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Fútbol sudamericano

Yo quiero ser el Rey

 

Noviembre. Amanece en la ciudad y el sol se cuela por la ventana. El tiempo de los pájaros ya llegó y ella lo sabe. Rueda con el rocío impregnado del césped, avanzando con valentía a lo largo y ancho del mismo. La pelota está inquieta: llegó la recta final de la Primavera en Sudamérica. Y desde este año, con ella llega el partido definitorio de la Copa Libertadores de América.

Dos finalistas, un ganador. Cada vez falta menos para conocer al nuevo Rey del continente. Un argentino y un brasileño se disputan el trono en un campo de combate donde solo triunfará el más audaz. Lanús y Gremio componen una rica mixtura de historia, actualidad, juventud, experiencia, técnica y mucha jerarquía. A falta de dos encuentros para conocer al nuevo campeón regional, resulta fundamental exponer el cuadro de situación de cada equipo, recorriendo el sendero ya transitado y analizando virtudes, defectos y claves que los colocaron en la gran final. Allá vamos.

 

LANÚS

Viven un sueño. Y no quieren despertar. Los Granates del Sur llegaron por vez primera a la Final de la Copa Libertadores de América y nada les impide creer que se puede ir más allá. Consolidado como uno de los mejores equipos de Argentina en los últimos años, Lanús confía en Jorge Almirón y en un once que, con poco recambio, sale de memoria y hace frente a cualquier rival en la cancha. La impresionante e histórica remontada ante River Plate dejó en claro la premisa que ya casi es bandera de guerra: el cielo es el límite.

COMO LLEGÓ

Llegó a la punta del Torneo Local en la cuarta fecha y no bajó más. De ahí, final contra San Lorenzo, goleada y campeón. Así clasificó Lanús a la Copa Libertadores tras dominar de punta a punta un Torneo donde no tuvo oposición y en el cual demostró un fútbol de alto vuelo que rozó la perfección. En momentos donde el Rosario Central de Eduardo Coudet intentaba plasmar su poderío en el plano continental, el Granate sonreía en casa de la mano de José Sand, Miguel Almirón, Lautaro Acosta, Iván Marcone y compañía.

Pero a la Copa Libertadores llegó con ciertas bajas. Gustavo Gómez, el paraguayo Almirón y Junior Benítez no continuaron y fueron reemplazados por Marcelo Herrera, un interior como Nicolás Aguirre y el uruguayo Alejandro Silva respectivamente. Y si bien Lanús empezó la Copa con un traspié en casa tras caer derrotado ante Nacional de Uruguay, no volvió a ser vencido hasta Cuartos: 3-1 contra Chapecoense, 5-0 a Zulia, 1-1 en Venezuela, 1-0 en Uruguay ante su verdugo inicial y 3-0 reglamentado por CONMEBOL ante el equipo brasilero por la mala inclusión de un jugador en campo. Aún siendo el segundo mejor primero, el Granate no tuvo un choque sencillo: The Strongest había hecho una fase de grupos estupenda de la mano del entrenador venezolano César Farías aprovechando su fortaleza en la altura de La Paz. Los dirigidos por Almirón sacaron un agónico empate en Bolivia y definieron la serie en casa con un tardío gol de Pepe Sand.

Como si el destino hubiera querido ponerle una nueva prueba de fuego, Lanús debió enfrentarse a San Lorenzo en Cuartos de Final. Si, el mismo que derrotó para ingresar a la Copa. Nicolás Blandi dejó las cosas complicadas para los del Sur con un doblete que le dio la victoria al cuadro blaugrana en Bajo Flores. Pero en la Vuelta, Lanús sacó chapa y arrojó dos baldazos de agua fría en quince minutos: Sand y Nicolás Pasquini empataron la serie. Luego, setenta minutos de sequía y penales. Allí el arquero Esteban Andrada se convirtió en héroe y depositó a Lanús en su primera semifinal de Copa Libertadores. La cosa pasó de gris en el Monumental tras el 0-1 marcado por Ignacio Scocco a negra en La Fortaleza del Sur luego de recibir dos goles en los primeros 25 minutos. Necesitaba un milagro. Y el mismo empezó en la agonía del primer tiempo de la mano de Pepe Sand, que descontó y mantuvo viva la serie. Luego, en una media hora digna del mejor film de Steven Spielberg, Lanús remontó la serie entre arrebatos de sus puntas, errores defensivos y favorables fallos arbitrales. Del 0-3 al 4-3 en menos de veinticinco minutos. Ni el fanático más optimista lo hubiera imaginado.

 

IDEA DEL DT Y JUEGO DE EQUIPO

 

Esquema Base: 4-3-3

Valió la pena pasar por años tan turbulentos y pobres en el fútbol de »La Nuestra» para visualizar  un equipo como el Lanús de Jorge Almirón. Aquel campeón de 2016 reunía todas las condiciones de un cuadro serio que merece la pena ser recordado. Líneas adelantadas, amplitud, laterales proyectados, juego interior, cambios de ritmo, posesión con sustancia, contraataques letales. No faltaba nada. Y mantiene una buena parte de ello. Con intérpretes diferentes y menos pausa que la que solía tener con Miguel Almirón, el Granate sigue intentando imponer condiciones en todas las canchas. Esteban Andrada es el dueño del arco a la espera del regreso de Fernando Monetti. Por el costado derecho, José Luis Gómez es inamovible. El lateral, que bajó un poco su nivel en el último tiempo, fue seguido de cerca por varios cuerpos técnicos de la Selección Argentina y aún espera la oportunidad. Proyección, centros precisos, capacidad de asociación y finalización por dentro son algunas de sus virtudes. Tras la salida de Gustavo Gómez al Milan, Marcelo Herrera se convirtió en el primer defensor central del Granate. Hoy se disputa el puesto con Rolando García Guerreño, zaguero que llegó desde Unión de Santa Fe. Por izquierda, a diferencia de lo que ocurre en reiterados equipos argentinos, no hay ninguna duda de la titularidad de Maximiliano Velázquez, capitán y sobreviviente del equipo campeón del 2007. Todo un símbolo.

En el mediocampo, Román Martínez, Iván Marcone y Nicolás Aguirre suelen integrar el tridente que sale de memoria. Sin embargo, Nicolás Pasquini ganó terreno en el costado izquierdo tras su brillante actuación en la serie frente a San Lorenzo. Martínez arranca en la derecha pero se va moviendo entre líneas para generar espacios y asociar con los laterales proyectados o los extremos que se le acercan con el objetivo de contribuir a una circulación fluida. Todos los hilos son conducidos por Iván Marcone, volante que contó con algunas chances en la Selección y suena hace algunos mercados en el fútbol español, particularmente en Real Betis. La delantera no tiene nada que envidiarle al resto del equipo: Lautaro Acosta, de pasado por Boca, Sevilla y Racing de Santander, tiene un presente inmejorable como titular en la Selección Argentina y espera continuar haciendo historia en Lanús con su impredecible chispa en el extremo izquierdo del campo. Aunque José Sand personaliza la figura del nueve en Lanús, hay competencia en el banco: el ‘’Tanque’’ Germán Denis ha rendido cada vez que ha ingresado. Finalmente, el uruguayo Alejandro Silva es el dueño del costado derecho, habiendo pasado por los tres puestos de ese costado. Hoy, como extremo, es un peligro constante para los defensores rivales por su gran pegada y su habilidad para moverse en espacios reducidos.

LA CARTA DEL GOL

PEPE SAND

Haciendo camino al andar. Pocas frases le quepan mejor a un goleador como José Sand. Consolidado como un nueve experimentado, dio la vuelta al mundo en busca de otro hogar. Y terminó regresando al lugar que lo vio triunfar, a su morada. A su verdadera casa. Lanús y Sand están inevitablemente entrelazados desde aquel Torneo Apertura 2007 donde fue goleador, figura y pieza fundamental de un equipo histórico. Luego de tener pasos breves por Racing, Deportivo La Coruña, Argentinos Juniors y Aldosivi entre otros, volvió en 2016 al club para volver a gritar campeón. Una y otra vez. Ahora, ante un nuevo sueño y con 37 años, el goleador que superó los 100 tantos hará todo lo posible para festejar nuevamente y escribir la página dorada más reluciente en la historia del club.

EL JUGADOR A OBSERVAR

ESTEBAN ANDRADA

Diciembre de 2016. Allí se produjo el punto de inflexión para el arquero Esteban Andrada en Lanús. Tras la insólita rotura de ligamentos de Fernando Monetti, el guardameta vio la chance para tener continuidad y, de la mano de Jorge Almirón, lleva un largo tiempo como estandarte del arco granate. Luego de ser sondeado por Barcelona y tener un flojo paso por Arsenal de Sarandí, el arquero de 26 años logró asentarse en el primer equipo durante los últimos meses y hoy representa con madurez al club del Sur en cada instancia. Ejemplo de superación.

VECES QUE LLEGÓ A LA FINAL: Primera vez que llega a esta instancia en Libertadores

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GREMIO

Poner las cuentas a favor. Ese es el gran objetivo del Gremio de Porto Alegre. 1983, 1984, 2005 y 2007. A esas finales ha llegado el club brasilero con un saldo de dos victorias y dos derrotas. Curiosamente, ambos partidos definitorios en los que cayó derrotado (1984, 2007) fueron ante equipos argentinos, Independiente y Boca respectivamente. Por ello, enfrentar a Lanús no representa solamente otra final y la posibilidad de levantar su tercera Copa Libertadores; el Granate expone un escollo en sí mismo por ser argentino, ofreciendo al equipo brasilero la posibilidad de levantar un pagaré histórico. Tiene con qué hacerlo.

CÓMO LLEGÓ

Atlético Paranaense, Palmeiras, Cruzeiro y Atlético Mineiro. No han sido fáciles los rivales que debió superar Gremio para poder ganar la Copa de Brasil, competición que daba pasaje directo a la Copa Libertadores. En el torneo continental, el equipo Gaucho quedó encuadrado en el Grupo 8 junto con Guaraní de Paraguay, Deportes Iquique de Chile y Zamora de Venezuela. Cuatro victorias, un empate y una derrota ante el conjunto transandino lo colocaron en Octavos de Final sin demasiado sobresalto, convirtiéndose en el tercer mejor primero, solo por debajo de Atlético Mineiro y Lanús. Godoy Cruz lo recibió al calor de la tierra mendocina en la fase final. El equipo dirigido por Lucas Bernardi había hecho una estupenda fase de grupos que lo colocó merecidamente allí y no pensaba dar el brazo a torcer tan fácilmente. Pero no salió como esperaba. Al primer minuto de juego, Ramiro adelantó al equipo brasilero en Argentina. Gremio se llevó una linda ventaja a casa y, aunque pasó sobresaltos en los minutos iniciales por el gol de Javier Correa, remontó poco después el encuentro y definió la serie a través de un doblete de Pedro Rocha. Por aquel mes, los rumores sobre una posible salida de Luan al Spartak Moscú de Rusia empezaron a crecer y crecer hasta convertirse en un hecho concreto. Pero no. Finalmente, el media punta de 24 años no recaló en el Viejo Continente y espera ayudar al club a levantar su tercera Copa Libertadores.

En Cuartos, tocaría enfrentarse a Botafogo, que venía de eliminar a Nacional de Uruguay. Duro y reñido 0-0 de visitante y 1-0 en casa con gol de Lucas Barrios fueron los resultados que sirvieron para colocar al Inmortal Tricolor en Semifinales del torneo continental. Aun dejando pocas dudas hasta aquel momento, el equipo de Renato Gaúcho se abrochó realmente el traje de candidato tras golear por 3-0 a Barcelona Sporting Club en Ecuador. Luan, el brasilero que ya diera espectáculo con la Verdeamarelha en los Juegos Olímpicos pasados, fue la gran figura del encuentro marcando un doblete consagratorio. En casa, el 0-1 en contra con gol de Jonathan Álvez fue anecdótico y sirvió para enaltecer al equipo dirigido por el uruguayo Guillermo Almada, de gran campaña. La locura se adueñó del Arena Do Gremio: el conjunto tricolor había vuelto a una final luego de diez años. Si, una década después del último partido continental definitorio. Ante otro argentino, Boca Juniors. El fútbol, el destino y las revanchas.

IDEA DEL DT Y JUEGO DE EQUIPO

Esquema Base: 4-2-3-1

Sin ser antagonista desde la idea de juego a Lanús, Gremio suele ser más pragmático y directo. Aun contando con  intérpretes de igual o mejor pie que su rival (caso Luan, Arthur, Fernandinho), sus formas distan de los principios del juego de posesión. Largo, replegado con bloque a baja altura y un arquero con dificultades para jugar con pies a pesar de su irreprochabilidad cerca de los tres palos son algunas de las cosas que crean dificultad para construir con paciencia desde atrás.

Partiendo de los nombres particulares, el arco tiene dueño con nombre y apellido: Marcelo Grohe. Más allá de una atajada notable ante Barcelona en Ecuador que entrará a la historia grande de la Copa Libertadores, el guardameta de 30 años con recorrido en la Verdeamarelha lleva largo tiempo siendo una pieza fundamental en la que cualquier defensor puede depositar su confianza. Insustituible. La defensa, por otro lado, ha sufrido varias modificaciones, especialmente en sus laterales: Edilson es el titular habitual. Caracterizado como un marcador de punta brasileño clásico, pasa al ataque con  mucha decisión intentando asociarse en triángulo con un enganche como Luan y algún extremo o interior como Ramiro o Arthur. Leonardo Moura  le disputó el puesto en numerosas ocasiones, destacando en demasía en partidos como el 4-1 de Fase de Grupos ante Guaraní. Las dificultades en transición ataque-defensa y el descuido a espaldas de ambos marcadores de punta condicionan la estrategia de ataque: solo uno de los carrileros suele pasar al ataque, quedándose el otro en su propio campo para no desbalancear la última línea. Por otra parte, suele ocurrir que, en caso de rival lateralizando, el marcador de punta gaucho de aquel lado se cierra a la altura de los centrales y el volante por banda cubre la posición del marcador de punta, creando una línea de cinco defensores. Por izquierda, suele ubicarse Bruno Cortez, que pelea el puesto con Marcelo Oliveira. Aunque arrancó con Rafael Thyere como titular, la dupla central desde la derrota ante Deportes Iquique ha estado compuesta por Pedro Geromel y Walter Kannemann, zaguero que salió Campeón de América en San Lorenzo.

El doble pivote es de lo más variado. Según el partido y las características que solicite el mismo, puede contar con jugadores como Arthur (20 años, enorme futuro), Jaílson, Ramiro (aunque su posición sea la de extremo derecho)  y Michel. Hay que remarcar la baja de Maicon, todo un símbolo que sufrió una grave lesión que lo marginó de las canchas. Solo uno de los volantes centrales se desprende de su línea para atacar y colaborar con las triangulaciones en lo ancho del campo que sirven para ganar metros. En tres cuartos, Luan se hace eje y dueño del equipo. El enganche de 24 años estuvo a medio paso de ser transferido a Rusia en el último Mercado de Pases y espera ganar la Copa Libertadores antes de partir al Viejo Continente. Su valor de mercado no llega, quizá, a reflejar toda la calidad de un jugador que ha sabido destacarse en la Brasil de los Juegos Olímpicos acompañado de Neymar, que tomó la batuta durante toda la competición. Las bajas sufridas en Junio obligaron a Renato Gaúcho, entrenador del Tricolor, a realizar modificaciones obligadas en sus extremos: Ramiro y Fernandinho debieron tomar de manera obligada los lugares que antes solían ocupar Pedro Rocha (transferido al Spartak Moscow) y Miller Bolaños (vendido a Xolos de Tijuana). Nueve hay uno solo y Renato Gaúcho lo tiene claro: el paraguayo-argentino Lucas Barrios es inamovible de la alineación inicial y una garantía como punta de lanza del ataque tricolor. Seis goles en once partidos son los números que defienden su titularidad. Interesante duelo de atacantes tendrá con José Sand.

LA CARTA DEL GOL

LUAN

Lucas Barrios es el nueve, cierto. Pero el presente del mediapunta de 24 años es demasiado brillante para sacarle su mejor carta, la del gol. Habiendo marcado siete goles en diez partidos, el joven que ya amagara con jugar en el fútbol ruso sabe que no le queda mucho tiempo en América. Los dos partidos que vienen serán bisagra y una prueba de fuego única para las aspiraciones del chico nacido en Sao José Do Rio Preto.

JUGADOR A OBSERVAR

Arthur festejando en un choque entre Gremio y Fluminense por Octavos de Final de la Copa de Brasil 2017. FOTO: LUCAS UEBEL/GREMIO FBPA

ARTHUR

Media Europa ya clama por él. Pero no es tan conocido como debería: el mediocentro ofensivo o interior derecho de 20 años nacido en Goiás tiene un futuro prominente. Liviano y de una técnica sobresaliente cuya especialidad radica en el pase corto hacia adelante, el centrocampista no se achicó de ninguna forma y ha asumido el protagonismo necesario para llamar la atención de Tite, entrenador de Brasil. A pesar de que su físico no lo acompaña, nunca teme batallar en la medular para recuperar balones y tampoco evade intentar filtrar alguna pelota, aunque no sea su mejor virtud. Seguido a lo largo de la Copa, posee una última doble prueba para terminar de convencer al Viejo Continente y a Tite, que sigue de cerca su progresión.

 

VECES QUE LLEGÓ A LA FINAL: 5 (1983, 1984, 1995, 2007, 2017)

 

18. La mezquindad no conmueve a memoriosos. Escribo en Sphera Sports, Centrojás y de River en Pasion Fulbo. Producción en Metegol y El Eco del Gol. Inmerso en SQM Sports.

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