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Cómo hemos cambiado

A priori por la clasificación en ambos países puede ser igualado, pero hay que jugarlo y vamos a ver las condiciones que tiene el equipo francés. Son importantes las bajas de Rocha, Prosinecki y Martín Vázquez, porque son tres valores titulares del club y afecta bastante a la composición del equipo.

Así trazaba Alfredo Di Stéfano su previa del partido de ida entre Real Madrid y París Saint-Germain, junto a José Ángel de la Casa en TVE, hace ahora casi 28 años. Real Madrid y PSG se enfrentaban por primera vez en una eliminatoria europea. Eran los cuartos de final de la Copa de la UEFA de la temporada 92-93 y los dos equipos vivían realidades muy distintas a las actuales.

El Real Madrid ya había ganado para entonces 6 Copas de Europa, pero eran años difíciles para el club. Tras la hegemonía en la Liga de la Quinta del Buitre en la segunda mitad de la década anterior y tras rozar la ansiada Séptima Copa de Europa con tres semifinales consecutivas, el equipo sufría en la Liga española ante el emergente Barça de Johan Cruyff, y en Europa se tenía que conformar con disputar la segunda competición continental, porque la flamante y nueva Liga de Campeones estaba reservada solo para el primero de cada Liga.

El PSG a finales del invierno de 1993 era un equipo de tan solo 23 años de edad, fundado en agosto de 1970.  Y lo dirigía un técnico portugués que se puso muy de moda a comienzos de la década de los 90, Artur Jorge, qué había sido campeón de Europa con el Porto de Paulo Futre y Rabah Madjer en 1987. Tenía fama de hacer jugar muy bien a sus equipos e incluso el propio Real Madrid se interesó varias veces por él.

Aquel PSG estaba formado por una base de buenos jugadores franceses, pero alejados del fútbol champagne galo de comienzos de la década anterior, salvo uno y por entonces semi desconocido con pinta de mosquetero del señor De Treville, un tal David Ginola.

La diferencia la marcaban los extranjeros, a los que aquella eliminatoria les situó de golpe en el radar de los mejores equipos de Europa. El central brasileño y campeón del mundo un año después, Ricardo Gomes, el mediapunta, también brasileño y mundialista en el 90, Valdo, y un delantero liberiano con fisonomía de pantera africana, George Weah.

Aquel Madrid de comienzos de la década de los 90 y que dirigía en su primera temporada en el club Benito Floro, era un equipo que ofrecía una buena medida en casa y que se bloqueaba con facilidad fuera del Santiago Bernabéu. La eliminatoria fue un claro reflejo de aquella tendencia que se convirtió en dogma durante casi un lustro. En la ida se impuso el Madrid por tres goles a uno en un partidazo de Míchel, bien secundado por Butragueño e Iván Zamorano. El gol de Aramis Ginola para el PSG mantuvo con vida de cara a la vuelta en París al conjunto galo.

En la vuelta, disputada en el Parque de los Príncipes, al Madrid se le aparecieron todos los fantasmas. En un estadio fatídico durante muchos años para el fútbol español, allí perdió el Real Madrid la final de la Copa de Europa del 81 y la selección española la de la Eurocopa del 84, el PSG pasó por encima de un Real Madrid incapaz de frenar las acometidas de Ginola por banda izquierda y la conexión entre Valdo y Weah arriba. 

Un gol de Zamorano al filo del final, cuando los de Floro caían tres a cero, dirigía el partido hacia la prórroga, pero en el último instante, un cabezazo de Kombouaré envió al Madrid a la lona definitivamente.

Aquella derrota contribuyó a alimentar la leyenda negra del Madrid en Europa durante aquellos años y a su vez a poner de moda a un equipo que no llegó a donde apuntaba, en eso de momento se parecen aquel y este PSG, pero que ganó la extinta Recopa en 1996 y se convirtió en uno de los equipos de referencia en el fútbol europeo de la época.

Hoy día los dos podrían cantar Cómo hemos cambiado de Presuntos Implicados. Tres décadas después el Madrid tiene 7 Copas de Europa más, cuando entonces buscaba precisamente la ansiada Séptima, con una obsesión en el club que algunos hoy día no podrían ni imaginarse.

El PSG, mucho más adinerado que entonces, pelea ahora por conquistar la primera casi hasta la obsesión. Con proyectos millonarios y una eterna búsqueda de un equilibrio futbolístico que no termina de llegar.

Después de aquella eliminatoria, vino otra en la Recopa al año siguiente y también en cuartos de final, que cayó igualmente del lado parisino. Años después y ya en Champions se han enfrentado varios años en fase de grupos y en eliminatorias con resultados de todo tipo.

Lo mejor que conocimos, separó nuestros destinos, que hoy nos vuelven a reunir; tal vez si tú y yo queremos volveremos a sentir aquella vieja entrega. Ah! Cómo hemos cambiado que lejos ha quedado aquella amistad.

O no tanto… seguiremos informando…

Imagen de cabecera: Getty Images

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