Síguenos de cerca

Bundesliga

Wolfgang Rolff y sus dos títulos continentales

Ganar una competición continental a nivel de clubes no es nada fácil, pero más complicado es ganar dos, con dos equipos diferentes. Eso le pasó a Wolfgang Rolff, componente de la plantilla del HSV que ganó la Copa de Europa y que también formó parte de la Copa de la UEFA ganada por el Bayer 04 Leverkusen a finales de los años 80. Y es que Rolff comenzó su andadura a nivel profesional en el Fortuna Köln, un equipo que gozó de algunas temporadas en la élite, disputando el puesto de la ciudad al FC Köln.

El Fortuna había finalizado la temporada 1981-82 en el 11º puesto de la 2.Bundesliga, habiendo ascendido de manera directa a la máxima categoría ese mismo año el Schalke 04 y el Hertha BSC, con Rudi Völler como máximo goleador de la temporada, marcando 37 goles con el Múnich 1860. El balance del equipo de Colonia con los dos equipos ascendidos no fue nada bueno. Solo pudo sacar un empate en cuatro partidos. Ese año, la suerte de Rolff iba a cambiar. Estando en un equipo de media tabla de la Segunda División se había fijado en él el campeón de la máxima categoría, el HSV, que vio como un medio centro joven había conseguido marcar nueve tantos. El equipo hanseático, por aquel entonces entrenado por Ernst Happel y con gente como Manfred Kaltz, Felix Magath o Horst Hrubesch en la plantilla, hizo historia en aquella temporada 1982-83, convirtiéndose en el segundo equipo alemán en ganar la Copa de Europa, tras el todopoderoso Bayern Múnich de la década de los 70, que la ganó tres veces consecutivas.

La plantilla del HSV que conquistó el doblete en 1983.

Pero esa no había sido la única final de la Copa de Europa que había disputado el club de Hamburgo. Unas temporadas atrás, con Branko Zebec en el banquillo y el ingles Kevin Keegan en el equipo, perdieron la final de 1980 ante el Nottingham Forest. Pero este texto no habla de derrotas, sino del éxito de Wolfgang Rolff en dos finales europeas. Antes de aquellos triunfos, la temporada comenzó de manera triunfal para el HSV. Acabó la primera vuelta como líder del campeonato, sin haber perdido un partido, pero con igualdad entre victorias y empates. Esa temporada solamente perdieron dos partidos y los dos fueron fuera de casa: el Nordderby en el Weserstadion ante el Werder Bremen (3-2) y ante el Arminia Bielefeld (2-0).

Rolff no tuvo un papel protagonista en aquel equipo, como sí lo pudieron tener Magath o Hrubesch. Sin embargo, tuvo sus momentos de gloria. Por ejemplo, en la vuelta ante el Olympiakos. El HSV viajaba a Grecia con la ventaja del gol marcado por Thomas von Heesen en Hamburgo. En tierras griegas golearon los alemanes, con goles de Magath, Hrubesch, Rolff y Balstrup, dando el pase a la siguiente ronda a los hanseáticos, de manera contundente. También marcó en semifinales, anotando el gol inicial del partido de ida ante la Real Sociedad. En la final estuvo durante todo el partido. Rolff vio, desde dentro del campo, la jugada que supuso el único gol del partido, con un fuerte disparo de Felix Magath desde lejos, después de una jugada con muchos toques de los alemanes ante la que Michel Platini y los suyos no pudieron hacer nada. Al francés, de hecho, Rolff le anuló durante toda la final. Aunque en la DFB Pokal no pasaron más allá de la 3ª ronda, cayendo eliminados ante el Hertha BSC (2-1) y en la Supercopa les superó el Bayern Múnich por penaltis, la temporada del conjunto hanseático estaba siendo más que sobresaliente y Wolfgang Rolff disfrutaba de su primera experiencia en una gran liga con un inmejorable resultado: dos títulos ganados de cinco competiciones. En la Intercontinental también perdieron, ante el Grémio, de Valdir Espinosa, que tuvo que esperar a la prórroga para llevarse el partido.

Pasaron las temporadas y el HSV se quedaba en blanco durante las siguientes tres temporadas con Wolfgang Rolff en la plantilla. Incluso, con Rolff siendo el segundo máximo goleador del equipo con once goles, perdieron la Bundesliga en un triple empate a puntos con el Stuttgart y el Borussia Mönchengladbach, algo que, en la actualidad, sería casi imposible de ver. Pero sí, ocurrió.

En el verano de 1986, Rolff es llamado para acudir al Mundial en México, torneo en el que Alemania acabaría siendo subcampeona tras perder la final ante Argentina (2-3). Wolfgang Rolff no disputó aquella final, pero sí estuvo en tres de los partidos de aquel torneo, siendo un jugador secundario en la plantilla. Tras aquel campeonato del mundo el centrocampista fue traspasado al Bayer 04 Leverkusen, donde coincidiría con el coreano Cha Bum-Kun y con Enrich Ribbeck en el banquillo. Tras una temporada algo discreta en la que Wolfgang Rolff disputó todos los encuentros de la Bundesliga como titular, siendo sustituido en uno de ellos, en la 1987-88 llegaría el gran éxito de la historia del club de Leverkusen. Clasificados para la Copa de la UEFA, en la primera ronda golearon al Austria Viena (5-1) tras llevarse del país vecino un empate sin goles. Dos de los goles de aquel encuentro de vuelta tuvieron la firma de Rolff. Un Wolfgang Rolff que con tan solo una temporada completa en el equipo ejercía ya de capitán.

Superaron al Toulouse y al Feyenoord, para plantarse en los cuartos de final y enfrentarse al FC Barcelona de Gary Lineker. Viajaron a tierras españolas con el empate sin goles de la ida, jugándoselo todo como visitantes. Un gol del brasileño Milton Tita, que solamente jugó aquella temporada en un equipo europeo, dio el pase a semifinales al equipo de Leverkusen. Y en dicha ronda les iba a deparar un duelo con otro equipo alemán, el Werder Bremen. Rolff recordaría así los Nordderbys, aquellos años en los que formaba parte del HSV. De nuevo la eliminatoria se iba a decidir por un gol, pero éste fue marcado en la ida, por Alois Reinhardt.

Y llegó, por fin, la gran final. Como era a doble partido, el duelo entre alemanes y españoles comenzó en Sarriá. Allí, con dos goles de Sebastián Losada y uno de Miquel Soler, el RCD Espanyol acabaría la ida con un 3-0 a favor. En la vuelta, de nuevo Tita volvió a aparecer, marcando el primero en el 57′. Seis minutos después Falko Götz dejaba a un gol la diferencia en el marcador con respecto a la ida y, en el 81′, Cha Bum-Kun provocaba una falta lateral que él mismo se encargaría de rematar, estableciendo el empate en la eliminatoria y obligando a disputar la prórroga. En el tiempo extra no ocurrió nada que alterara el marcador, por lo que se tuvo que decidir el campeón en la tanda de penaltis. ‘Pichi’ Alonso inauguraba la tanda con un gol y Ralf Falkenmayer fallaba el primer tanto alemán. Wolfgang Rolff se encargó de lanzar el segundo lanzamiento del Leverkusen, con la responsabilidad de que el conjunto catalán había marcado sus dos lanzamientos. No falló. A partir de ahí, todo cambió. Santiago Urquiaga, Manuel Zúñiga y Sebastián Lozada fallarían sus lanzamientos, mientras que Herbert Waas y Klaus Täubert marcarían los suyos, remontando en la tanda y dándole el título continental al Leverkusen. El primero y único en su historia, hasta ahora.

En 1990 tomó la decisión de dejar el Bayer 04 Leverkusen con destino al Uerdingen, un equipo que acabó 3º en la Bundesliga durante el último año de Rolff en Hamburgo, pero que en las temporadas siguientes deambuló por la zona media baja de la tabla. La llegada de Wolfgang Rolff no supuso un cambio en el equipo. Aquella temporada, en la que no pudo jugar más de veinte partidos y pasando ya de la treintena. Rolff no pudo evitar el descenso del Uerdingen, pero él continuó en la Primera División, en las filas del Karlsruher SC, donde volvió a ser importante, de la mano de Winfried Schäfer. Wolfgang Rolff se retiró en la temporada 1994-95, en las filas del FC Köln, el club vecino de aquel en el que dio sus primeros pasos a nivel prifesional. Así fue la trayectoria de Rolff, el alemán que estuvo presente en los dos mayores éxitos del HSV y el Bayer 04 Leverkusen.

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Bundesliga