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Vrsaljko, Arias y las vueltas del carril derecho

Tras hacer un gran Mundial, tras ser elegido mejor defensor de la Eredivisie y tras un lustro rayando a gran nivel en Holanda, Santiago Arias llegaba rebotado al Atlético como una oportunidad de mercado maravillosa. El Nápoles se había lanzado a por el colombiano a la par que a por Memo Ochoa y, cuando tenía un acuerdo por los dos, se dio cuenta que por temas de extracomunitarios, solo cabía uno. Al final el que firmó fue Ospina y no llegó ninguno de los anteriores, y el Atlético, con la caña puesta, pescó al lateral al que el PSV ya había buscado reemplazo y necesitaba vender a bajo coste.

Todo eso supuso la marcha de Vrslajko que, tras ser uno de los mejores jugadores del Mundial, quería salir. Lo del croata es una incógnita absoluta. Se habla de lesiones, de fingimiento de lesiones, de malos diagnósticos. El caso es que nunca pareció casar su entendimiento del fútbol con Simeone, que tardó varios meses en domesticar a un jugador al que realmente se le podría haber sacado un gran rendimiento.

El problema ahora emerge en la posición cuando uno ve que Arias no está para competir desde el principio y Juanfran es un jugador que cuenta con más apariciones en la enfermería que sobre el verde. El extremo, reconvertido exitosamente hace siete años en defensa, no está para jugar de titular cada tres días. Su físico, a los 33 años, ya ha pasado por su mejor momento de forma y la exigencia no le permite jugar con la misma frecuencia que hace unos años.

Thomas, Giménez o Savic pueden ser parches para momentos puntuales. Pero los centrales no tienen proyección ofensiva y el africano no tiene el rigor táctico cuando juega ahí ni las nociones defensivas de un lateral. Sin Juanfran en la convocatoria ante el Celta por lesión, Simeone tenía una opción idónea para meter a Arias, pero el partido podía ser una encerrona para el colombiano. No es Balaídos un campo que genere muchas facilidades a los rojiblancos en los últimos tiempos y medirse de primeras a la electricidad de Pione Sisto igual había echado a los leones para toda la temporada a Arias de haber hecho un mal papel. De hecho, el Atlético quedó aquel día totalmente desdibujado y el cafetero dispuso de algunos minutos al final del partido sin suerte.

Quizás el momento perfecto para confiar en él fue en el estreno en casa ante el Rayo Vallecano, donde el propio Juanfran se lesionó, pero el Cholo pensó que el sudamericano no estaba preparado y ni siquiera se sentó en el banquillo.

El caso es que, aunque ese sea el escenario, la realidad es que Simeone no confía aún en el jugador al que ha dejado en tres de los cinco partidos oficiales fuera de la convocatoria y que, pese a ser elegido mejor defensa de la Eredivisie, está verde para el primer nivel. Nadie duda de la alegría ofensiva del cafetero, ni de su buena asociación con balón y de su punta de velocidad. Pero en el Atleti, todo se construye desde atrás. Y un lateral primero es un defensa y como su propio nombre indica, ha de defender.
El inicio dubitativo de los rojiblancos, además, hace que Simeone prefiera confiar en su vieja guardia para sacar adelante un arranque de Liga complicado. A todo eso se suma el agente externo de las lesiones. Arias, tras el parón por selecciones, ha llegado lesionado. Ya se quedó fuera de la lista ante el Eibar y no estará tampoco en el partido de Champions. En su lugar, Simeone ha llamado a Solano, canterano y compatriota del ex del PSV, que además tiene unas características muy parecidas a las del propio Arias.

¿Cuándo estará preparado Arias? No lo sabemos. Debutó por exigencias del guión. Porque Savic fue expulsado, porque no había mucho más donde elegir. ¿Ha ganado el Atlético con el cambio con Vrsaljko? Rotundamente no. ¿Debería haber fichado un lateral polivalente debido a las continuas lesiones musculares de Juanfran? Probablemente. ¿Mereció la pena prescindir de un jugador que, con sus más y sus menos, entendía ya lo que pedía Simeone y estaba acoplado a la plantilla? Lo sabremos a lo largo del curso. El carril diestro es el punto flojo de un Atlético que ha empezado la temporada con luces y sombras. Es este uno de los equipos que más necesita de la participación de sus laterales en la creación, y de momento, por unas cosas o por otras, el puesto hace aguas.

Por eso chirría mucho que el Atlético haya jugueteado así con la posición que más coja tiene de la plantilla. A Vrslajko, en tierras italianas, no le va de momento mucho mejor. El Inter es una montaña rusa y el croata solo ha sido titular en uno de los tres partidos que van disputados y él ha estado disponible, y lo hizo en un 3-4-3 al que no está acostumbrado y que le hizo ser tan intrascendental que acabó siendo sustituido. Y es que Vrslajko, tras el parón internacional, también ha regresado a Italia lesionado.

¿Se precipitaron las dos partes en intentar separarse en vez de conformarse con un matrimonio de conveniencia y seguir juntos? ¿Ha dejado ir el Atlético a un lateral para fichar a otro que va a dar los mismos problemas? ¿Fichará el Inter de manera definitiva al jugador? Recordemos que los neroazzurri han dejado escapar a Cancelo y Rafinha en situaciones más que similares, por lo que no es descartable que Vrsaljko y el Atlético vuelvan a cruzar sus caminos en el futuro si las cosas no van bien durante los doce meses que les dura esta orden de alejamiento.

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