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Liquidación en el Lob City

La mejor liga del baloncesto del mundo es una máquina de
generar ingresos, cada franquicia es una fábrica de intentar hacer dólares y
multiplicar la fuerte inversión que los dueños hicieron en su día. Seamos
claros, esto va más allá del sentimiento, va de sumar victorias, y sumar cifras
al final del ejercicio económico.

Los salarios van en consecuente ascenso según la NBA avanza
en mejoras de contratos de televisión, distribución, marketing y decisiones
estratégicas. Se ha convertido en un producto global donde ya estamos viendo
partidos fuera de territorio americano (y canadiense) y ya hemos visto a Suns o
Spurs en México o a Celtics y Sixers en Londres.

Como negocio que trata, la parcela deportiva suele recurrir
a bandazos inesperados en la dirección cuando una franquicia se dirige al limbo
deportivo, es el caso de Los Ángeles Clippers que tras perder a Chris Paul en
verano ha dinamitado el mercado en estos días. Recordemos que Paul abandonó la
llamada ‘Lob City’ y se fue a Houston dejando a los Clippers a cambio de  Sam Dekker, Lou Williams, Patrick Beverley,
una primera ronda de 2018 (protegida 1-3), Harrell, Liggins, Hilliard y Wiltjer.

La llegada de Teodosic no ha compensado ni por asomo la
marcha de CP3, aunque Lou Williams ha aportado puntos con consistencia. Tampoco
ha habido suerte con las lesiones, Gallinari apenas ha disputado partidos,
Griffin estuvo alejado varias semanas al igual que Teodosic, con lo que la
rotación de los de Glenn ‘Doc’ Rivers
se vio mermada durante semanas. El resultado a mitad de temporada hace que los
Clippers anden en torno al 50% de victorias, en puestos de playoffs, pero lejos
del nivel que puede y debe ofrecer un contender en el salvaje Oeste.

La temporada, con todos los condicionantes, principalmente
las lesiones, no estaba siendo mala, habiendo cortado malas rachas de
resultados, habiendo recuperado hombres importantes tras semanas de lesión y
teniendo una clara idea de juego, por todo ello, se hace extraño observar que
se dinamite la temporada y el proyecto camino de nuevo al ostracismo en el que
estaba la franquicia antes de la elección, hace seis temporadas, de Blake
Griffin como número 1 del draft de 2009. Ese ocaso ha comenzado traspasando a
la estrella y líder a los Detroit Pistons que también reciben desde Los Ángeles
a Brice Johnson y a Willie Reed, y mandan al Staples Center a Tobias Harris,
Avery Bradley y Boban Marjanovic junto con su primera ronda del draft 2018 y
una segunda ronda del draft 2019.

En la ‘Motor City’ se genera una de las parejas interiores
más temibles del Este solo comparable a la de New Orleans con Davis y Cousins,
aunque Boogie tenga que parar
forzadamente unos meses. A Andre Drummond se le genera la amenaza de Blake
Griffin, si encuentran la química pueden hacer estragos en el Este, ya que
ninguna franquicia se acerca al nivel que teóricamente pueden ofrecer bajo la
dirección de Van Gundy. Eso sí, pierden dos piezas importante en la rotación
como Tobias Harris y Avery Bradley, actuales máximos anotadores del equipo con
más de 33 puntos por partido entre ambos.

En Los Ángeles las sirenas de ataque aéreo desaparecen tras
el adiós de Griffin, el cual, este mismo verano renovó su contrato por 173
millones de dólares por cinco temporadas con los californianos. Y no fue una
renovación al uso, la dirección, y Doc
Rivers convencieron a Blake Griffin de permanecer en Los Ángeles, ya que el
pívot de Oklahoma tenía la clara intención de salir a la agencia libre para
elegir un proyecto que le acercara al anillo. La dirección le convenció con un
‘Clipper for life’, y Griffin firmó su jugosa extensión. Una extensión que le
seguirá en la MoTown, pero que deja claro, por si había dudas, que la NBA es un
negocio donde los sentimientos pasan a un segundo plano, y es que, cuando pasa
este tipo de situaciones, que ya vimos con Isaiah Thomas este verano en Boston
por ejemplo, entendemos o nos podemos acercar a comprender las decisiones
egoístas que toman a veces los jugadores por el bien de su posible éxito
individual o económico cuando abandonan ciudades donde son poco menos que
dioses para sus aficionados.

Lo peor para los aficionados angelinos es que este
movimiento no parece que será el último, ya existen rumores de traspaso para
Lou Williams, máximo anotador con más de 23,5 puntos por encuentro, y también
el adiós de DeAndre Jordan, uno de los mejores defensores de la NBA que puede
ser la tabla de salvación de algún equipo candidato a la NBA que tenga taras en
su defensa y que tenga algún pick extra para el año próximo, por ejemplo, de
Brooklyn Nets y que empiece por C. Dan Gilbert, ¿se escucha?

El mercado de traspasos se cierra el próximo día 8, una
semana antes del All-Star, una semana donde los equipos examinarán mejorar sus
equipos para afrontar la fase final de la temporada, los Clippers, por su parte
seguirán su liquidación para iniciar su reconstrucción y creer que el plan de
Steve Ballmer sea el adecuado para volver a competir en el Oeste cuanto antes.

Toledo / Madrid | Fui uno de los 47.000 que estuvo en la despedida de Paolo Maldini [31 de mayo de 2009 (Artemio Franchi)] | Gestionando la información del Atlético de Madrid en @atletisphera y dándome el gusto con @fulhamsphera.

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