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Champions League

Alves e Higuaín, cuentas pendientes con el Real Madrid

Será difícil encontrar el sábado en la final de Champions League a alguien más motivado que los juventinos Dani Alves y Gonzalo Higuaín, dos futbolistas con diferentes cuentas pendientes que resolver con el Real Madrid.

Para el brasileño y el argentino pocas cosas pueden ser más excitantes que vencer en una final de Liga de Campeones al equipo blanco. Por diferentes razones. Mientras Alves fue por casi una década un «azote» del madridismo durante su militancia en el Barcelona, Higuaín siempre mostró cierto rencor por su salida del club blanco.

Ambos se juntaron en la Juventus esta temporada y los dos fueron, de diferentes formas, jugadores capitales en la excelente temporada del equipo turinés, que ya tiene en el saco la Serie A y la Coppa, y que aspira a un histórico triplete con la Champions League.

A sus 34 años, Alves confirmó que está lejos de su ocaso. Abandonó el Barcelona tras ocho años llenos de éxitos por diferentes desencuentros con el presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, y sus directivos. Diferencias que el brasileño no tuvo problemas en airear.

Ya disfrutó de una pequeña venganza en los cuartos de final de la Liga de Campeones al eliminar al Barcelona y con la conquista de la Liga italiana, algo que los azulgrana no pudieron hacer en España. Sin embargo, ahora muchos de sus antiguos seguidores están con él para evitar el triunfo de los blancos, si bien el brasileño recordó: «No será una final entre Real Madrid y Barcelona».

Entre 2008 y 2016 defendió la camiseta del Barcelona con ardor y su expansivo carácter le hizo fijar un foco en el Real Madrid, al que atacó siempre que pudo. «El Real Madrid nunca sabe perder, les molesta estar tantos años por detrás», diría entre otras cosas. Alves nunca rehuyó la pelea y, puesto a elegir, se encaró con los dos pilares del vestuario blanco: Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.

Del portugués dijo: «Es demasiado personaje, demasiado protagonista». Suficiente para que la estrella del Real Madrid le retirara el saludo durante la última gala por el Balón de Oro. Y en relación a Ramos, intervino en la polémica generada con la hinchada del Sevilla, su ex equipo, que lo abuchea repetidamente: «No ha hecho nada para ganarse el respeto».

Alves es uno de los personajes más singulares del fútbol por sus extravagancias y su carácter. «Particularmente, en mi caso, o me aman o me odian, y a veces ni lo uno ni lo otro. Pero estoy vacunado y preparado para todo eso», resume.

Mucho más apagado es Higuaín, jugador que militó en el Real Madrid entre 2006 y 2013. Siempre tuvo la sensación de estar infravalorado, siempre tuvo que competir con los fichajes «galácticos» del club, y al final se acabó hartando.

Además, un sector de la hinchada blanca lo estigmatizó, al igual que le sucede en la selección argentina, y le creó la fama de futbolista que no aparece en las grandes ocasiones y que desperdicia goles decisivos. Una fama que lo acompañó hasta Turín.

Por eso no sorprendió verlo celebrar el gol que anotó ante el Mónaco en las semifinales de la Champions. Corrió y corrió hasta la curva donde estaban los hinchas, como si estuviera poseído. Había hecho un gol que sonaba a redención.

Ahora se mide con el Real Madrid y recuerda sin rencor: «Va a ser un partido extraño, pero lindo de jugar. Casi la mitad de mi carrera la hice en el Real Madrid y tengo muchos amigos allí». Sin embargo, todos saben que desearía como nadie pasar a la historia como el hombre que tumbó a los blancos en la final de Cardiff gracias a un gol decisivo

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