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Marco Reus, el renacido

Hubo un tiempo en el que Marco Reus pretendía ser el líder de una generación alemana ganadora que devolviera a su país a lo más alto. Aquel tiempo pasó de ser esperanza a convertirse en pesadilla cuando la carrera del futbolista se torció una y otra vez por las lesiones. Perderse por lesión el Mundial en el que Alemania volvía a levantar el trofeo 24 años después fue el primer revés para un jugador que tuvo una racha de lesiones tremenda durante unos años. En un período de cinco años estuvo fuera de Mundial, Eurocopa y Copa Confederaciones, perdiéndose dos títulos y unas semifinales continentales. Sus ausencias en el seleccionado eran básicamente por eso, por problemas físicos.

Reus era un futbolista con muy buena pinta, con alma de líder, que regresó al Dortmund después de las dos ligas de Jürgen Klopp tras pasar por Ahlen y Mönchengladbach. Compartió vestuario con Robert Lewandowski en el año que el Dortmund volvió a disputar una final de Champions, siendo claves ambos en las semifinales, en el partido en el que el polaco le hizo un póker al Real Madrid y el alemán contribuyó con dos asistencias. Aquella dupla se rompió y, con esa ruptura, llegaron los problemas físicos para Reus. Era un calvario. Cada vez que aparecía tenía muchas papeletas para volver a caer y así ocurría. Una lesión tras otra, con poco margen de tiempo para disfrutar del fútbol o para que los aficionados disfrutaran con él. Porque Reus tenía y tiene mucho fuel en sus botas.

Su aparición en un gran torneo tras seis años llegó en el Mundial de Rusia, pero no pudo evitar aquel desastre del combinado de Löw, que sólo pudo ganar un partido en la fase de grupos. Casualmente, en el que Reus fue protagonista. Los otros dos, los perdieron, yéndose a casa en la primera fase, siendo el vigente campeón. Después de Rusia llegaron un par de años de ausencia, pero no exclusivamente por lesiones, sino porque no encontraba su sitio. Fue ‘Hansi’ Flick el que le recuperó para la causa tras el fiasco de la última Eurocopa. Lo necesitaba. Y eso después de dos años en los que los problemas físicos graves se han reducido en su carrera y, por primera vez en mucho tiempo, la continuidad era palpable. Reus volvió ahora a la selección, siendo uno de los veteranos y, en el Dortmund, es uno de los líderes, junto a Hummels. La gran estrella del equipo es Haaland, pero Marco aporta serenidad, calidad y un liderazgo desde el silencio, con una gran aportación al juego. Marco Reus es necesario en el Dortmund y en Alemania. Cayeron Özil, Khedira, Toni Kroos… Muchos de los jugadores campeones del 2014, aquel año en el que también tenía que estar él. Pero no pudo ser. Y ahora sí, junto a Thomas Müller o Hummels, al que también le costó entrar tras un tiempo ausente.

La experiencia de Reus y su mala suerte han ido de la mano, pero la calidad nunca ha dejado de existir. Siempre se dijo que era uno de los más talentosos de los últimos años y así lo demuestra cada vez que sale a jugar. La pregunta es, ¿qué hubiera sido de Marco Reus si las lesiones le hubieran respetado? Un jugador que tenía mucho gol, pero no era nada individualista, al que le gustaba combinar y que hacía mejorar al equipo. Ahora, con un Dortmund en constante crecimiento, con muchos jugadores jóvenes y muy buenos, Reus debe ser el faro que les guíe dentro del campo y así la máquina funcionará. Los resultados hablan por sí solos y, exceptuando el tropiezo en Amsterdam, la campaña del Dortmund está transcurriendo con un notable muy alto, a pesar de ciertas dudas que despertó el equipo en los inicios de Marco Rose o las dificultades que ha tenido en ciertas ocasiones en las que ha faltado Haaland.

La figura del capitán tiene mucho sentido con Reus, un veterano que juega en la élite del fútbol con el club de su ciudad tras estar unos años lejos y que, al volver, lejos de olvidarle, le elevaron merecidamente a los altares. Aunque año tras año fue perdiendo a ‘sus amigos’ y quedándose solo, su misión no era la de recordar a quienes ya no estaban, sino guiar a aquellos que llegaban cada año. Incluso, habiendo tenido oportunidad de salir a otros clubes, él nunca abandonó el barco, como el barco nunca le abandonó cuando las lesiones le alejaban del balón una y otra vez. Y hasta le han permitido volver a sentir lo que es levantar un título siendo importante. Pero es que es Marco Reus y con él hay que estar, en las buenas y en las malas.

Imagen de cabecera: Getty Images

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

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