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Tenis

El equilibrio entre persona y tenista

Los primeros días de Roland-Garros, ya de vuelta en su lugar del calendario y con público en la grada, el foco deportivo ha compartido protagonismo con el extradeportivo. Una noticia completamente inesperada y sin precedentes: Naomi Osaka ha causado baja antes de jugar la segunda ronda tras anunciar que no atendería a la prensa.

Pongamos todo en orden cronológico. El pasado miércoles 26 de mayo, en plena fase previa, Naomi Osaka emitía un comunicado en sus redes sociales anunciando que no atendería a los medios de comunicación durante el torneo. Se excusaba en que ha habido veces que ha sentido que a la gente no le preocupa la salud mental de los tenistas, que contesta las mismas preguntas una y otra vez y que hay cuestiones que hacen dudar al tenista y no quiere exponerse ante gente que duda de ella.

Añadía, adelantándose a los acontecimientos, que, si la respuesta del torneo era multarla e ignorar el problema de fondo, lo pagaría, se reiría y esperaba que esa cantidad de la multa se destinase a organizaciones benéficas de salud mental.

El domingo 30 de mayo, tras el primer partido de Naomi y su primera rueda de prensa cancelada, el torneo emitía un comunicando confirmando la multa por no comparecer ($15.000, unos 12.000€), al estar obligada a hacerlo. Amenazaban con más multas, una posible expulsión del torneo y de futuros Grand Slams. En ese mismo texto, firmado por los cuatro Majors, se detallaba que habían intentado hablar con la tenista para entenderse, sin éxito. Confirmaban su compromiso con la salud y el bienestar mental de los tenistas y, a la vez, insistían en las reglas establecidas: es obligatorio comparecer. Forma parte del circuito y de la vida que tienen los tenistas.

Naomi Osaka en la primera ronda del Open de Francia (Imago)

La conclusión a la que llegan es que están abiertos a diferentes opciones, pero siempre desde el diálogo y el entendimiento.

Hasta aquí (pasado domingo), la situación era relativamente normal. Osaka no habla en rueda de prensa y el torneo le multa como manda el reglamento.

Y este lunes la situación saltó por los aires. Cerca de las 20h, Naomi Osaka publicaba una nota en sus redes sociales anunciando que causaba baja del torneo (estaba en segunda ronda) por la situación existente: “Ahora, lo mejor para mí bienestar, el torneo y los jugadores es retirarme y así todos pueden concentrarse en el torneo”. En el mismo comunicado, no se queda en un comentario genérico de su salud mental, especifica que sufrió depresión tras ganar su primer Grand Slam en el USOpen 2018 y que siente ansiedad al enfrentarse a un micrófono dada su naturaleza introvertida. Anuncia un periodo de ausencia del circuito y, cuando vuelva, se sentará con las organizaciones para mejorar la relación con jugadores, prensa y aficionados.

En su primera reacción tras la baja de la tenista japonesa, el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Gilles Moretton, daba una declaración sin admitir preguntas, para ofrecer la visión del torneo: lamentaban la decisión de Naomi, le desean una pronta recuperación y poder verla en 2022.

En el tercer comunicado en apenas 72 horas, los cuatro Grand Slams de nuevo juntos, se ponen a disposición de Naomi y buscan que vuelva lo antes posible. Confirman su compromiso con el bienestar mental de los tenistas y, de nuevo, se abren a explorar nuevas vías para mejorar la relación de los tenistas con el circuito y con la prensa. Pero siempre, respetando los principios de igualdad y sin suponer ventaja para nadie.

Hasta aquí, el repaso cronológico a todo lo que ha ocurrido en París estos primeros días. Que no ha sido poco. Todo se ha desarrollado en comunicados de prensa. Y es una situación, la salud mental de los tenistas, que se merece mucha más coordinación de todas las partes. Acordar comparecencias postpartido con pocas preguntas. Por ejemplo. Al final, cada vez que un tenista comparece en rueda de prensa tiene visibilidad. Y también los patrocinadores tanto del torneo como del propio tenista que son los que, en buena medida, hacen posible que todo funcione. Controlar quién, cuándo y cuánto pregunta es muy sencillo. Y más aún, en el mundo actual con la modalidad virtual.

Naomi Osaka tiene 23 años y lleva desde mediados de 2018 (20 años) en la primera página del tenis femenino. Tiene muchas papeletas para dominar (seguir haciéndolo, en realidad) el circuito los próximos años. Ya es tetracampeona de Grand Slam. Tendrá que desconectar y estar un tiempo fuera, pero volverá. Ella, el circuito, el tenis, los aficionados y los patrocinadores lo necesitan. Todos se retroalimentan. Y ello es compatible con cuidar al máximo la salud mental de los protagonistas.

Imagen de cabecera: Imago

Madrid. Periodista y CCMM. Redactor en @elcontragolpe_ Gestiono @ATPsphera Antes en @franquicianet portal de @t4franquicias Punto de Encuentro y EL MUNDO

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