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Fútbol femenino

Orgullosos del Atlético (femenino)

Se le pueden reprochar muchas cosas a una institución como el Atlético de Madrid, pero ninguna de ellas tiene que ver con la falta de trabajo o el esfuerzo colectivo. Desde la llegada de Diego Pablo Simeone al banquillo rojiblanco, la entidad que preside Enrique Cerezo es un grande de Europa, un aspirante a todo y un conquistador de títulos.

Pero el aficionado del Atlético no solo debe estar orgulloso de su equipo masculino. En realidad, podría estarlo más todavía de las chicas de Atleti Féminas. Los resultados están ahí: 12 jornadas disputadas, 10 victorias y tan solo dos empates. 42 goles a favor (el que más de la Liga Iberdrola) y ocho en contra. Y un juego que ya hasta asusta.

 

 

Ante el Levante les llegaba la verdadera prueba de fuego en lo que llevamos de temporada. El conjunto granota llegaba a la cita invicto y tras vencer en el derbi valenciano. Se marchó de la Ciudad Deportiva Wanda con un 5-0 en contra y sin apenas crearle un rasguño a las jugadoras entrenadas por Ángel Villacampa. Mención especial si cabe para Sonia Bermúdez, que a sus 32 años se conserva como si tuviera 22. Participó en tres de los tantos, con una genialidad convertida en asistencia de tacón en el cuarto de ellos.

Este año parece que sí son la gran alternativa al Fútbol Club Barcelona en la lucha por el título. Lo tratarán de demostrar el próximo domingo ante las azulgranas en el mismísimo Vicente Calderón, donde promete ser un día histórico y cargado de máxima expectación. Ya la campaña pasada lograron vencer en la final de la Copa de la Reina con goles de Sosa, Meseguer y Esther, que pusieron 0-3 el marcador en apenas 29 minutos. Ahora el Barça llega como líder y con un único tropiezo en su haber, además de saberse uno de los ocho mejores de Europa al clasificarse para cuartos de final de la Champions League femenina.

 

 

Sí, el aficionado rojiblanco puede estar muy orgulloso del equipo de Simeone, pero puede estarlo el doble del equipo de Ángel Villacampa. El domingo se avecina un espectáculo.

 

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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