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Fútbol femenino

España y el arte de seguir creciendo

No es fácil perder cuatro finales en cinco años. No debe ser nada fácil saber que has estado a punto de tocar la gloria con los dedos y te has quedado en el camino. Lo bueno es que hay quien no deja nunca de rendirse. Y España hizo lo propio en Belfast para acabar con cualquier tipo de fantasma.

El ‘fracaso’ de la absoluta en la pasada Eurocopa en Países Bajos ha tenido muchas lecturas. La principal fue las desacertadas decisiones de Jorge Vilda confeccionando una convocatoria en la que dejó fuera a dos de las mejores jugadoras del mundo. En su lugar, llevó a un equipo joven, unido, que parecía destinado a hacer algo grande visto el historial, y visto lo despejado que se había quedado el cuadro.

Varias jugadoras de ese equipo fueron subcampeonas del Europeo sub-19 de Turquía en 2012. Lola Gallardo ocupaba la portería, Pereira la zaga, Amanda y Torrecilla el centro del campo y Putellas el ataque en la final. Cayeron 1-0 en la prórroga a manos de Suecia, en una acción desafortunada de la portera del Atlético de Madrid.

Ivana Andrés llora tras caer en la final ante Suecia

Dos años después, España volvió a una final… y también la perdió. Por idéntico resultado, esta vez sin prórroga y con Vivianne Miedema (la delantera de Holanda, flamante campeona de Europa en categoría absoluta) como ejecutora. Tres temporadas después, la Roja solo cuenta con dos de las futbolistas de ese grupo: Celia Jiménez (no disputó un solo minuto en la Euro) y Mariona Caldentey (que sí brilló en el debut ante Portugal y fue titular en tres de los cuatro partidos).

Un año después, la selección española volvería a perder una final sub-19, otra vez ante Suecia, por 3-1. Sería la última final para la saga Vilda (Ángel dirigió al equipo en 2013 y Jorge, su hijo, en 2014 y 2015). Salvo Andrea Falcón (se perdió la Eurocopa por lesión), ninguna de las jugadoras tenía opciones de ir convocada por la absoluta. A España todavía le daría tiempo a perder una final más el año pasado, ya con Pedro López a los mandos, en Eslovaquia, bajo un diluvio universal que paró dos horas el encuentro y en el que Nahikari García (líder de la Real Sociedad y una de las grandes candidatas a jugar en la absoluta próximamente) falló un penalti y erró en boca de gol y con la portera batida en el descuento.

Nahikari García, desolada tras fallar un gol cantado en el descuento

Francia fue la última de las pesadillas de la Roja, que se desquitó este domingo demostrando un carácter ganador sin precedentes. España, coleccionista de platas, quisó dar un paso más. Ante la misma selección gala con la que cayó casi 12 meses antes y con la que parecía destinada a perder con otro 2-1 en contra, España sacó toda su fe, toda su guerra y todo su orgullo para firmar una remontada histórica, inigualable.

España conquistó el Europeo sub-19 trece años después del primero, en 2004, cuando ganaron a la temible Alemania (nos ganaron 7-0 en la fase de grupos) por 2-1 en la final. Cuatro de las jugadoras de ese equipo acabaron siendo decisivas en la clasificación para la Eurocopa femenina de 2013, 16 años después de la última vez: Vero Boquete, Miriam Diéguez, Ruth García y Willy Romero. En Suecia, España dio buena imagen y fue eliminada contra una potencia, Noruega, a la postre subcampeona.

«La diferencia es que en otros países las futbolistas maduran mucho más rápido que aquí. Mientras en Alemania dan el salto de la sub 19 a la absoluta sin apenas adaptación, nuestras chicas encuentran un abismo entre las categorías inferiores y el primer equipo«, decía Ignacio Quereda, exseleccionador español, en esas fechas. A pesar del crecimiento del fútbol femenino español, de la Liga Iberdrola y del combinado nacional (pleno de victorias en la fase de clasificación y campeona de la Copa Algarve), es posible que se estén dando los mismos problemas de transición que por entonces. Y todo ello teniendo en cuenta que Jorge Vilda, gran conocedor de las categorías inferiores, es el actual técnico de la Roja.

Patri Guijarro, MVP y máxima goleadora del Europeo sub-19 femenino 2017

Eso puede cambiar de cara al Mundial de 2019 de Francia y a la Eurocopa de 2021. Noelia Ramos es la portera del Levante, uno de los equipos punteros en el fútbol femenino español. Carmen Menayo es la lateral izquierdo titular en el Atlético campeón de Liga. Aitana Bonmatí disputó minutos de forma regular en el Barça femení la temporada pasada y Patri Guijarro, la MVP y máxima goleadora del torneo, gana enteros para ser importante este curso. Por su parte, Lucía García lidera el ataque del Athletic junto a Yulema Corres y se ha confirmado como una de las delanteras con más futuro de nuestro país. De las 16 campeonas, 10 figuran en un club perteneciente a la Liga Iberdrola.

España debe dar un salto cualitativo. Tiene talento, y debe aprovecharlo. Es significativo ver cómo las más jóvenes se cuelan en cinco finales desde 2012 y no se traduce en la absoluta. Deben producirse más cambios en la estructura.  Recomiendo este artículo editorial de Deporte y Mujer sobre el inmovilismo del fútbol femenino español. No debemos conformarnos, hay que seguir creciendo. Si en Belfast hicimos historia, podemos hacerlo donde haga falta.

 

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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