En el repecho de Ans, colofón de la Liège-Bastogne-Liège, finalizó la temporada de clásicas de primavera. La estrechas carreteras flamencas y valonas -francesas e italianas en menor medida- obstaculizadas por innumerables adoquines y cotas, deja ya paso a las vueltas por etapas y la alta montaña, a la preparación del Giro d’Italia, a la vuelta de la esquina, y el Tour de Francia.
Lieja cerró además un decepcionante tríptico de las Ardenas, en el que salvo en los kilómetros finales -o ni eso- y durante una decena de minutos caóticos sin continuación en la Decana, el espectáculo brilló por su ausencia. Triunfó el control, el cerrojo, el catenaccio del que ya hubo tiempo de escribir tras Amstel y Flecha Valona. Y también triunfó un señor de Murcia.
El dominio de Alejandro Valverde sobre estas carreras ha sido apabullante, casi insultante para sus rivales, varios peldaños por debajo en esta ocasión. Fue segundo en Valkenburg, superado en el sprint solo por el campeón del mundo Kwiatkowski, y salió vencedor, por tercera vez en ambas, en Huy y en Lieja.
En tantas ocasiones en grandes eventos, Valverde ha pecado de errores de lectura que le han privado de más victorias de tronío cuando era el más fuerte. No así este año, en el que no solo era el mejor del pelotón, sino que también lo demostró. Ni un solo fallo: en Amstel enlazó con los atacantes Gilbert y Matthews antes que nadie tras el Cauberg, en Flecha no permitió ni un solo ataque en el Muro de Huy en cabeza del grupo y en Lieja se encargó de neutralizar el intento final de Dani Moreno guardándose un punto para el sprint. Impecable.
Valverde ha entrado en la historia de las Ardenas. Ya es el tercer ciclista con más triunfos en el tríptico (6), solo por detrás Moreno Argentin (7) y Eddy Merckx (10); el segundo que consigue dos dobletes Flecha-Lieja (ya lo consiguió antes en 2006, con nueve años de diferencia); y el tercer ciclista más veterano en ganar la Decana, con 35 años, solo por detrás del malogrado Ockers y el tramposo Vinokourov, que en 2011 compró a Kolobnev la victoria por 150.000 euros.
El murciano también tiene el historial que tiene: esa bolsa de sangre con EPO de la Operación Puerto -que salió a la luz poco después de sus primeros triunfos en las Ardenas- siempre estará allí, no hay que olvidarlo. Pero tras su sanción de dos años, volvió igual o más fuerte, y en este 2015 también más maduro y resolutivo.
Los debates y los “y si…” sobre el transcurso de su carrera nunca acabarán, con ambas posiciones igual de lícitas -y atrincheradas- en sus argumentos. Pero sobre la carretera, y es innegable, siempre entre los mejores en casi cualquier terreno, Alejando Valverde ya se ha confirmado como uno de los ciclistas más completos de los últimos 15 años. Por lo menos.
VIDEO | Los últimos 10km en Lieja y el control total de Alejandro Valverde. (vía @CyclingHubTV)
