Paula Arcos (2001, Petrer) es una de las caras visibles de las Guerreras, que buscan a partir de este jueves la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024 en el torneo que se celebra en Torrevieja. España se enfrentará a Países Bajos, República Checa y Argentina, tres rivales a los que ya se enfrentaron en el Mundial, un torneo del que han conseguido recuperarse y que les ha dado un plus de motivación. De todo ello y mucho más hablamos con la alicantina en Sphera Sports.
¿Cómo llega el equipo a este preolímpico?
Las sensaciones creo que son buenas. Llevamos casi dos semanas entrenando el equipo junto. Hemos tenido dos partidos clasificatorios de por medio y los resultados han sido muy buenos. Es verdad que no podemos comparar a ninguno de los rivales con República Checa, pero nos han servido para preparar el partido, y nos ha venido muy bien tener un poquito de rodaje. Tenemos muchísimas ganas.
Mencionas a República Checa, a priori el rival con el que os váis a disputar la clasificación a los Juegos.
Sí, totalmente. A Argentina ya nos hemos enfrentado alguna vez, y por supuesto que es un rival dificilísimo, también Holanda. Pero el de República Checa es sobre todo porque es el primer partido. Básicamente si ganamos los dos primeros partidos tenemos un pie puesto en los Juegos de París. Y también por quitarnos esas malas sensaciones que tuvimos en el Mundial. Pienso que República Checa es un gran equipo, con grandes jugadoras, pero no para tener el resultado que tuvimos.
¿Qué cosas habéis sacado en claro de esa derrota en el Mundial ante las checas?
Sabíamos que iba a ser un partido difícil, pero no esperábamos perder por esa diferencia de goles. Con el tiempo hemos analizado el partido y por supuesto se cometieron muchísimos errores. Sobre todo en el repliegue defensivo, nos hicieron muchísimo daño. Ahora es verdad que estamos practicando mucho esos errores y nos viene muy bien que el partido sea tan reciente, porque lo tenemos a flor de piel, con muchos sentimientos encontrados.
¿Habéis conseguido resetear después de lo vivido en el Mundial?
Sí, por supuesto. También tengo que decir que, por suerte o por desgracia, nos han tocado los mismos rivales que en el Mundial. Tendrá su parte positiva y su parte negativa, pero lo bueno es que, justo una semana después del torneo ya salió este clasificatorio. Y sabemos que es difícil, pero es como “mira, la vida nos ha dado una segunda oportunidad de poder mejorar lo que hicimos en el Mundial”, y nos ha sido más fácil para remontar o para quitarnos esa mala memoria que tenemos del torneo. Una segunda oportunidad contra los mismos rivales, para dar otra imagen de nosotras y nuestro cien por cien, mucho mejor que el que dimos.
Para acceder al Preolímpico se tuvo que dar una especie de carambola, varios resultados en ese mismo Mundial después de caer eliminadas. ¿Cómo lo vivió el equipo?
Mucha gente puede decir que fue “de carambola”, pero si estamos aquí también es por los resultados que obtuvimos en el Europeo, que no fueron excelentes, pero por resultados que se han ido dando, quedamos como las mejores para entrar en este preolímpico. Se nos ha dado esta oportunidad y lo que sí tenemos claro es que tenemos que aprovecharla. Pero sí, hubo mucha incertidumbre, estuvimos bastante dolidas porque no sabíamos si íbamos a jugar el clasificatorio. Quedarse fuera habría sido muy duro para nosotras. Pensamos mucho en eso, pero es verdad que estuvimos más fastidiadas cada una personalmente por el Mundial que se hizo más que por la plaza.
¿Qué supone para ti que el preolímpico se celebre en Torrevieja, muy cerca además de tu casa? (nacida en Petrer, también en la provincia de Alicante).
Jugar en casa es súper emocionante, y más para mi, que me pilla a 30 minutos de casa. Además, tengo muy buen recuerdo de cuando jugamos aquí el Mundial de España, en este pabellón justamente. Así que esperamos acabar con las mismas sensaciones (risas).
¿Es posible que ese Mundial sea el de mejor recuerdo para ti de los torneos que has jugado con las Guerreras?
Sí, sí. Encima era mi primer Mundial, en casa, toda mi familia pudo estar conmigo. No puedo pedir nada más.
Una de las grandes novedades en la convocatoria es Shandy Barbosa, que se perdió el Mundial por lesión. ¿Qué supone para el vestuario?
Para nosotras en el Mundial fue una baja importante, y ahora la tenemos de vuelta otra vez. Nos aporta muchísimo, aparte que es una tía bromista, que le gusta hacer reír. Por el lado deportivo es veterana, ha jugado muchos más torneos de este nivel que cualquier otra jugadora, yo por ejemplo, porque a día de hoy en la Selección somos gente muy joven. Esa experiencia siempre es de agradecer. Y hay que prestar atención, las pequeñas debemos absorber como esponjas a estas jugadoras que tenemos con tanta veteranía.
Vais a cumplir dentro de poco un año con Ambros Martín. ¿Qué balance haces? Sobre todo en cuanto a conceptos, lo que ha podido cambiar en el equipo, más que a nivel de resultados.
Bueno, la verdad que el modelo de juego se ha ido manteniendo más o menos. Es verdad que Ambros es más incisivo en los uno contra uno. El modelo español es muy característico, sobre todo en defensa. Y luego, como te he dicho de Shandy… viene de estar en equipos muy grandes, con jugadoras muy grandes, y esa experiencia también nos la transmite.
Y la exigencia, ¿no? Por lo visto en el Mundial, se nota que es ambicioso y que se enfada de verdad si no salen las cosas.
Sí, sí. Nos transmite que siempre con actitud, con valentía, que confía en nosotras. Actitud, actitud, actitud.
¿Y cómo llegas tú a nivel personal? ¿Cómo va la temporada y la adaptación en Noruega?
Ahora me encuentro muchísimo mejor. Es verdad que ahora está cambiando el tiempo, que parece que no, pero da alegría muchas veces cuando ves salir rayitos de sol (risas). Pero ahora estoy muchísimo más adaptada, estamos jugando una fase muy importante en la Champions con el club. A las deportistas, por mucha presión que supongan, son los partidos que nos gusta jugar. Me encuentro en un muy buen momento, motivada deportivamente, que es lo principal, por lo que jugamos a este deporte. Tengo dos partidazos ahora con la Selección y al volver jugamos contra el Győr, así que tenemos un calendario bastante apretado ahora (risas).
¿Cómo recuerdas tu primera participación olímpica, en Tokio? Debutaste con 19 años…
Siempre me cuesta mucho hablar de este tema, porque no tengo un recuerdo fijo como tal. Fue una experiencia única e inolvidable para mí esos Juegos. Cada día alucinaba con una cosa nueva, con cómo se vivían las cosas en la Villa, los deportistas con los que me cruzaba, cómo eran los comedores, los autobuses, el clima de Tokio… era estar todo el día, durante dos semanas, con los cinco sentidos puestos. Deportiva y personalmente, una de las mejores experiencias que he vivido.
Y eso que fue sin público, por la pandemia. Habrá más ganas por eso de estar en París, ¿no?
Sí, por supuesto. Encima, por así decirlo, está al lado de casa. Parece que no, pero hace mucho, sobre todo por la facilidad para que pueda ir algún familiar. En Tokio me vi de repente en la convocatoria y no sabía nada, no me lo esperaba. Pero París está aquí, cerquita de casa, y es algo que nos motiva mucho.
Eres muy joven, tienes una carrera larga por delante y muchos sueños que cumplir. ¿El primero de ellos es ganar una medalla olímpica?
Puff (resopla)… Ojalá (risas). Sí, tocar medalla olímpica sería un sueño que me serviría muy a largo plazo para mi carrera deportiva (risas). Y también jugar una Final Four me gustaría muchísimo.
Te lo pregunto porque, en deportes como el tenis por ejemplo, se podría dar más valor a un Grand Slam que a una medalla olímpica.
No, no, en balonmano ya te digo que sí (risas). Por supuesto, no rechazamos ninguna medalla a nivel Mundial o Europeo, pero sí: traer a casa una medalla olímpica creo que sería un gran sueño para todas nosotras.
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