donde su padre, profesor de profesión, había sido designado director de una escuela sueca en Nairobi, la mayor ciudad del país.
Un traslado que no se extendió temporalmente más allá de unos meses, pero que selló los inicios de aquel pequeño niño rubio, europeo, que destacaba entre el resto por raíces culturales y raciales. Era el único niño blanco de la zona, y con su inocencia, no le hacía mirar más allá de sus aficiones. Él sólo quería jugar con el resto de niños, sin darse cuenta de la situación, de las diferencias estéticas que contrastaban enormemente con el resto. Pero eran niños, querían jugar a fútbol y nada más importaba.
Años después, debido a la pasión de sus padres por el país, por sus tradiciones, por su climatología, por sus recuerdos, decidieron volver a Kenia, al mismo lugar, donde el pequeño Guidetti se reencontraría con el fútbol africano. En Suecia había formado parte de las categorías inferiores del Brommapojkarna, en Estocolmo, considerada una de las más prestigiosas canteras del país, pero en Kenia no pondría fin a su pasión. Allí, una vez instalado, con cerca de 10 años, formaría parte del equipo local de la zona. Sin embargo, dos años después, volvió a Suecia nuevamente, ya de forma permanente, y fue entonces cuando decidió tomarse más en serio la posibilidad de, por qué no, luchar por llegar a ser futbolista profesional. Y sí, lo ha conseguido, de hecho se acaba de proclamar campeón de Europa U-21.
John Guidetti recuerda aquella etapa de su vida. Los recuerdos de la niñez quedan marcados en la memoria de cualquier persona, y en este caso no fue diferente. Niños que jugaban descalzos en campos de tierra, que sonreían pese a no contar con todos los privilegios de la sociedad europea. El padre de Guidetti, Mike, decidió ponerse en contacto con el Brommapojkarna sueco para que creara una escuela deportiva en la zona, surtiendo de material deportivo y preparación a los niños que quisieran vivir la experiencia del fútbol. Así, nació el Impala Bromma Boys, donde el pequeño Guidetti seguiría destacando, tanto a nivel estético como a nivel deportivo.
De carácter fuerte, y a veces descontrolado, John Guidetti aprendió valores humanos de aquella etapa, y es por ello que creó la Guidetti Foundation en las zonas más pobres y desfavorecidas de Nairobi. Detrás de esa imagen de joven que vive la vida en su máximo nivel, que llama la atención por su extravagancia, se esconde un joven con valores humanos que aprovecha la más mínima ocasión para ayudar a esa zona donde vivió algunos de los mejores momentos de su infancia.
Guidetti, un futbolista que quiere soñar en la Liga BBVA, que ha firmado por el Celta de Vigo, que probó suerte en potencias europeas como Lazio, Inter de Milán o, más recientemente, en Manchester City y Celtic de Glasgow, y que ahora, recientemente campeón de Europa Sub21, desea soñar en uno de los mejores torneos del viejo continente.