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Paula Nicart: “Estoy orgullosa de la persona que soy hoy en día”

En el penúltimo programa de EstrELLAS a Escena tuvimos la fortuna de contar con Paula Nicart, jugadora del Sevilla y una de las mejores centrales de la Primera Iberdrola en la última década. La catalana ha sido protagonista reciente porque ha decidido colgar las botas a sus 27 años tras pasar por un calvario en forma de graves lesiones.

“Al pasar por quirófano, creíamos que era únicamente una rotura del menisco externo otra vez, que en este caso era el trasplantado. Y como en todas las operaciones he estado despierta (porque me gusta verlo) el cirujano me dijo: -Paula, esto está bastante peor de lo que pensamos. Es el cartílago otra vez. Tenemos que empezar a plantearnos cosas en serio. Ya es por tu salud. No tienes 20 años-”.

Fue entonces cuando se empezó a plantear la retirada. Porque Paula siempre quiso mantener la esperanza e intentó hasta el final seguir en el fútbol. “Empecé a darle vueltas otra vez, a recuperarme y empezar otro año más a ver qué tal. Cuando volví al campo los dolores eran soportables, pero no me dejaban rendir a mi nivel. Ahí empecé a pensar: si tengo que retirarme, que sea habiendo hecho una mitad de temporada a buen nivel, y no retirarme con mal sabor de boca. Eso va mermando tu salud, también mental. No es fácil verte a un nivel que no sabes que es el tuyo. Han sido unos meses bastante duros. Un día me levantaba y decía que no podía más. Al día siguiente decía: aguanta un poquito más. Al final he tenido que tirar de cabeza fría, de razonamiento. -Paula, tienes que pensar en tu vida y en tu futuro. Si cobrásemos lo que cobran los hombres aguantas, porque es para tu familia y te soluciona la vida. Pero los médicos me metieron caña, me dijeron que si seguía así podía ser candidata a prótesis porque tengo una artrosis importante. Entre todo eso y que necesitaba una estabilidad, al final esa parte racional la saqué a relucir porque sino no salía aquí en cinco años”.

Lo cierto es que Paula, que ha pasado hasta cinco veces por el quirófano, ha logrado volver casi siempre al campo mostrando su mejor faceta, esa que le llevó a ser importante en el Valencia y una fija en la Selección. “Siempre he intentado volver físicamente a buen nivel. El año pasado no fue nada fácil, y eso que en el Espanyol me cuidó muchísimo y que estaba rodeada de mi gente en Barcelona. Pero yo jugaba, entrenaba y vivía con unos dolores que no me dejaban ni subir las escaleras tranquila. Cuando en el Sevilla volví a tener estos dolores pensé: ya no puedo más, necesito pensar en mi futuro. Siempre ha sido una lucha interna, de seguir intentando, pero hay que meterle un poco de pensamiento racional. Esta vez he visto que no iba a ser capaz de volver a un rendimiento que es el que yo quiero en el fútbol. No quería rendir menos de lo que una es, porque sientes que ese yo futbolista ya no es tan tú. Si estás haciendo algo que es tu pasión e identidad y no te sientes tú misma, porque físicamente no puedes, es muy frustrante”.

En todo ese proceso, el Sevilla siempre estuvo ahí. “Ha sido maravilloso. Porque yo quería pasar por quirófano y volver a jugar, y ellos antepusieron la Paula persona a la Paula futbolista. Mi médico, Julio, tirando más a la parte personal y pensando en mi salud, cuando vimos que tenía que pasar quirófano sí o sí abogaba porque me plantease la retirada. Desde ese momento el Sevilla ha estado a mi lado, apoyándome en todo. Se lo comenté a Amparo y Cristian, me dijeron que era algo que ellos tenían en mente y que estaba tomando la decisión correcta. Me lo pusieron muy fácil”.

Nueva etapa con la medicina de fondo

Nicart siempre ha tenido que compaginar la carrera de futbolista con los estudios siempre exigentes de medicina. Ahora va a tener más tiempo para centrarse en su otra gran pasión. “Eso es un arma de doble filo también. Soy buena estudiante, lo he sido siempre. He sacado buenas notas y tal. Con el tema del fútbol siempre me he organizado bien, porque tampoco te coges todas las asignaturas. Pero ahora que voy a tener tanto tiempo para dedicarle únicamente a eso, que le voy a echar más horas… si no cumplo mis expectativas me voy a venir abajo (risas). Si sacaba esas notas con el fútbol, ¡ahora tengo que mejorarlo!«

Lo que es seguro es que va a sentir un vacío importante sin el balón. “Como me he dedicado a esto toda mi vida nunca he estado en el mundo real (risas). Voy a salir de esta burbuja del fútbol por primera vez y me pilla por sorpresa, porque no sé qué voy a hacer con tanto tiempo sin él. Hoy en día nos consume las 24 horas del día, más allá de que estudiemos y demás. Ha sido toda mi vida desde hace 22 años. No sé cómo va a ser la Paula no-futbolista. Para mí salir un sábado por la tarde-noche con mis amigos o pareja va a ser muy raro. Me estoy viniendo arriba y no voy a saber distribuir mi vida social con tantos meses ocupados (risas)”.

Una central de quilates

Paula Nicart fue en su momento una de las mejores zagueras de la Primera Iberdrola y una de las más prometedoras. Pasó por todas las categorías inferiores de la Selección, disputó la Eurocopa de Países Bajos, lideró la defensa del Valencia durante años y fue una de las artífices de la mejor temporada de su historia, la que acabó el club che como el menos goleado de la categoría. Muchos se preguntan qué habría sido de la carrera de la catalana de no ser por las lesiones.

“Es algo que de vez en cuando se te pasa por la cabeza, pero siempre he sido bastante realista en ese aspecto. Sería torturarme más que otra cosa. No quiero castigarme con eso porque no ha sido algo de lo que yo sea responsable. Yo soy quien soy por el camino que he recorrido. Estoy orgullosa de la persona que soy hoy en día. No le doy muchas vueltas”.

En todo ese proceso fue clave Cristian Toro, el técnico que le cambió la carrera y con el que se despide precisamente en el Sevilla. Cristian me cogió cuando era una niñata que se creía que lo sabía todo. Y no sabía nada, vamos. Ni de lo que iba el fútbol. Con él he crecido hasta ser una persona madura, una mejor jugadora, una mejor compañera… me ha enseñado muchísimas cosas. Para mí siempre va a ser una persona especial. De ser una niñata recién llegada en Valencia a ser una de las capitanas, con responsabilidades y cierta personalidad. Para mí ha sido importante acabar mi carrera de la mano de quien empecé esta andadura”.

De aquellos días en Valencia, recuerda con cariño las participaciones en Copa de la Reina. “En mi primer año en el Valencia eramos un equipo muy mediocre a nivel técnico. Pero la piña que hubo y el liderazgo de Cristian nos llevó a la final. Y aunque la perdimos porque hicimos el peor partido de la temporada, pasamos por ganarle al Athletic, al Barça en semifinales… era algo que nadie esperaba. Recuerdo esa temporada y la que quedamos terceras, que en Copa también hicimos buenos partidos. La victoria al Athletic fue muy bonita también, a pesar de que mi compañera Ivana se rompiera la clavícula, la pobre. A mí me marcó mucho porque después de eso fui con la Selección a la Eurocopa de Holanda”.

Por supuesto, al Sevilla le desea lo mejor. “Sé que están trabajando mucho en la plantilla del año que viene, creo que va a mejorar a la que tenemos este año. Confío en que el Sevilla vaya de octavo hacia arriba. Le voy a tener un cariño especial toda la vida, como si fuera de la casa. Retirarme aquí ha sido muy bonito. Espero y deseo que el Sevilla acabe jugando Champions más pronto que tarde».

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: @SevillaFC_Fem

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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