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Reemplazar lo irremplazable

Hay jugadoras que trascienden más allá del rendimiento deportivo. Se identifican con el club por sus valores, su sentido de pertenencia, su implicación y el legado que dejan. Asumen responsabilidades dentro del campo, pero sobre todo fuera. Y son un ejemplo para las que empiezan y un símbolo para la afición.

Perder a una futbolista de tal importancia es duro para un vestuario. Imaginen tres. El Atlético de Madrid ha anunciado que la próxima temporada no continuarán las tres capitanas del equipo: Amanda Sampedro, Silvia Meseguer y Laia Aleixandri. Cada una ha representado una parte fundamental en la historia reciente de la sección femenina, siendo claves en los últimos títulos conquistados. Pero el componente emocional va a pesar más que cualquier otro.

En el caso de Amanda Sampedro, no hay reemplazo posible. Más de 20 años al servicio de la camiseta rojiblanca, hace un tiempo parecía impensable que no se retirara en el equipo de sus amores. Años atrás era una de las estrellas de la Primera Iberdrola y la Selección, pero en las dos últimas temporadas su rendimiento ha decrecido al tiempo que el Atleti ha perdido su condición de rival a batir. Tiene 28 años y todavía mucho fútbol que dar, pero no será en su casa. “Ojalá llegue un día que me digan que puedo ser la ‘Koke’ del femenino” nos dijo el pasado curso en una entrevista en Sphera Sports. Verla con otra camiseta (parece que se queda en la Liga española) será algo difícil de asimilar.

Lo de Silvia Meseguer era un secreto a veces. Aunque la centrocampista anunció hace unos años que colgaría las botas cuando acabara su contrato (finaliza en verano de 2022), había cierta esperanza en que la de Alcañiz decidiera seguir un año más, aprovechando la profesionalización de la Primera División femenina. Además, este año ha vuelto a ser indiscutible en el once, jugando hasta 20 partidos como titular (la mayoría de ellos completos) y liderando la medular junto a Maitane o Leicy Santos. Sin embargo, su decisión se ha mantenido, así que dejará un hueco en el centro del campo, pero sobre todo una voz de autoridad en el vestuario y un liderazgo difícil de igualar. Deja un legado en el Atlético y en el fútbol femenino español sencillamente espectacular: campeona de tres Ligas y cuatro Copas de la Reina e internacional en más de 60 ocasiones con la Roja, participando en dos Eurocopas y en dos Mundiales. El fútbol pierde a una leyenda, y la medicina gana a una futbolista excepcional.

La despedida de Amanda y Silvia duelen por lo que significan para el Atlético y su afición. Pero la de Laia Aleixandri tiene un trasfondo mayor. No lleva ni mucho menos el mismo tiempo que ellas dos en el club, pero con solo 21 años ya era capitana, y tanto su carácter como su ambición la han llevado a ser importante en la plantilla. Y lo más importante: Laia es una de las mejores zagueras a nivel nacional e nternacional. Durante todo el pasado año fue la única jugadora del Atleti que figuraba en las convocatorias de la Selección. No solo tiene condiciones para jugar en un equipo que luche por títulos (ya lo ha demostrado con 18 años, imaginen ahora) es que con toda la carrera por delante y por sus condiciones, su margen de mejora todavía se antoja elevado. “Me identifico como una persona muy ambiciosa y al final no era una situación que yo buscaba para mi crecimiento. Ganar y pelear por títulos siempre ha estado en mi mente por muy joven que sea”, nos dijo a principios de temporada sobre el pasado año, cuando el equipo pasó de pelear la Liga al Barça a acabar fuera de los puestos Champions. Por entonces el City llamó a su puerta y no pudo ser, pero todo indica a que esta vez pondrá rumbo a Manchester.

A falta de dos jornadas para saber si el Atleti jugará o no la máxima competición europea, el mensaje que se transmite no es alentador. Se van dos símbolos del club y una pieza imprescindible para todo proyecto ganador. Se avecina una nueva revolución en la plantilla rojiblanca, y esta vez la dirección deportiva tiene que dar en el clavo. En ese sentido, la Real Sociedad es un excelente espejo en el que mirarse: el pasado verano se fueron Nahikari, Maitane, Mariasun, Itxaso, Leire Baños, Bárbara Latorre y Lucía Rodríguez, entre otras. Y aun así tiene el subcampeonato de Primera Iberdrola a un solo punto. Toca trabajo en los despachos de cara a la temporada más exigente de la historia del fútbol femenino español, porque no es fácil la tarea: hay que reemplazar lo irremplazable.

Imagen de cabecera: @atletifemenino

Contenido patrocinado por Iberdrola

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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