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Champions League

Inexplicable

Escribir es un acto que requiere de su debida paciencia. Como enhebrar una aguja. Es agitar un saco de palabras y buscar cómo congenian entre sí; como combinar colores y estampados cada mañana en el armario. Camisa de flores con pantalón de rombos, no. No puedes soltar cualquier cosa. Es pedirle ayuda a las letras para que ellas sepan decir aquello que tú todavía no sabes muy bien cómo pronunciar. Salvadoras, sabias, bellas. Escribir sobre fútbol es como subirse a una montaña rusa. La cosa va de subidas y bajadas, de aceleraciones inesperadas. Un pase que no estaba concebido, un gol en el 90, una repentina tendencia negativa, un fichaje que todo lo cambia. Los acontecimientos van creando el discurso, sin que apenas te des cuenta. Es algo que decide el  azar, el resultado o el destino y te aleja de la ficción y de esa jugada que tú inventarías mientras duermes. El balompié, caprichoso, evita las líneas rectas demasiado extensas. Un día te hace pensar de un modo y al siguiente lo distorsiona. Siempre dispuesto a discutir sobre tu propio criterio.

La Champions League es el máximo exponente de la ecuación, la definición de un disparate que nos provoca placer. Ni favoritos ni Cenicientas. Ni porcentajes, ni estilos ni si la abuela fuma. No hay profecía que lo adivine y lo explique. Es aquella competición sobre la que no hay nada previsible, por mucho que lo aparente. Es apasionante ver cómo imaginabas un partido y se produce de manera totalmente distinta, lanzando al traste toda conjetura. Aquel entrenador de un plan conservador arriesgando inesperadamente. Ver como ese conjunto que parece una coreografía ensayada hasta la saciedad se muestra arrítmico pisándose los pies. Esos que tienen la ventaja de la historia, que siempre se hace un lugar para que sea tenida en cuenta y poner su peso en la balanza. O aquellos indómitos e inconformistas que persiguen una quimera, la alcanzan y ruborizan a la Superliga con una hazaña que a todos hechiza.

Están los partidos de altas expectativas para los que preparaste palomitas, pero terminan siendo ese 0-0 que te deja planchado y te priva del éxtasis del gol. Los que sufres como un condenado, sin tregua, mientras el espectador neutro disfruta. Los que resultan toscos, de falta y silbato continuo. Los de resultado cruel, que te han despojado las ilusiones y te han robado horas de sueño. Los que hacen que, en los últimos minutos, se te suban los gemelos hasta a ti. Los que se alargan para producir un final agónico, al que tal vez no seas capaz de mirar a los ojos. Los que despiertan el desconcierto. Los que lo ponen todo patas arriba y se hinchan a marcar goles para desatar la locura y describir un guion que nadie, en su sano juicio, pudo imaginar. Algunos aparentaban ser así, otros te explotan la cabeza. No hay nada que puedas afirmar. Lo que solo se avanza para dar una clara certeza es aquel gol que grita el vecino antes que tú. Ese segundo de diferencia que todo lo fastidia y rompe toda intriga. No le saludes al día siguiente en el ascensor.

La puede ganar el mejor o el que mejor llega. Quizá el que mejor ejecute ambas cosas. O quizá encuentre un recorrido que termine siendo un sin sentido. Unos son superiores jugando, otros lo son compitiendo, otros no tienen nada que perder, a otros les atropella la exigencia. Sea como sea, y aunque tu equipo esté borrado de ese mapa, te sigue pareciendo una broma de mal gusto que sean las 20:45h y te hagan esperar. Su indescriptible destino te atrapa. Es una trampa en la que caemos una y otra vez; para vaticinar sobre claros candidatos, para intentar saber de lo que nadie sabe nada. La Champions es intentar escribir sobre algo indescifrable. Nadie tiene una verdad que lo explique con la debida exactitud. Al igual que Eduardo Galeano, «Yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido». Esa que nos hace esperar un nuevo capítulo, sobre el que intuir y que todavía no está escrito. Bendita Champions.

Imagen de cabecera: www.uefa.com

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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