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Celta

Prohibido dudar de Iago

El Celta empieza bien el año. Tras sufrir un brote de coronavirus en la plantilla que llegó a forzar la baja de más de 10 jugadores, el equipo gallego viajó a Sevilla y enfrentó a un Betis con un problema similar en cuanto a la falta de jugadores.

En el equipo vigués, la defensa fue la zona más afectada. Sin ningún lateral derecho disponible tras la baja de última hora de Kevin Vázquez, Coudet se vio obligado a colocar en esa posición a Joseph Aidoo, central por naturaleza. Su cambio de posición dejó un hueco en el centro de la defensa que no pudieron ocupar ni Murillo ni Néstor Araújo, ambos contagiados. La responsabilidad recayó en Okay Yokuslu y Carlos Domínguez. El primero, un jugador con pocos minutos y fuera de posición; el segundo, un canterano que ya ha tenido varias oportunidades y que poco a poco va entrando en la dinámica. Cumplieron muy bien pues, a pesar de ser una pareja improvisada, ambos demostraron carácter y buen hacer defensivo. Sin ir más lejos, Domínguez terminó el partido con 4/5 duelos aéreos ganados y 4/5 duelos en el suelo ganados. Cifras que, sin ser espectaculares, son reveladoras del notable partido de ambos.

Pero como viene siendo habitual (los últimos años), una vez más la diferencia la marcó Iago Aspas, al igual que los goles. Para empezar, transformó un penalti cometido sobre Franco Cervi, aunque el gol no fue lo mejor de la jugada pues tuvo dos añadidos. Mientras Aspas se preparaba para chutar e iba hacia el balón, detrás se encontraba Cervi replicando sus movimientos de manera bastante cómica. Al 90% esto se trataba de una técnica para despistar a Rui Silva, portero bético, pero desde el punto de vista del espectador fue cuanto menos gracioso.

El segundo valor añadido del penalti fue la honradez de Iago con Rui Silva. Tras celebrar el tanto con sus compañeros, se acercó al guardameta y le dio el pésame por el reciente fallecimiento de su padre. El abrazo entre los dos fue inmortalizado en una imagen digna de enmarcar. Un acto para enseñar en las escuelas de fútbol a la hora de inculcar compañerismo y respeto hacia los rivales.

Tras esto, a segundos de que terminase la primera mitad, Iago volvió a brillar. Tras una contra liderada por Santi Mina, Víctor Ruiz recuperó el balón pero se durmió medio segundo, más que suficiente para que Aspas le robase la pelota, recortase a Rui Silva y disparase a portería vacía.

Con los goles de ayer, Iago se convirtió en el futbolista español en activo con más goles en Primera División (127), superando los 126 de Roberto Soldado. Teniendo en cuenta cualquier nacionalidad es el cuarto, solamente por detrás de Benzema, Luis Suárez y Griezmann (entre los jugadores que disputan actualmente LaLiga).

Es un fuera de serie. Un genio. Un mago. El rey. Calificativos hay muchos, jugadores como él no hay más. Da igual del equipo que seas, brinda conmigo por muchos años más de su fútbol… Chin chin.

Imagen de cabecera: RC Celta de Vigo

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