La última vez que el Werder Bremen acarició el éxito fue en la temporada 2003-04. En aquella ocasión hicieron doblete, conquistando la Bundesliga y la DFB Pokal, con Thomas Schaaf en el banquillo y el brasileño Aílton como goleador. En aquella plantilla, aunque sin tanto protagonismo, estuvo Viktor Skrypnyk que, años después, ocuparía el puesto de entrenador tras la salida de Robin Dutt.
Después de aquel gran año y de pasar varias temporadas entre los mejores equipos, el rendimiento del equipo empezó a bajar. El equipo empezaba a estar más cerca de la zona baja que de Europa, temporada tras temporada, lo que provocó la salida de gente importante como Klaus Allofs, Director Deportivo del conjunto de Bremen, que salió al ver que el club no conseguía volver a competición europea con el paso de los años. Lejos quedaban aquellas temporadas en las que el club contaba siempre con un jugador entre los máximos goleadores de la competición: Claudio Pizarro, Miroslav Klose, Ivan Klasnic, Markus Rosenberg. De todos ellos, Klose fue el único que se llevó el premio, en la temporada 2005-06, en la que sumó veinticinco goles.
Alexander Nouri ha devuelto la ilusión al Werder Bremen en el tramo final de la temporada.
Esta temporada comenzó con algunas dudas. Dejando de lado el partido inaugural de esta Bundesliga, en el que salió goleado del Allianz Arena con un contundente 6-0, el inicio no fue nada bueno. El Werder Bremen no puntuó hasta la quinta jornada, en un partido en el que vencieron al Wolfsburgo, con remontada incluida, en los últimos seis minutos del encuentro. La derrota en Leipzig a finales a finales de octubre devolvió al equipo a la dura realidad. Unas cuatro derrotas consecutivas metieron al equipo de Klaus-Dieter Fischer en la zona baja.
Skrypnyk había empezado la competición pero, tras la 3ª jornada, su puesto lo ocupó el actual inquilino del banquillo, el germano-iraní Alexander Nouri, otro ex del conjunto verdiblanco, como lo fueran Schaaf o su predecesor. El equipo cerró la 1ª vuelta en casa ante el Borussia Dortmund, con una derrota, quedándose a tres puntos de la Relegation, puesto que ocupaban sus vecinos del HSV. A esa derrota ante los de Thomas Tuchel continuaron otras tres, dándose la casualidad de que sumó, por tercera vez esta temporada, una racha de cuatro derrotas consecutivas. Bayern, Augsburgo y Gladbach se llevaron la victoria ante el Bremen en el inicio de la segunda vuelta.
A partir de ahí, llegó la hora de la remontada. Finalizada la 20ª jornada, el Werder Bremen ocupaba la 16ª plaza, a tres puntos de la permanencia. Varios partidos después están colocados a menos de tres puntos de la zona europea, cuajando una larga racha de partidos sin perder, dando buenas sensaciones y marcando muchos goles. La impresión sobre el Werder Bremen ha cambiado. Ya no es el equipo apático de los últimos años, que siempre parecía que era más probable que saliera goleado a que pudiera sacar algo de provecho.
La plantilla unida celebrando un gol ante el Eintracht Frankfurt.
Ahora en Bremen es todo felicidad. Nouri dio con la tecla, rodeándose de buenos jugadores como Felix Wiedwald, Max Kruse, Zlatko Junuzovic o Niklas Moisander. El caso de Max Kruse es el más significativo. Regresaba al club casi una década después y ha asumido el rol de goleador junto con Serge Gnabry, que ha tenido varios problemas de lesiones durante la temporada que le han obligado a perderse algunos partidos.
Aún quedan partidos para definir la posición final del Werder Bremen en el campeonato, pero lo que podemos dar por seguro es que es un equipo que está al alza, que lleva un par de meses sin saber lo que es la derrota y que ha conseguido construir un bloque al que se hace difícil vencer. Puede que sea la definitiva. Puede que sea el momento de volver a ver al equipo del Weserstadion paseando por el viejo continente, enfrentándose a rivales de gran nivel.
Comparte la notícia
