Cleveland Browns: no siempre fueron un meme

Los Cleveland Browns se convirtieron
en 2017 en el segundo equipo que firma un año sin victorias desde que en la NFL
se juegan dieciséis partidos por temporada. Un vergonzoso broche de oro para un
equipo que lleva dos décadas siendo el hazmerreír del deporte estadounidense. La
pena de todo este bochorno es que los Browns, aunque hoy cueste creerlo, son un
equipo histórico no sólo del fútbol americano, sino de Estados Unidos en
general. La ciudad de Cleveland no se puede entender sin ellos.

Los Cleveland Browns nacieron en
1946 dentro de la All-America Football Conference, una liga paralela a la National
Football League que existió entre 1946 y 1949. Los Browns de aquellos años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial están considerados como uno de los
mejores equipos de la historia de este deporte, tanto por títulos como por
juego: ganaron la AAFC durante todos los años de su existencia. En 1950
entraron a formar parte de la NFL. Si alguien pensaba que el salto a la mayor
liga de football del país iba a bajar los Browns de las nubes, se equivocaba,
ya que se proclamaron campeones de la NFL en 1950, 1954, 1955 y 1964. Toda una
dinastía.

De ese título del 64 se acordarían
en Cleveland durante más de medio siglo, ya que fue el último éxito de un
equipo profesional de Ohio hasta la épica remontada de los Cavaliers en las Finales
de la NBA de 2016 ante los Golden State Warriors.

En un mundo tan cíclico como es el
deporte estadounidense, a los Browns les tocó vivir su primera etapa oscura.
Fue en los años setenta, cuando sólo entraron dos veces en Playoffs. Sin
embargo, gracias al entrenador Marty Schottenheimer y al quarterback Bernie Kosar, la
franquicia recuperó sensaciones en la década siguiente. Sin llegar a ser de la
élite de la liga, pero siempre había que tenerles en cuenta. En 1986, 1987 y
1989, el equipo se quedó a las puertas de la Super Bowl. La culpa de quedarse
con la miel en los labios la tuvieron John Elway y sus Denver Broncos. A día de
hoy, es la última etapa buena de los Browns.

La tragedia para Cleveland llegó en
los noventa, concretamente en noviembre de 1995. Los resultados de años
anteriores no acompañaban. ¿Qué suelen hacer los dueños de los equipos en estas
situaciones? Exigir a las ciudades la construcción de un nuevo estadio. Eso fue
exactamente lo que hizo el propietario del equipo, Art Modell. El problema para
él fue que Cleveland no estaba dispuesta a gastar ni un solo dólar de dinero
público en un nuevo recinto. Pero a 600 kilómetros de distancia sí: Baltimore.

La ciudad de Maryland llevaba
huérfana de football desde el
traslado de los Colts a Indianápolis una noche de 1983 y accedió a darle al
equipo un nuevo hogar. Así, en plena temporada 1995, Modell anunció que se
llevaba a los Browns a Baltimore. Todavía conmocionada por la noticia, la NFL
llegó un acuerdo con Art para que la historia de los Browns se quedara en
Cleveland hasta que el equipo resucitase. La nueva franquicia establecida en
Maryland fue considerada un equipo de expansión. Habían nacido los Baltimore
Ravens, un nombre en homenaje a la novela El
Cuervo, de Edgar Allan Poe, el célebre escritor fallecido en esa ciudad.

Fue el tercer movimiento de
franquicia que vivió la NFL en poco más de dos años. En 1995 Los Ángeles perdió
a sus dos equipos (Rams –St. Louis– y Raiders –Oakland–) de un plumazo y en
1996 eran los Browns quienes desaparecían para dejar sitio a los nuevos Ravens.

Si Cleveland quería recuperar a su
equipo de football tenía que
construir un nuevo estadio. Sí o sí. Así, en noviembre de 1996, el vetusto
Cleveland Stadium fue demolido para ser sustituido por el que hoy conocemos
como FirstEnergy Stadium, un recinto de 283 millones de dólares construido al
100% para el fútbol americano (el anterior era originalmente un estadio de
béisbol). Los Browns estaban listos para renacer.

El 12 de septiembre de 1999,
después de casi cuatro años (cuando tenían a un tal Bill Belichick como
entrenador), Cleveland fue testigo del regreso de su equipo favorito. ¿El
resultado del partido? Browns 0-43 Steelers. Un reflejo de lo que ha sido la
franquicia desde entonces. Y es que tras su vuelta a la National Football League,
los Cleveland Browns sólo han tenido dos temporadas con balance positivo (2002
y 2007), no saben lo que es ganar un encuentro de Playoffs y han tenido casi una
treintena de quarterbacks titulares. El 0-16 de 2017 tan solo es la guinda al
pastel de un equipo convertido en una fábrica de memes.

Nada es para siempre y llegará el
día en el que los Browns por fin sean un proyecto de equipo serio. La historia
del deporte estadounidense así lo corrobora ¿Cuándo? Quién sabe, porque los de
Ohio parece que nunca dan con la tecla hagan lo que hagan. Una lástima, porque
durante casi una década fueron los más grandes. Aunque de eso hace ya mucho,
mucho tiempo.