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Marta Peiró: “Si vuelvo al fútbol, que sea al 100%”

El pasado martes tuvimos la oportunidad de entrevistar en el programa ‘EstrELLAS a Escena’ de Twitch a Marta Peiró, jugadora con pasado en Primera Iberdrola (tres años en el Valencia y uno en el Sporting de Huelva) y actualmente en el Servette suizo. Hace dos veranos que su vida y su carrera cambiaron por completo.

“Recomiendo la experiencia. Aunque no esté dentro de la Unión Europea, Suiza es un señor país en todos los aspectos. Seguridad, naturaleza, cultura, gastronomía… Eso sí, es caro. Pero no me quejo, ahora mismo para mí es mi segunda ciudad y mi segunda casa. De hecho, mi familia de Ginebra, mi equipo, está allí”. La valenciana necesitaba un cambio de aires y no aceptó la oferta de renovación del Sporting de Huelva. “En ese momento estaba estancada con los estudios por el tema del cambio de matrícula… Dije, qué momento más perfecto para continuar los estudios de forma online y hacer ese ‘Erasmus’ que nunca pude vivir. Y le dije a mi representante: el Sporting de Huelva está en mi corazón, pero tengo edad para poder salir, me siento libre, con ganas. Y llegaron ofertas de fuera, y cuando te nombran la palabra ‘Champions’, te cambia todo. Por mucho que sea una liga menor a la inglesa, francesa o alemana. Te ofrecen un buen contrato, infraestructuras, el proyecto, luchar por ganar la Liga… Al final aposté, te puede salir bien y te puede salir rana. Desde luego puedo decir que el primer año fue estupendo y este también lo estaba siendo. Me siento muy afortunada de haber tomado esa decisión. Acerté totalmente”. Marta creó tendencia y ahora su equipo es el ‘Spanish Servette’, por Jade Boho, Malena Ortiz, Paula Serrano y ella misma.

Uno de los sueños que ha podido cumplir es precisamente el de disputar la máxima competición continental, y en la edición de este año a lo grande: jugando tres partidos de fases previas y visitando grandes escenarios y rivales. “Hace 3-4 años el equipo estaba en Segunda División. Y poco a poco ha hecho un proyecto que, sin saltarse ningún paso, con mucha ilusión y apostando por el fútbol femenino, ha conseguido ascender, ganar la Liga, clasificar para la UWCL. Y este año que hemos jugado más partidos europeos hemos demostrado que obviamente estamos alejadas de los equipazos (Chelsea, Juventus, Wolfsburgo), pero hemos ganado al Glasgow, al mejor equipo de Finlandia que es el Aland… Es un proyecto digno de admirar y es normal que llame la atención a jugadoras no solo de España, también de otros países”.

Empiezan los problemas

El calvario de Marta Peiró comenzó en verano. No pudo hacer la pretemporada por una fractura del estrés, en la tibia. Cuando logró coger ritmo e incluso encadenar varios partidos marcando, llegan 2-3 semanas en las que no se encuentra bien. “No sabía si era la regla, una gripe, el covid-19…”. Antes de un partido empieza a encontrarse muy mal, se toma la temperatura y da casi 40 de fiebre. “Me quedé en el autobús, amargadisima”. Al volver a Ginebra, se fue al hospital de urgencia para ser operada de una apendicitis que estaba derivando en peritonitis. A las 4-5 horas la ginecóloga le informa de que ha sufrido una hemorragia interna durante la operación a causa de una endometriosis (por entonces, pequeños quistes y tumores en los ovarios).

“Eso ya da muchas respuestas a dolores que tengo. Si no estoy bien lo noto, física y anímicamente, cuenta Marta, que pese a todo decide jugar el partido ante la Juventus en Champions, en Turín. “Decido prepararme para ese partido, poder jugar en ese estadio que para mi era un sueño”. En Navidades, los análisis no traen buenas noticias. “Todo es más grande de lo que pensaba. Y no hay soluciones fáciles. O renunciar a ser madre, vaciarme toda, que eso no quería; o un tratamiento hormonal bastante agresivo, que es a lo que me estoy sometiendo”. A partir de ahí, todo cambia para Peiró, que no puede compaginar el tratamiento con su trabajo por culpa de los efectos secundarios (vómitos, sangrados, infecciones). Llegó a un acuerdo con el club para obtener la baja laboral y el permiso para recuperarse en España, para estar más cerca de su ginecólogo y de su familia.

Por fortuna, el Servette le dio todas las facilidades. “Es una enfermedad difícil de entender. Es femenina, es muy individual porque cada mujer es un mundo, no sigue un patrón exacto. Se lo he tenido que explicar a todo el mundo, y en la directiva y el staff la mayoría son hombres. Y no es una sorpresa, pero me ha encantado su reacción, siendo muy comprensivos conmigo. Cuando vieron las ecografías se asustaron, vieron que era mejor que estuviera aquí. Yo siempre voy a estar agradecida”.

Reconoce Marta que necesitó ayuda psicológica. “Sobre todo por las hormonas. Es algo tremendo. Te levantas y eres una montaña rusa. Un día te comes el mundo, al otro el mundo te come a ti. No me siento válida, no estoy haciendo nada, tengo ansiedad. No me da ningún miedo ni reparo en admitirlo, y creo que la sociedad debería normalizarlo. Todas las personas que se hormonan saben de lo que hablo y que es una putada”.

Volver a Valencia le ha sentado bien para estar cerca de los suyos, aunque echa de menos el contacto con el balón. “Creo que toda futbolista si le preguntas te va a decir que necesita un descanso. Estamos 24 horas conectadas al fútbol. Así que lo necesitaba, aunque no a este coste. Y me lo tomé con mucha energía, de querer disfrutar de tiempo aquí, con la familia.. Pero con el tiempo me sentí un poco inútil, de no hacer nada. Y luego es que tenía 10 días seguidos de reglas con dolor muy intenso, hemorragias internas, vómitos y fiebres. Era horrible. Ahora no tengo ese problema de momento, está yendo todo mejor. Pero paré de hacer deporte porque me creaba muchísimo malestar y muchísimo dolor en muchas partes del cuerpo”.

“Lo bueno es que he podido sacar tiempo para mi familia, mis amigos, mi pareja… y he disfrutado después de mucho tiempo de pequeñas cosas. Ir a dar un paseo por la playa, leer un libro, estar con mi perra, irme un miércoles a un restaurante. Cosas que no podía hacer. Pero echo mucho de menos a mi equipo, tener una rutina, sentirme válida… y por supuesto, mi profesión, concluye.

Las previsiones de recuperación de esta enfermedad están entre los seis meses y el año, pero para volver a hacer deporte de élite es una incógnita. Esta semana se encuentra mucho mejor y ha pedido al Servette un planning para volver al deporte de forma progresiva, con un poco más de esfuerzo. “Me cuesta muchísimo, me duelen los huesos y las articulaciones, pero noto una mejoría respecto a los últimos meses, y eso es algo muy positivo. Lo que no me gustaría es volver al fútbol y no estar al 100%, estar todo el día frustrada. Si vuelvo, que sea con una buena versión de mí”.

Peiró también tuvo tiempo para hablar del histórico récord del Camp Nou (asegura que le emocionó) y que espera ver algo parecido en Mestalla algún día. “Es un estadio muy bonito, se puede abrir y ojalá se pudiera llenar y que la gente se enganche más al fútbol femenino, porque ahora no la veo muy enganchada por cosas que no están saliendo. Ojalá se vuelva a ver a un Valencia que luche más arriba y aprovechar ese tirón. Estoy convencida de que el valencianismo respondería. Ya lo hizo en su momento y fueron más de 17.000 personas”. Ese día, además, marcó la propia Marta Peiró. “La que más lo celebré yo, pero mis padres lo vivieron como si no hubiera un mañana. Mi padre se quitó la camiseta e hizo de todo”. Asegura que tiene entrada para la final de Copa del Rey que se disputará entre Valencia y Betis en La Cartuja, pero depende de si estará con el Servette o no por esas fechas. Si se lo pierde, que sea por la mejor de las causas.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: @ServetteFCCF

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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