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Optimismo rossonero

Han pasado seis años desde el último Scudetto del Milan. Fue el último intento en busca de una bocanada de aire de un club que ya estaba en crisis. Desde entonces, la involución del Milan ha sido tal que ha llegado a este 2017 a años-luz de la Juventus, lejísimos de Roma y Napoli y tras superar tres temporadas fuera de competición europea.

Tras más de un lustro de travesía, el Milan ha recuperado el optimismo. No ha comenzado oficialmente el mercado de fichajes y los rossoneri ya han cerrado cuatro fichajes que están devolviendo la confianza a una afición hundida que el año pasado no cubrió ni 13.000 abonos en San Siro.

La larguísima negociación para la venta del Milan al consorcio chino liderado por Yonghong Li tuvo final feliz en abril. La inversión no se ha hecho esperar: apenas mediado el mes de junio, ya son 100 millones de euros invertidos en nuevas contrataciones. El objetivo es reforzar todas las líneas para volver a hacer competitivo al Milan en Italia -con el retorno a la Champions League como meta mínima- y en Europa.

En la defensa, la llegada de Mateo Musacchio, joven (26 años) pero experimentado en España con el Villarreal, supone un salto de nivel para el centro de la zaga. Alessio Romagnoli, que a sus 21 años es el líder defensivo del Milan, encontrará por fin un central de nivel a su lado, dejando atrás el ímpetu desmedido de Paletta -cinco expulsiones esta temporada- y la irregularidad de Cristian Zapata.

Ricardo Rodríguez, lateral suizo del Wolfsburg, cubre por fin las carencias del Milan en el flanco izquierdo de la defensa. En los últimos tiempos, Mattia De Sciglio a banda cambiada nunca ha terminado de convencer, hasta el punto de que por momentos esta temporada ha jugado allí Lionel Vangioni, futbolista que llevaba meses en el ostracismo. Rodríguez supone especialmente un salto a nivel ofensivo, ya que en los últimos años se ha mostrado como uno de los laterales más eficientes, profundos y prolíficos en asistencias de Europa.

Franck Kessié es la gran apuesta para el mediocampo. Ha sido la revelación del Calcio desde inicios de temporada con la Atalanta, primero por sus goles y luego por su potencia en el mediocampo. Con apenas 20 años, el marfileño es un todocampista moderno, con físico, recorrido y llegada al área contraria. Esta temporada ha sido la de su debut y está por ver su rendimiento fuera del ecosistema propicio creado por Gasperini en Bérgamo. No obstante, el Milan se adelantó en su fichaje a la Roma, algo impensable en los últimos veranos.

En ataque, el fracaso de Carlos Bacca y, en menor medida, de Gianluca Lapadula es palpable. Ninguno ha cumplido las expectativas como goleador y al colombiano se le busca salida. En este contexto, la llegada de André Silva es un soplo de aire fresco para el ataque rossonero. Esta temporada Silva se ha convertido en uno de los delanteros más prometedores de Europa, anotando 28 goles con el Porto -en campeonato y Champions- y con la selección de Portugal.

Con la llegada del portugués, probablemente se descarta la llegada de otros delanteros de más nombre internacional que habían recibido el interés del Milan. Álvaro Morata -cerca del Manchester United-, Pierre-Emerick Aubameyang -pretendido por el PSG- y Andrea Belotti -parece que se quedará en el Torino- eran figuras más consolidadas a nivel internacional pero con un precio muy superior.

Y es que, por el momento, la gestión de los fichajes de Marco Fassone y Massimo Mirabelli se está caracterizando por la racionalidad: apuntando claramente a los puntos a reforzar de la plantilla y adelantándose a la competencia. El dispendio de 102 millones de euros se divide entre los 18 millones de euros por Musacchio y Rodríguez -más baratos que hace un año, al acabar contrato en 2018-, 28 millones por Kessié -cesión por ocho millones el primer año- y 38 millones de euros por André Silva -muy rebajado por los problemas del Porto con el fair play financiero.

No serán los únicos fichajes: el Milan maneja opciones para fichar al menos un mediocampista más -el veterano Biglia y el polaco Krychowiak– y un extremo –Keita Baldé es el favorito-. A parte, todo parece indicar que, antes o después -condiciones especiales a un lado- Gigio Donnarumma renovará con el club rossonero.

Vincenzo Montella, renovado en el banquillo, tiene mimbres para crear un equipo capaz de devolver al Milan al lugar que históricamente merece.

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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