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Fútbol sala

Movistar Inter: ¿Ilusión o presión?

Cien días, una cifra simbólica y de reflexión. En el mundo de la política se establece un plazo de cien días como margen de maniobra antes de valorar a un cargo electo. Cien días fue también el periodo que transcurrió desde que Napoleón regresó de su exilio hasta el comienzo de la segunda restauración, concluyendo así una de las épocas más gloriosas de Francia: el Imperio Napoleónico.

Cien días.

Ése es el margen que tiene el actual campeón de Liga y Copaara determinar si su temporada es un éxito o un fracaso. Movistar Inter se enfrenta a la presión de jugarse en ese intervalo de tiempo una temporada que puede ir desde el éxito rotundo hasta el sonado fracaso, y lo hará con la ilusión de conseguir un triplete que se ha convertido casi en una obsesión para el club madrileño.

En ese intervalo de tiempo disputará la Copa de España (del 9 al 12 de marzo en Ciudad Real), el rush final de la segunda vuelta y los play-off de Liga (del 13 de mayo al, en caso de irse la final a cinco partidos, 19 de junio) así como la Final Four de la UEFA Futsal Cup (del 28 al 30 de abril en Almaty, Kazajistán).

Un inicio difícil

La temporada comenzó cruzada para el club de Torrejón. La algarabía por el fichaje de Bruno Taffy, MVP de la temporada anterior, se trastocaba en depresión por la marcha de Fernando Cardinal a ElPozo Murcia, equipo que además le derrotaría en la Supercopa de España por 3-2, levantando así, ante el eterno rival, el primer título de la temporada.

La escasa preparación – el grueso de la plantilla venía de disputar el Mundial de Colombia en septiembre – propició que los interistas se viesen superados nuevamente por los murcianos en liga en la jornada cinco, cediendo el liderato entonces ante un Palma Futsal que, apenas dos semanas más tarde, le endosaría un 5-0 que dolió, y mucho, en el club.

Foto: Inter Movistar

Renovar la hegemonía doméstica, hito complicado pero no inabordable

Renovar el título liguero por cuarto año consecutivo es algo que sólo ha conseguido hasta la fecha, en los 27 años de historia de la LNFS, el propio cuadro telefónico, entre 2002 y 2005. Asimismo, sólo el propio Inter y el FC Barcelona han conseguido repetir el doblete de títulos “clásicos” (sacamos de aquí la Copa del Rey por ser un título de reciente creación en fútbol-sala).

Por tanto, y considerando siempre las múltiples variantes que pueden afectar al transcurso de un partido, no parece descabellado pensar que Inter, con el potencial que tiene con Ricardinho al frente, está capacitado de sobra para ganar ambos títulos. Las lesiones en el FC Barcelona de Batería, Sergio Lozano y Rómulo son demasiado importantes como para no pensar que pueda resentirse. De igual manera, ElPozo llegará a la cita copera posiblemente sin Miguelín ni Cardinal, dos baluartes.

Estas circunstancias, unidas a un cuadro más favorable en Copa y la actual primera plaza que ocupa en liga – que le otorgaría ventaja de campo en todas las eliminatorias ligueras – hace creer al club de Torrejón que es posible la conquista de ambos títulos.

La UEFA Futsal Cup, auténtica obsesión

Cien días para conquistar dos títulos nacionales en la liga más exigente del mundo y uno frente a los petrodólares rusos y kazajos. La ilusión de hacer historia frente a la presión de entrar en un tramo decisivo, que no admite tropiezos.

En las últimas temporadas, la conquista europea se ha convertido en algo más que un anhelo. En su afán por expandir la marca, los dirigentes interistas se han marcado a fuego el objetivo de reinar en Europa, algo que les situaría definitivamente en un primer plano mediático.

En la temporada 2014-15 cayeron en la Ronda Élite, fase previa a la Final Four. Una combinación de mala suerte en forma de lesiones, unido a un planteamiento poco atrevido (el equipo salió a buscar el empate que necesitaba en la última jornada y acabó perdiendo por la mínima) hizo que cayesen eliminados en Lisboa ante un Sporting de Portugal llevado en volandas por su afición.

La temporada pasada arrancaba con el mismo objetivo. Todo parecía hecho a medida del equipo. La segunda liga consecutiva otorgaba una nueva oportunidad de conquistar el cetro europeo. Desde todos los estamentos se remarcaba en ruedas de prensa y entrevistas la prioridad del club: dominar también en Europa.

Se apostó fuerte por ello: Torrejón fue sede de la Ronda Élite. Se clasificaron sin muchos problemas a una Final Four que no podía ser en el mismo pabellón por problemas de capacidad (la UEFA exige pabellones con aforo mínimo de 5.000 espectadores y el Jorge Garbajosa de Torrejón apenas superaba por aquel entonces los 2.500) por lo que se ofreció Guadalajara como sede, a escasos treinta kilómetros de la sede oficial del club.

La UEFA aceptó. En el cruce de semifinales Inter salía agraciado con el rival más débil de los cuatro, el Pescara italiano. En la final se enfrentaron al Ugra Yugorsk de Rusia, un equipo hecho a base de talonario, brasileños nacionalizados y jóvenes talentos rusos. Todos confiaban en el título. “Esta vez sí”, se decían. Pero una vez más se les escapó. Las molestias de Rafael Rato y la lesión de Ricardinho al poco de comenzar la final fueron demasiado para un equipo que notó en exceso la presión. Al final, 5-4 para los rusos y un pabellón enmudecido ante un puñado de rusos que se había “atrevido” a quitarle a Inter un título que ya acariciaban desde semanas atrás.

¿Y ahora qué?

Esta vez será más complicado. La “final a cuatro” se disputará en Almaty, feudo kazajo. Los locales del Kairat son los grandes aspirantes a revalidar un título que ya consiguieron en 2013 y 2015. Los otros dos rivales son conocidos de sobra: Ugra Yugorsk y Sporting de Portugal, los últimos equipos que han eliminado a Inter de su lucha continental.

Sin duda una misión complicada. La presión de renovar los títulos domésticos y a la vez aspirar en sólo dos partidos, sin margen de error, a conquistar Europa, frente a la ilusión de lo que puede ser la mejor campaña de la historia del club. La resolución, en los próximos cien días.

Foto principal: Inter Movistar

Amante del fútbol-sala, hincha del Fulham y 'kloppista' a tiempo completo. Un día comencé a escribir por placer y ahora no puedo dejarlo.

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