Síguenos de cerca

Otros

Ya no tenemos Villas ni Torres

Hace diez años se
consagró una dupla ofensiva referencia de la selección española en los mejores
años de su historia. David Villa y Fernando Torres eran intocables e
insustituibles. Las convocatorias las completaban delanteros con diferente
estilo de juego que conocían su papel de revulsivos o meros espectadores. En la
Eurocopa de 2008 fue Güiza el compañero del Guaje y el Niño. En Sudáfrica fue
el turno de Fernando Llorente. Ninguno de ellos tuvo un papel principal, pero
muchos serán los que recuerden el partido de Güiza contra Rusia (con ese gol de
vaselina que despejó todo ápice de nerviosismo que podría quedar entre el
combinado de don Luis Aragonés) o de Llorente ante Portugal (cuando peleó como
nadie con la defensa lusa ganando y reteniendo balones, tan importante en el
contexto del encuentro).

 

Pero lo cierto es que
ya no tenemos Villas ni Torres. El de Tuilla (Asturias) está viviendo sus
últimos años de carrera, que no su retiro —como muchos quieren tildar—, en la
MLS con el New York City FC, donde lleva siendo el goleador desde 2015. En este
próximo mes de marzo comienza una nueva temporada de la liga norteamericana en
la que nunca se sabe si Villa volverá a destacar hasta el punto de ganarse de
nuevo la confianza de Julen Lopetegui, como sucedió el pasado agosto de 2017,
cuando fue llamado para un partido de clasificación para el Mundial del que
salió lesionado. Otro caso muy distinto es el de Torres, que lejos de su mejor
versión de 2008, sigue rindiendo a un buen nivel en el Atlético de Madrid a la sombra
de Griezmann y Costa y junto al francés Kevin Gameiro. Si en sus temporadas más
pobres en el Chelsea y en su fugaz paso por Milán siguió siendo uno de los
nombres que siempre se colaba en la posible lista del seleccionador español,
actualmente no será diferente.

 

Las cosas han cambiado
para la delantera de la selección española. Ya no hay ningún intocable. Ya no
tenemos a ese jugador que todos y todas colocan en sus listas por delante del
resto. No tengo nada claro si esto es bueno o no. Lo que sí tengo claro es que
es inviable negar la calidad con la que cuenta el escaparate de arietes
españoles. El regreso de Diego Costa al Atlético de Madrid es una grandísima
noticia para Lopetegui. Y lo es más la forma en la que ha demostrado en el
terreno de juego que quiere llegar, cuanto antes, a su mejor versión. Es
difícil rehuir el insistente debate que rodea continuamente al hispanobrasileño
cada vez que viste la camiseta de La Roja o se defiende su
imprescindible permanencia en la selección. Tampoco es sencillo tratar de
razonar con eruditos que defienden que “no es español porque no español”
 y que “no siente la camiseta” a pesar de haber elegido defenderla por
encima de la siempre histórica canarinha.

 

En las últimas
convocatorias, el técnico guipuzcoano ha apostado por Morata y Aspas
regularmente. El madrileño abandonó el Real Madrid campeón de Europa el pasado
verano de 2017 en búsqueda de minutos e importancia en el Chelsea. Una
oportunidad que está aprovechando a medias. Morata es una pieza valiosa para
Antonio Conte, ha estado en sus planes por delante de un Batshuayi que jugará
cedido en el Borussia Dortmund hasta final de la presente temporada. El nuevo
competidor para el punta español es el francés Olivier Giroud, recién llegado
en el mercado invernal. El exjugador de Real Madrid y Juventus, si sigue en
línea ascendente en cuanto su rendimiento con el Chelsea, tiene bastantes
probabilidades de viajar a Rusia este verano y enfundarse la equipación de la
selección.

 

El de Moaña
(Pontevedra) atraviesa el mejor momento de forma de su carrera. Salir de
tierras gallegas no le vino muy bien. Desde que salió del Celta en 2013 para
jugar en el Liverpool hasta 2015, cuando regresó a su casa (previo paso por las
filas del Sevilla, donde sumó una Europa League —único título en su palmarés—),
Iago Aspas ha estado lejos de su mejor versión. Falta de minutos, aclimatación
al equipo o la liga o, probablemente, el resultado de multitud de
acontecimientos y decisiones aciagas y desafortunadas para el gallego. Pero
Aspas ha vuelto. O, mejor dicho, volvió desde su primera temporada de
reaparición con la camiseta celeste y es esta campaña en la que estamos viendo
a un Aspas excelso, con la velocidad endiablada y el desparpajo de un joven de
19 años y la mentalidad y visión de un experto cazador de goles de 30. Además,
con España ha dado un rendimiento inmediato: en sus primeros (y de momento
únicos) 7 partidos ha convertido 3 goles y ha demostrado sumar cualidades
completamente diferentes al resto de compañeros de su misma posición.

 

Diego Costa, Álvaro
Morata e Iago Aspas son los tres nombres que parecen estar por delante del
resto a la hora de pensar en la delantera del combinado nacional español. Pero
no hay pocos nombres en esa segunda línea en la que esperan su oportunidad
multitud de delanteros ofreciendo un gran rendimiento en sus respectivos
equipos. En el Valencia, Rodrigo Moreno y Santi Mina suman 9 tantos cada uno.
El primero de ellos ya ha tenido minutos con Julen Lopetegui en la selección,
pero en el periodo en el que Diego Costa no ha estado disponible, por lo que
parece que con el regreso del jugador del Atleti, pasa de la lista de
“seleccionados” a la de “seleccionables”.

 

De la Costa Blanca a la
Costa Brava, donde Gerard Moreno está exhibiendo su mejor fútbol en una
temporada difícil para el Espanyol. El punta perico lleva 13 goles anotados y 2
asistencias entre el torneo liguero y la Copa del Rey. Dicen que en las citas
importantes es donde se ven a los jugadores importantes, y Gerard Moreno fue
uno de los protagonistas en la histórica victoria del Espanyol ante el
Barcelona en Copa del Rey. Desde ese partido, su nombre no ha parado de sonar
como opción para el ataque de la selección.


Tampoco puede pasar
desapercibido el rendimiento de Mariano Díaz en Francia con un Olympique de
Lyon que maravillosa ofensivamente casi cada fin de semana reuniendo la calidad
de Fekir, Depay, Bertrand Traoré, Aouar, Cornet y, cómo no, el talento de
Mariano. De ascendencia dominicana, el nacido en Barcelona aún tiene la
oportunidad de vestir la elástica de La Roja, puesto que con la
selección de República Dominicana tan solo disputó un encuentro amistoso en
2013 (en el que, por cierto, participó en dos goles). A Mariano le sigue una
larga lista de actores secundarios que nunca se sabe si de aquí a final de
temporada harán dudar al seleccionador de cara a la decisión final. En esa
lista aparecen nombres como Portu, Ángel Rodríguez, Paco Alcácer, Sandro
Ramírez, Lucas Pérez, Aritz Aduriz, los ya mencionados Torres y Villa o, por
qué no, Jaime Mata, quien, con 23 goles y 5 asistencias en 26 partidos (hasta
ahora), está demostrando un tan extraordinario rendimiento que, estoy seguro,
si jugara en una liga como, por ejemplo, la belga o neerlandesa daría mucho más
que hablar. Incomprensible esto con el impresionante nivel que tiene Segunda
División.

Sevilla, 1996. Periodismo deportivo como vocación. Amante del fútbol matutino y de los entrenadores arriesgados.

Comparte la notícia

Comentar la noticia

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

No te lo pierdas

Más sobre Otros