Jenni Morilla, delantera de Primera

Estaba deseando regresar a la Liga Iberdrola, pero quizá no
se imaginaba el impacto que iba a provocar. Jennifer Morilla, delantera del
Sevilla, vivió en sus carnes el descenso a Segunda División hace tres
temporadas. Entonces, el cuadro de Nervión sumó 15 puntos de 90 posibles y
acabó como colista, en un curso para olvidar. Se trataba de un equipo joven,
sin apenas experiencia, que pagó los platos rotos de una competición cuyo nivel
comenzaba a crecer.

Morilla no pudo ayudar a su equipo a alcanzar la salvación,
pero no dudo en decir ‘sí’ cuando le propusieron la renovación en la categoría
de plata. Ella y once jugadoras más se alistaron en busca de volver lo antes
posible a Primera, de donde Jenni no se había movido desde el año 2006.
Entonces tenía 17, y era una de las grandes promesas del fútbol andaluz. El
Sporting de Huelva (llamado en esa época el Cajasol Sporting Universidad)  la descubrió cuando jugaba en el Mairena,
equipo de un pequeño municipio de Sevilla. Sus apariciones en la segunda vuelta
de la temporada 07/08 fueron claves para la permanencia del club.

Morilla ha desarrollado su carrera entre dos ciudades:
Huelva y Sevilla. Dos etapas en cada equipo, a cinco temporadas por club. En su
primera etapa en Nervión aprendió muchísimo de María Pri, la actual entrenadora
del Betis.

Volvió al Sporting,
más madura, y fue una de las máximas goleadoras del equipo en la temporada
2011-12, cuando las onubenses acabaron octavas. En 2014 volvería a Sevilla, ya
hecha como jugadora y señalada como la líder de un equipo joven que, sin
embargo, comenzó a depender demasiado de su inspiración. Sin ella, el Sevilla
decaía, y si en el primer año se rozó el descenso, en el siguiente se consumó.

Las cifras de Jenni nunca habían sido espectaculares. En esa
última campaña en Primera, hizo cuatro en 17 partidos. Quizá por ello fue mayor
el asombro cuando en Segunda la de Coria del Río se destapó con 27 tantos. La
confianza en su juego se agrandó en una categoría inferior, que no le venía
como anillo al dedo, es que se le quedaba pequeña. Porque 365 días después,
Morilla firmó 38 goles, siendo la gran artífice del retorno a la élite. 

Tres años después, había dudas sobre su rendimiento en
Primera. El club nervionense lo tuvo claro: Renovación instantánea. Para
ayudarla, puso a su lado a Martina Piemonte, internacional en las categorías
inferiores de la Azurra que está brillando en su debut. Seis goles lleva la
italiana, lejos todavía de los 10 de Jennifer, cifra que a ella no le
sorprende, básicamente porque su objetivo a principios de curso era alcanzar la
veintena: “Vengo de hacer una temporada muy importante en la segunda división y
sabía que iba a estar con una motivación muy alta. Estaba deseando volver a la
máxima categoría”.

Delantera espigada, inteligente, con gran dominio del juego
aéreo, capacidad de crear espacios y especialista en el desmarque. Se asocia a
las mil maravillas con Piemonte: “Ambas jugamos bastante cómodas una con la
otra. El sistema de dos delanteros me gusta, me entiendo muy bien con ella”,
dijo a ‘Femenino Soccer’. Suyos son el 40% de los goles del Sevilla, un recién
ascendido que ya suma siete puntos más que en toda la temporada del descenso, y
tiene un colchón de +10 respecto al penúltimo clasificado. Jenni ha marcado en
cinco de las últimas seis jornadas y ha logrado su primer doblete ante el
Zaragoza CFF, en un triunfo que deja a tiro la permanencia.

A sus 29 años, Morilla ha encontrado su plenitud y todavía
sueña con jugar en la selección española y ganar títulos como profesional. De
pequeña le decían que no podía jugar al fútbol. Hoy es una de las grandes
estrellas de la Liga Iberdrola. Una delantera de Primera.