El 1 de julio de 2020 un nuevo club entró a formar parte del fútbol femenino español y mundial. Florentino Pérez, tras años esquivando la posibilidad de crear la sección, tomó la decisión, respaldada por los socios, de absorber al CD Tacón y formar parte de un “fenómeno mundial, una realidad incontestable, creciente e imparable”. La historia de los orígenes del Real Madrid femenino está llena de emociones, todas maravillosamente entrelazadas en el documental de HBO y Newtral, ‘Un Sueño Real’.
Porque muchos años antes de que el presidente blanco contemplara la posibilidad de subirse al barco del #futfem, una mujer que soñaba con jugar en el Real Madrid ya había decidido por él. Ana Rossell fundó, junto a Manuel Merinero y Luis Ros el CD Tacón en 2016 con la convicción de ayudar a que ese sueño que ella nunca pudo cumplir sí fuera accesible para millones de niñas en el planeta. En el documental confiesa que tuvo la osadía de tratar de convencer al propio Florentino con una servilleta, tal y como él fichó a Zinedine Zidane. “No conseguirá ser el mejor club del siglo XXI sin equipo femenino”, le escribió. Pérez le dio largas, le dijo que no era el momento. Fue entonces cuando nació el Club Deportivo Tacón, un equipo humilde, de barrio, sin jugadoras ni recursos, pero cuya ambición solo contemplaba convertirse en el club más laureado de la historia del fútbol.
Así empieza ‘Un Sueño Real’, atrapándote desde el primer momento, enseñando que el camino hacia la élite que muchos vendieron como rápido y fácil no fue precisamente de color rosa. “Lo imposible solo tarda un poco más”, rezaba el lema de un club creado para ganar desde el minuto uno de su fundación. Solo ganando se podía atraer la atención del gigante blanco. Para ello había que ascender a Primera División, algo que no lograron hasta 2019, un año después de un varapalo importante en la final del play-off ante el EDF Logroño. “El palo deportivo más duro de toda mi vida”, desveló Ana Rossell, que contrató a David Aznar para ocupar el banquillo de un grupo joven y con talento, pero falto de la competitividad necesaria al máximo nivel.
El mismo verano que el CD Tacón logró el ascenso, la Asamblea del Real Madrid votaba con un 90,6% de los votos la absorción del equipo, que no sería efectiva hasta un año después. En ese verano convulso arranca el segundo capítulo, enfocado en la transición que llevó a muchas de las jugadoras ‘taconeras’ a cambiar los campos humildes de Las Cárcavas y el García de la Mata por el cuidado césped de Valdebebas. O el hecho de formar vestuario con futbolistas extranjeras recién llegadas, algunas de ellas tras triunfar en el Mundial de Francia. Aquí arranca la esencia de ‘Un Sueño Real’: la 19-20 se convirtió en una especie de casting para aquellas que habían logrado el ascenso. Ahora tenían que demostrar que podían formar parte de un proyecto histórico y que su nivel no estaba tan alejado de los grandes fichajes extranjeros que iban llegando. Jugadoras que habían ganado Champions, que venían de triunfar en el Mundial de Francia o que acababan de alzarse con el mismísimo título de Liga Iberdrola.
Esa conjunción no fue nada fácil. El equipo pasó de hablar únicamente español a unirse el alemán, sueco, inglés, francés, portugués… Idiomas, edades y culturas diferentes se mezclaron en un vestuario variopinto que necesitaba mantenerse en Primera para “no decepcionar a la gente”. Ser el Real Madrid, aunque todavía sin el escudo, implicaba llevar una mochila cargada de piedras a cuestas, sobre todo para aquellas que ni siquiera habían debutado en la máxima categoría. Samara Ortiz solo contaba con 22 años cuando fue nombrada capitana. Iba a dirigir a sus amigas de siempre, a su propia hermana, pero también a Asllani, Jakobsson, Thaisa o Kaci. Casi nada.
Al CD Tacón se le presuponía rendimiento inmediato, pese a contar con una base cargada de inexperiencia. En el primer partido de Primera Iberdrola tocó el Barça, y la realidad cayó por su propio peso. Las azulgranas, con un equipo estelar, arrollaron con un 9-1 inapelable. “Nunca olvidaré ese partido porque fue una humillación. Probablemente es la mayor que he vivido en toda mi carrera”, dice Kosovare Asllani en el documental. La sinceridad de la estrella sueca, la primera galáctica de la historia de la sección, es uno de los grandes atractivos de la serie. En los momentos más duros del equipo en Primera División (seis partidos seguidos sin ganar y en puestos de descenso), habla claro sobre las expectativas creadas y la falta de ese plus extra por parte de las futbolistas con menos experiencia. “He firmado por un club que prácticamente solo tiene jugadoras jóvenes (…) “Siendo sinceros, normalmente soy más dura con las jugadoras. He visto que en España las cosas no van así, por eso tienes que dar muchos pasos atrás”.
La presión que supone ser el Real Madrid y jugar en Primera División es el epicentro del tercer capítulo, en medio de una crisis severa marcada por la falta de entendimiento entre las nuevas y las que ya estabas, además de los nervios propios de formar parte de algo tan grande en una transformación sinigual. Ahí aparece el lado humano, lo más ‘Real’ del ‘Sueño’. Las lágrimas de Samara, el ataque de ansiedad de Esther, el ciberacoso a Sara Ezquerro, los insultos recibidos tras caer goleadas ante el Barça, el bullying durante la infancia y la adolescencia… pero también la lucha por un convenio justo, la normalidad de la menstruación, la homosexualidad y el embarazo (caso de Babett y su pareja Ella)… Es por eso que este documental es, además, muy necesario para en los tiempos que corren, donde los prejuicios y el haterismo descontrolado están a la orden del día.
El 2020 empezó con un 0-6 del Barça cuando mejor estaba el equipo. “Entiendo que para el madridismo y para la gente que ve ese partido como un Clásico le suponga una decepción, pero la realidad es que no son dos equipos comparables. No pueden mirarse de tú a tú. El reto y el objetivo es que así sea, pero eso no es fácil”, dice David Aznar entonces. Una realidad que muchos todavía no entienden, y que sigue latente incluso ahora, con el Real Madrid en segunda posición y siendo el segundo que más futbolistas aporta a la Selección. Queda mucha “historia por hacer”, el culmen de ‘Un Sueño Real’, con las emociones a flor de piel. Arranca con la redención de Esther, siendo clave en una remontada épica asistiendo en el 3-3 y marcando el 4-3 ante el Madrid CFF, el mismo rival ante el que había sufrido el ataque de ansiedad en la primera vuelta. Y acaba con una despedida agridulce, envuelta en lágrimas y través de las pantallas por culpa del maldito coronavirus.
El CD Tacón logró su objetivo, la permanencia, y ahora tocaba dar un paso al frente tras consumarse la absorción. En una de las conversaciones, algunas asumen que no van a seguir en el Real Madrid. “A Sara no la mencionamos, pero probablemente sea un ‘no’ casi seguro porque es la que menos ha jugado”. Asiente resignada la tercera guardameta. “Es que pueden venir las mejores jugadoras de España, o del mundo incluso”. En verano llegaban Marta Corredera, Ivana Andrés (nueva capitana), Olga Carmona, Maite Oroz, Teresa Abelleira, Kenti Robles, Marta Cardona, Claudia Florentino y Misa Rodríguez. Todas incorporaciones de primer nivel que desplazaron a muchas de las que lograron ascender al CD Tacón. Las llamadas de Ana Rossell a cada una de ellas es uno de los momentos que más impactan de la serie, y es que de las 12 jugadoras del CD Tacón que arrancaron la temporada, solo seis lograron quedarse (Yohana, Sara, Malena, Lorena, Samara y Jessica). “Soy madridista desde que nací. Me echa para atrás dejar pasar un sueño”, señala Esther, que ahora juega en las filas del Valencia y que ha sido, sin duda, la MVP en estos cuatro capítulos (y su abuelo).
De ‘Un Sueño Real’ me quedo con muchas cosas que he ido desgranando en este texto. Conocer la intrahistoria de cómo un club humilde fue construido para ser el Real Madrid ha sido maravilloso, pero más todavía esa parte humana que nos hace vulnerables en los momentos difíciles, y que al mismo tiempo nos da fuerzas para salir adelante. Probablemente el Real Madrid será un conglomerado de estrellas de aquí a unos años, pero nunca olvidaremos a aquellas y aquellos que lo hicieron posible, y que en los cimientos de este equipo, en los campos de tierra de Las Cárcavas, se encuentra el verdadero espíritu de este precioso cuento de hadas. La auténtica esencia del fútbol femenino.
Imagen de cabecera: Imago
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