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Earl Boykins: la leyenda de Lentejita

Reconozcámoslo. Por mucho que hoy
en día predomine el smallball, el baloncesto sigue siendo un deporte de altos.
Ya no se lleva tanto usar pívots de 2’15, pero la inmensa mayoría de estrellas
del basket mundial pasan de los dos metros de altura. Por eso, los que
jugábamos a baloncesto con una estatura media (entre 1’70 y 1’80 en hombres)
aplaudimos cuando cada x años aparecen jugadores de ese tamaño y triunfan en la
NBA.

Muggsy Bogues, Spud Webb, Nate Robinson,Isaiah
Thomas y Calvin Murphy forman, atendiendo a sus logros, el mejor quinteto de
bajitos de la historia de la NBA. El sexto hombre es un jugador que con sus 165
centímetros de estatura se ganó el cariño de los seguidores de la NBA en España
gracias a Andrés Montes. Hablamos, cómo no, de Earl Lentejita Boykins.

A pesar de su poca estatura Boykins,destacó
en el baloncesto ya desde el instituto. Tanto, que está considerado el mejor
jugador de secundaria de la ciudad de Cleveland de los años noventa.A pesar de
eso sólo hubo dos universidades de la División I de la NCAA que le ofrecieron
una beca: Eastern Michigan y Iowa. Esta última hasta retiró la oferta, por lo que
Boykins se enroló en las filas de los Eagles. Su ciclo universitario fue de
menos a más hasta promediar 25’7 puntos en su año senior.

Una vez finalizada la etapa de
collage, se presentó al Draft de 1998. Nadie apostó por él. Por mucho que fuera
un base rapidísimo, las franquicias sólo se fijaron en una cosa: su 1’65. Si
quería cumplir su sueño de jugar, iba a tener que currárselo mucho más que la
mayoría de jugadores.Tras el chasco de no ser drafteado, Boykins fichó por los Rockford
Lightning de la extinta Continental Basketball Association (CBA). Unos meses
después, tras el fin del lockout, recibió la llamada de la NBA.Los New Jersey
Netsse interesaron por él y le firmaron unbreve contrato.

En la primera semana de febrero,
Boykins se convirtió en el segundo jugador más bajo de la historia en jugar en
la NBA. Fueron dieciséis minutos en los que anotó seis puntos. Esa misma
temporada también jugó en el equipo de casa, en los Cavs. Su etapa en Cleveland
fue agridulce. Por un lado, le querían como ídolo local que era. Pero por otro,
ni Mike Fratello ni Randy Wittman le dieron mucha bola. Al menos los Cavaliers
supieron sacar tajada de contar con él en la franquicia. El BoykinsDay: si
medías 1’65 o menos, pagabas la mitad en las entradas para ir al Gund Arena.

A Boykins el público en Estados
Unidos le quería, y en España también. El responsable fue Andrés Montes. El
fallecido narrador tenía un sexto sentido para poner motes a los jugadores, y
el que le puso a Boykins perdura en la memoria a día de hoy. Su estatura, su
complexión delgada, sus rasgos faciales y su tez inspiraron uno de los apodos
más simpáticos del repertorio Montes:Lentejita Boykins.

En cinco campañas en la NBA,
Lentejita había pasado por cinco equipos distintos: Nets, Cavs, Magic, Clippers
y Warriors. Su rol parecía limitarse al de jornalero para completar los rosters
de los equipos. Una situación que cambió en el verano de 2003. Los Denver
Nuggets le ofrecieron un contrato de cinco años y catorce millones de dólares.
En Colorado vimos de lo que era capaz. Compartió vestuario con jugadores de la
talla de Carmelo Anthony, Marcus Camby, Andre Miller o Kenyon Martin, pero a
Boykins no le temblaba el pulso a la hora de asumir responsabilidades en
ataque.

18 de enero de 2005. Key Arena de
Seattle. Los Nuggets visitaban a los SuperSonics de Ray Allen y Rashard Lewis
en lo que iba a ser un partido más de temporada regular. Un encuentro que se
fue a la prórroga y que se retransmitió en directo en España a altas horas de
la madrugada. Los valientes que aguantaron despiertos fueron testigos de la
mayor exhibición individual en un tiempo extra de la historia de la NBA. Y la
protagonizó Earl Boykins.

Lentejita anotó quince puntos en cinco
minutos en los que bailó a la defensa del conjunto de Washington. Andrés Montes
y Antoni Daimiel no daban crédito a lo que estaban viendo:un jugador de 1’65
que en el tiempo reglamentario sólo había metido tres puntos estaba asumiendo
todo el peso ofensivo de los Nuggets en una prórroga. Montes no paró de
exclamar eso de “¡Jugón!” y “Crack de cracks, Daimiel”. No era para menos:
nadie había anotado tantos puntos en un overtime. Denver ganó el partido y
Boykins, con su exhibición, eclipsó los 25 puntos y 24 rebotes de Marcus Camby.

La relación entre Lentejita y los
Nuggets llegó a su fin de forma repentina a principios de 2007, cuando fue
traspasado a los Milwaukee Bucks. Estaba firmando los mejores números de su
carrera. A partir de ese trade, su carrera volvió a la espiral de trotamundos:
Bucks, Bobcats, Virtus Bologna (fue el jugador mejor pagado de Italia),
Wizards, otra vez Bucks y por último, Rockets. La última vez que Boykins pisó
una cancha de la NBA fue en abril de 2012.

Desde su retiro, Boykins se dedica
a enseñar baloncesto a los chavales del Estado en el que fue feliz: actualmente
entrena al equipo del Instituto Douglas County de Castle Rock, Colorado.Y en
reconocimiento a su carrera, los Eagles de Eastern Michigan retiraron para
siempre su mítico 11, al lado del 24 de George Gervin. Casi nada.

Periodismo UCM. NBA en @SpheraSports y Sporting en La Voz de Asturias (@sporting1905).

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