El suplente perfecto

Kevin Gameiro llegó con la vitola de
delantero centro del Atlético de Madrid, y esas palabras pesan en un equipo
cuyos nueves han tenido, por lo general, un gran peso en los últimos años.
Penev, Kiko, Vieri, Hasselbaink, Salva, Diego Alonso, Fernando Torres, Forlán,
Agüero, Falcao, Diego Costa o Griezmann son los ejemplos más recordados en las
últimas dos décadas. Delanteros con gol, delanteros que dejaron un recuerdo
imborrable en la memoria colchonera.

La incorporación de Gameiro llegó con
polémica, Simeone, como ya reconoció abiertamente, esperaba a Diego Costa, el
Chelsea, se negaba a dejarle marchar al hispano brasileño y la operación podía durar semanas. La premura por introducir a un delantero al inicio de Liga
impidió la operación Costa, y el escenario se abrió para Gameiro, cuyo último
año en Sevilla le catapultó como referencia ofensiva. El francés lució sin la
competencia de Bacca en el Sánchez Pizjuán cuajando su mejor año como
profesional. Tras no ser la primera opción, Gameiro llegó a Madrid a precio de
estrella, 35M€.

Tras un inicio de temporada aceptable, el
francés fue apagando su estrella con fallos de cara a puerta. El runrún del
Calderón no dejó indiferente al francés, al que apuntaban como el ‘nuevo
Jackson’. De nuevo, la fuerte inversión realizada por un delantero salía mal
por segundo año consecutivo. Por si fuera poco, una lesión en un Francia –
España, amistoso, le dejó fuera del equipo durante un tramo importante de
temporada, la primera como rojiblanco en el que las dudas se apoderaron del
delantero francés.

Sin tiempo para la adaptación, con una
afición, en su mayoría, en contra del francés consiguió marcar 16 goles y
repartió 7 asistencias. Obviamente, no son números de un 9 de un equipo que
aspira a todo, pero Gameiro, durante su carrera se ha movido en registros
similares, salvo su anterior campaña de la tormenta perfecta donde anotó 29
goles.

Una lesión detectada tardíamente le dejaba
sin pretemporada este pasado verano, muchos le echaron la culpa al jugador por
no operarse tras acabar la temporada en vez de esperar a agosto. Su reválida no
podía hacerse esperar. Con la competencia de Vietto, Torres y Correa debía
convencer a Simeone de ser el 9 elegido a la espera de Diego Costa. Con Correa
reconvertido a la banda derecha, la falta del gol de Vietto y la falta de
minutos de Torres, Gameiro fue cogiendo minutos una vez superó su lesión.

En poco más de 1000 minutos de juego, el
francés sigue cumpliendo, 8 goles y  4
asistencias alumbran en Gameiro un nuevo rol, desde el banquillo, agitando los
encuentros, su último ejemplo ante el Athletic completando una magnífica jugada
del Atlético tras robo en el centro del campo donde Gameiro definió preciso y
fuerte al palo contrario de Kepa para abrir la lata, como ya hizo en Balaídos
con victoria (0-1) o en Ipurúa con victoria (0-1). El francés, por su
asociación con Griezmann, por ser un nueve con capacidad para el pase, por no
alzar la voz, por no tener un entorno tóxico alrededor de Simeone y por ende,
del Atlético de Madrid, por sus goles, se merece, continuar siendo jugador del
Atlético de Madrid, se merece ser el recambio de Costa.