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Las desventuras de Jasikevičius y Spanoulis en la NBA

La NBA es un mundo complejo. Tanto,
que pueden darse casos de jugadores europeos que hacen una carrera digna cuando
de ellos se esperaba que tuvieran poco más que un rol complementario. Del mismo
modo, ha habido casos de estrellas europeas que no pasaron de los minutos de la
basura y regresaron a Europa en cuanto tuvieron la más mínima oportunidad. Este
fue el caso de Šarūnas Jasikevičius y Vassilis Spanoulis.

Jasikevičius aterrizó en la NBA con
29 años tras dominar el baloncesto del viejo continente con tres Euroligas
seguidas. Se había formado baloncestísticamente en Estados Unidos, pero ninguna
franquicia NBA le drafteó tras cumplir su ciclo en Maryland. La oportunidad le
llegó en agosto de 2005, cuando firmó un contrato de tres años y doce millones
con los Indiana Pacers. Tal vez las expectativas eran mayores, pero su primer
año fue más que digno teniendo en cuenta que era el tercer base del equipo: 20 minutos
por partido para 7’3 puntos y 3 asistencias.

La confianza de Rick Carlisle en el
lituano fue a menos con el paso de los meses. Los minutos de Saras disminuyeron
en su año de sophomore. Lo mejor era un traspaso y así sucedió: fue enviado
junto con Al Harrington, Stephen Jackson y Josh Powell a los Golden State
Warriors. A priori, el baloncesto de Don Nelson se ajustaba más al juego de Jasikevičius.
Pero la realidad fue distinta: con una superestrella como lo era Baron Davis de
aquella, Saras jugó menos minutos que en Indiana. Un papel totalmente
secundario que en Playoffs (los del famoso We
Believe
) fue residual: seis minutos en cuatro partidos. Con este panorama,
el lituano abandonó Oakland y la NBA para volver a Europa, donde siguió
conquistando títulos.

Spanoulis no tenía la jerarquía de
Saras cuando llegó a la NBA, pero el hype que generó hizo que su fracaso fuese
más sonado. Un único año en la mejor liga del mundo que tuvo mucha miga para
haber jugado tan poco.

Su soberbia actuación en la
Euroliga de 2006 le dio a Vassilis un estatus de estrella europea que tenía que
certificar en la NBA. Así, en julio de aquel año se anunció que el base/escolta
griego dejaba el Panathinaikos para fichar por los Houston Rockets. Un fichaje
que despertó mucha ilusión en el conjunto texano. Y más aún tras su exhibición
en las semifinales del Mundial de Japón, donde Grecia eliminó a los Estados
Unidos en la que a día de hoy es la última derrota del Team USA en una
competición FIBA.

Una vez en Houston, Vassilis se
estrelló contra un muro llamado Jeff Van Gundy. La relación entre el técnico y
el jugador no fue la ideal. El griego consideraba que el sistema de JVG no
beneficiaba a su estilo de juego. En la enésima discusión sobre este tema,
Spanoulis soltó la frase que resumiría su único año en la NBA: “En Europa yo soy McGrady”, a lo que Van
Gundy le respondió con un cortante “Genial,
aquí McGrady es McGrady
”. El propio T-Mac afirmó años más tarde que el
entrenador debió darle más oportunidades a su compañero griego.

El año rookie de Spanoulis terminó
con 31 partidos jugados (más uno de Playoffs) y unos promedios de 2’7 puntos en
8’8 minutos por encuentro. Van Gundy alegó los malos porcentajes (31’9 en tiros
de campo, 17’2 en triples) como razón para no contar con él. Así, a principios
de verano fue traspasado a San Antonio, que le cortaron al cabo de un mes. V-Span
argumentó motivos familiares para pedir el corte.

Regresó al Panathinaikos, donde se
juntó… con Jasikevičius, que también retornaba a Europa tras su fiasco NBA.
Estuvieron juntos tres años en los que ganaron una Euroliga. En 2010 Spanoulis
fichó por el Olimpiacos, donde se ha convertido en una máquina de amargar a los
máximos favoritos para ganar el cetro continental (que se lo digan al CSKA o al
Real Madrid). Con cada exhibición surgía la pregunta de si el griego hubiera
podido triunfar en la NBA en otras circunstancias. Tanto Rick Adelman, el que
hubiera sido su entrenador en la 2007-08, como Gregg Popovich afirmaron que
iban a contar con él, pero antepuso su felicidad en casa a un rol secundario en
Estados Unidos.

Casos como el de estos dos
demuestran que en el deporte, además del talento, es muy
importante estar en el sitio adecuado en el momento adecuado.

Periodismo UCM. NBA en @SpheraSports y Sporting en La Voz de Asturias (@sporting1905).

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