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Los límites de la gratitud azulgrana hacia Messi

Hace pocos meses, con la temporada recién iniciada y en pleno debate sobre su (entonces) no renovación, me vinieron algunas preguntas a la cabeza. ¿Hasta qué punto debe llegar la gratitud del aficionado culé hacia Leo Messi? ¿Hasta qué punto desea la gente corresponder todo lo que el argentino le ha dado al club de sus amores? ¿A qué cosas estarían dispuestos a renunciar (dentro de lo futbolístico) con tal de que aquel que les ha dado la mayor felicidad posible pueda alcanzar también la suya?

El experimento

Para poder sacar conclusiones del posicionamiento culé ante estas preguntas, compartí una encuesta en Twitter. Sin otro propósito que curiosear las reacciones de la gente, planteé la siguiente situación: “¿Si en 2018 solamente pudiera suceder una de estas dos cosas, cuál preferirías?”. Las respuestas permitían escoger entre la Champions League para el Barcelona o el Mundial para Argentina, y la cuestión de fondo era simple: invitar al aficionado a hacer un ejercicio interno para analizar la intensidad de su devoción hacia Leo Messi, teniendo en cuenta que el Mundial con Argentina es ahora mismo el trofeo que más ilusión le hace al rosarino y que se le están agotando las opciones. Al otro lado, el trofeo más anhelado como aficionado a un club. El Barça y Messi, por una vez, frente a frente. Nuestra Champions o su Mundial.

Pese a advertir que la encuesta iba dirigida solo a la comunidad azulgrana (para así hacerla lo más realista posible) no puedo determinar hasta qué punto influyó el voto ‘exterior’. Más allá de esto, no deja de sorprender que en un perfil de Twitter seguido mayoritariamente por aficionados azulgranas, la encuesta concluyera con el 53% de usuarios votando a favor de que Argentina gane el Mundial por encima de la sexta Champions League del FC Barcelona (47%).

Estadística aparte, quiero detenerme en la aparición de reacciones de todo tipo: gente que prefería que las dos opciones se acabaran cumpliendo, usuarios que preferían que el FC Barcelona ganara Champions League y España el Mundial, o personas que directamente pusieron en duda mi barcelonismo por el simple hecho de llegar a plantear esta elección… Pero no se trataba de esto. No se trataba de juzgar a quien hizo la encuesta, ya que propuse esta situación como un mero experimento social, sin llegar a exponer mi punto de vista y partiendo de una premisa que ya es cuidadosamente concreta: que solo se podía dar una de las dos opciones. Un entretenimiento del que creía que se podía sacar bastante jugo, como finalmente así fue.

Tampoco convenía relacionar los resultados del sondeo con los distintos (y tan variados últimamente) intereses nacionales, ya que Twitter y el FC Barcelona son plataformas globales en las que personas de todo el mundo pueden y deben sentirse representadas. Sin ir más lejos, pudo haber decenas de votantes argentinos que, por muy culés que sean, no tienen la mínima duda a la hora de escoger, y eso pudo haber decantado la balanza. Pero lo que queda claro es que, tras estos resultados, no es descabellado tratar de analizar qué puede llevar a un culé que no sea argentino a querer que Leo Messi (y por lo tanto, Argentina) gane el Mundial. Algo que considero totalmente extraordinario ya que sería complicadísimo, por ejemplo, encontrar un culé que no sea uruguayo/croata y que quisiera que la selección uruguaya/croata acabe ganando el Mundial (en beneficio, en este caso, de Luis Suárez/Ivan Rakitic) por delante de la sexta Champions League del FC Barcelona.

A medida que se iban sucediendo las reacciones, pude encontrarme con culés no argentinos que trataban de justificar su elección a favor de la Copa del Mundo para Argentina. Preferencias que son tan respetables como las otras y que no esconden otro motivo que un incalculable nivel de devoción a la persona que más les ha divertido, emocionado y excitado a lo largo de esta vital relación que todos tenemos con este deporte. La trascendencia de lo que supondría un Mundial para Messi por encima de una de las varias Champions League que ya tiene el Barça es también uno de los escenarios en los que se situaron algunos aficionados a la hora de decantarse por la opción mundialista, como si esta ‘renuncia’ significara devolverle al ‘diez’ todo aquello con lo que nos ha obsequiado a lo largo de estos años.

¿Qué significa Messi?

Messi es el elemento central de un proceso que, tras años grises, llevó al FC Barcelona a la cima del fútbol mundial. Un genio que ha protagonizado, en el club de su vida, una década de éxitos continuados. A la vez, es la cara visible de una selección que lleva unos años sumando una decepción tras otra. Sin ser el culpable de nada (más bien todo lo contrario), Messi personifica lo que es un buen ciclo para Argentina a nivel de resultados (tres veces finalista continental y una vez mundial) pero que será recordado por no haber conseguido sumar ni siquiera uno de estos títulos. La famosa imagen de Messi, destrozado tras el partido y con la mirada perdida, pasando por delante del trofeo tras la final de Mundial 2014 es algo que sigue doliendo al aficionado azulgrana, y puede ser uno de los motivos que les lleve a querer que Messi gane, de una vez por todas, el trofeo que más ansía.

Un trofeo que, por otro lado, no hace variar lo más mínimo el descomunal impacto que ha tenido Messi en la historia del fútbol. Los desesperados intentos lanzados desde algunos sectores, tratando de privar a Messi de la más privilegiada posición en un ránking de futbolistas históricos por no tener un Mundial, no se sostienen por ningún lado. Sin ser el primer motivo al que recorrería a la hora de justificar la presencia de Messi en este Olimpo futbolístico, el hecho de que algunas leyendas instauradas en el TOP5 histórico como Johan Cruyff o Alfredo Di Stéfano tampoco tengan un Mundial no hacen nada más que relativizar este (único) dato negativo alrededor de Messi.

El sorteo de los grupos del Mundial de Rusia 2018, celebrado la semana pasada, me ha hecho venir a la cabeza esta situación con la que me topé hace unos meses y en la que confluyeron diversos puntos de vista y posicionamientos. Una situación para poner de manifiesto hasta qué punto un aficionado a un club puede ser agradecido y generoso con alguien. Un planteamiento en el que muchos hallaron un choque de trenes entre el amor a un club y el amor al que más ha engrandecido este club. El amor a nuestro único club y el amor a un jugador único. Los éxitos como club y la gratitud ilimitada hacia alguien que, con su presencia, los ha hecho posibles.

 

Por cierto, ¿qué hay de ti? ¿Eres capaz de responder?

«Jugar al fútbol es muy simple, pero jugar un fútbol simple es la cosa más difícil que existe». #GràciesJohan

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