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Champions League

Victoria en Glasgow para cerrar el pase como primeros

El Barcelona ganó hoy 2-0 en el campo del Celtic de Glasgow y se clasificó matemáticamente como primero del Grupo C para los octavos de final de la Liga de Campeones agarrado a la inspiración de Lionel Messi, autor de los dos goles, uno de ellos de penal.

El argentino hizo el primero a los 24 minutos con un habilidoso remate y completó su doblete a los 56 al transformar una pena máxima que no pareció, con lo que el Barcelona no se jugará nada en la última jornada de la fase de grupos ante el Borussia Mönchengladbach.

La primera parte fue de dominio azulgrana, tal y como se esperaba. El Celtic hizo una presión adelantada que le funcionó en los primeros minutos, pero luego el Barcelona encontró soluciones y vivió más o menos tranquilo, salvo por algún contraataque local que acabó en nada.

La alianza Messi-Neymar funcionó a pleno rendimiento. No sólo por el gol, sino porque los dos futbolistas ofrecieron una amplia gama de habilidades que provocaron el pánico en los locales. Especialmente el argentino, de nuevo en una gran versión.

A estas alturas, nada nuevo se descubre cuando se habla de la influencia de Messi en el Barcelona, pero en estos días se entiende con enorme claridad. El argentino faltó el sábado y su equipo no pasó del empate sin goles en casa ante el modesto Málaga. En cambio, Messi mejoró al Barcelona a su paso por Glasgow.

Precioso Celtic Park | Getty

Precioso Celtic Park | Getty

El primer gol fue una maravilla. Llegó a los 24 minutos tras una gran asistencia de Neymar que el argentino mejoró con un impecable remate sin mirar la portería para poner el balón junto a un palo. Un gol lleno de talento.

Más tarde, Luis Suárez tuvo la ocasión de dejar casi sentenciado el duelo con un remate de cabeza sin oposición que sacó milagrosamente el arquero Craig Gordon. Goles más difíciles ha hecho el uruguayo.

El descanso llegó con sensación de superioridad del Barcelona, aunque con un resultado que dejaba abierto el duelo, pero el comienzo de la segunda mitad fue superado por el Celtic, poderoso desde la presión. Callum McGregor y Moussa Dembelé probaron a Marc-André Ter Stegen con sendos remates que expusieron debilidades defensivas de los azulgranas.

Sin embargo, el Barcelona recuperó la estabilidad a partir de un engaño. Suárez agarró al hondureño Emilio Izaguirre y simuló un derribo. El árbitro lo creyó y señaló penal, un regalo rentabilizado por Messi en lo que fue su noveno gol en cinco partidos de la fase de grupos de la presente Liga de Campeones.

Ahí acabó la emoción del encuentro, si es que alguna vez la hubo. Lo único que quedó fueron más detalles de Messi y algunos enfrentamientos personales de Neymar con defensas locales, peleas que afearon la actuación del brasileño.

Sin demasiados alardes y agarrado a un gran Messi, el Barcelona solucionó el partido y se llevó la máxima recompensa: clasificación y primer puesto asegurado a una jornada del final.

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