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Fútbol femenino

Sin mirar a la clasificación

Cuando estás en una situación complicada, cuando sientes que nada te sale bien, que trabajas toda la semana pero no llega la recompensa final, cuando te centras en el resultado más que en el camino… Lo lógico es que entres en una espiral de negatividad de la que es muy difícil salir.

Probablemente eso le ha pasado a un Villarreal que, si bien arrancó con nota su primera experiencia en la máxima categoría (empate en Huelva y victoria ante el Eibar en las dos primeras jornadas), llegó a encadenar ocho derrotas consecutivas y diez partidos sin ganar. Pronto se hundió en el último puesto de la tabla, más todavía tras la sanción por no llevar el parche de la competición en las camisetas, lo que le llevó a perder seis puntos que la entidad amarilla espera recuperar.

En esa racha terrible que duró casi tres meses, el Submarino solo consiguió marcar cinco goles. En las 13 jornadas que llevamos de Primera Iberdrola se ha quedado sin ver puerta en ocho. Un balance ofensivo muy pobre que contrasta con el arsenal del que presumía el conjunto amarillo en Reto Iberdrola, con 51 goles a favor y un tridente, la triple ‘S’ (Salma, Sheila y Sara) que atemorizaba a sus rivales. La rotura de ligamento de la primera de ellas ya en la segunda fase está teniendo más repercusión ahora que en Segunda, y es que Paralluelo se iba confirmando como una de las grandes promesas del fútbol femenino español, brillando también en categorías inferiores de la Roja. Su vuelta (cada vez más cerca) se espera como agua de Mayo en el conjunto amarillo.

Sin embargo, el Villarreal tiene futbolistas para hacer más goles de los que dice su casillero. Tere Morató en el Rayo, Belén Martínez en el Santa Teresa y Raquel Pinel a lo largo de toda su carrera han demostrado efectividad y nivel contrastado en Primera División. La andorrana todavía no se ha estrenado (si bien una lesión le ha dejado fuera durante muchas semanas), Pinel solo ha firmado un tanto y Belén ha comenzado a enchufar ahora, con tres goles en las tres últimas jornadas. La experimentada delantera, tras toda una vida ligada a clubes de Extremadura, parece haberse soltado por fin.

No ha sido fácil para el Submarino adaptarse a la élite, y las comparaciones son odiosas con un Alavés que marcha sexto en la tabla a solo cuatro puntos de puestos de Champions League. Muchos coinciden en que el salto de nivel del Grupo Sur a la Primera Iberdrola es mucho mayor que desde el Grupo Norte. Aunque la planificación del club fue rapidísima (a mitad de julio ya tenía cerrada la plantilla a excepción de la vuelta de Aixa Salvador al final del mercado) y los fichajes parecían acertados, no ha sido fácil para Sara Monforte gestionar un grupo cuya mitad apenas contaba con experiencia en la máxima categoría y la otra eran todo caras nuevas de ocho equipos diferentes. “Nuestro estilo de juego tiene un proceso de aprendizaje. Seguro que aquellos que han seguido nuestros partidos han visto la progresión que estamos teniendo. Y cada vez será más grande. Tengo que convencer a las jugadoras de que cada vez somos mejores, hacemos más ocasiones y cometemos menos errores”, dijo hace poco en rueda de prensa la técnica castellonense.

En plena dinámica negativa es difícil encontrar cosas que elogiar, pero lo cierto es que el Submarino mejoró en todos sentidos cuando tocó fondo en su derrota por 0-2 ante el UDG Tenerife a principios de noviembre. El cuadro amarillo llegaba a ese partido (aplazado a entre semana) tras encajar un 0-3 en casa ante el Madrid CFF, y una nueva derrota sin apenas hacer un rasguño al rival probablemente habría precipitado decisiones en otro club. Pero el Villarreal siguió confiando en Monforte, la misma que reestructuró un equipo estancado en las profundidades de las ligas regionales y lo llevó a Primera División en tres años. El ascenso no se consiguió de la noche a la mañana, y adaptarse a la élite no iba a ser tan fácil como parecía tras sumar cuatro puntos en las dos primeras jornadas.

Así, las amarillas ya merecieron más ante el Sevilla (2-3) y Rayo Vallecano (2-2), y lograron aguantar un 0-0 hasta el minuto 80 frente al Real Madrid. Se ve a un Villarreal que genera más ocasiones, que no sufre tanto en las áreas y que tiene más confianza en sí mismo. La victoria ante el Levante el pasado fin de semana (1-2) no es un triunfo cualquiera. Supone ganar tres meses después a un rival que no había perdido en su estadio, que el curso pasado acabó tercero en la Primera Iberdrola y que ha sido capaz de plantar cara al mismísimo Olympique de Lyon. Sin la sanción, el Villarreal ya tendría ocho puntos, los mismos que un Valencia que está fuera de los puestos de descenso y al que se enfrentan este mismo fin de semana.

La clave para salir del pozo la tiene muy clara Monforte. “Les digo que no miren la clasificación. Que se mentalicen en que lo importante es el día a día, trabajar, y el partido que viene ahora. No es fácil ser fuertes mentalmente, porque si ves la clasificación estamos ahí abajo. Intentamos olvidar dónde estamos, porque a día de hoy no tiene sentido. Cada vez estamos mejor, y esa es la mejor manera: concienciarnos de que ese es el camino”. Poco a poco, el Submarino va asomándose en la superficie.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: @CVFFemenino

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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