Se hizo viral un comentario de Thomas Tuchel en la previa de la vuelta de los cuartos de final de Champions League. Hasta aquí no hay noticia: las redes sociales, siempre dispuestas a arder por cualquier chismorreo, es desde hace tiempo una chirigota abyecta. El caso es que el alemán creía que los españoles tenían ventaja por poder usar cinco cambios en LaLiga ya que en Inglaterra solo pueden hacer tres. “Tuchel no ha visto al Madrid este año”, aseguraban un sinfín de tuiteros. Tienen razón: Carlo Ancelotti no es un gran fan de las rotaciones. En Pamplona, con el trofeo ya casi asegurado, tocaba dar confianza a futbolistas menos acostumbrados a jugar.
Se hace raro, por supuesto, ver al Real Madrid sin ese tridente que lleva varios cursos triunfando por Europa: Casemiro, Modric y Kroos. Esta vez tocó ver a Eduardo Camavinga en el lugar de Casemiro. El francés, que tuvo que cargar todo el partido con una injusta tarjeta amarilla, cuajó seguramente una de sus mejores actuaciones de la temporada. Reemplazar al brasileño es seguramente una de las empresas más complejas para el futuro de la entidad. Para eso está el galo. Por lo menos por ahora.
Ayer le flanquearon otros dos jugadores importantes para el presente: Dani Ceballos, que ha estado mucho tiempo en el ostracismo por una lesión, y el impresionante Fede Valverde. Que Jurgen Klopp se haya fijado en el uruguayo dice mucho de su nivel. El pajarito parece preparado para jugar de lo que le pidan en el rol que sea. A veces es un lateral llegador, otras veces es un híbrido entre extremo e interior y alguna vez se le ha visto incluso muy cerca de ser el delantero. Seguramente el pajarito tenga unos guantes preparados por si Thibaut Courtois tiene fiebre. Nunca digas nunca.
Los merengues consiguieron el triunfo con la unidad B. Es imperativo que el proyecto se edifique a partir de tener un buen banquillo. Los Modric y Benzema, casos muy extremos, no estarán toda la vida. Es necesario que Jovic y Ceballos, entre otros de la plantilla o algunos que puedan llegar en verano, sean buenos competidores de los que tienen su lugar en el once de gala. Solo así se puede luchar por todos los títulos.
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