Diego Lainez Leyva nació en Villahermosa, Tabasco hace apenas 15 años. Con su escaso 1,67 metros de estatura y sus 58 kilos de peso, el niño mexicano ya es toda una sensación en el futbol mexicano y su nombre comienza a sonar cada vez más en el medio extranjero.
Descubierto en una Olimpiada Nacional por Ángel Coca González, uno de los mejores cazatalentos de México (Cuauhtémoc Blanco, Hirving Lozano, Rodolfo Pizarro o Edson Álvarez), La Coca como es conocido, lo quiso llevar de inmediato al Pachuca, pero al ser todavía muy pequeño, sus padres no lo permitieron. Aun así, Diego asistía ocasionalmente a unas pruebas e incluso fue a una gira por Corea.
Al término de la misma, Coca González tenía toda la intención de que el muchacho formara parte del Club Pachuca, pero Lainez tenía otros planes. Con 13 años rechazó la oferta de los Tuzos y le dijo a su padre que quería jugar para el Club de sus amores: El América.
El otrora campeón del Mundo con México, Jesús Ramírez, lo observó en las prácticas y pidió a sus padres el permiso para dejarlo participar en un partido de su categoría. Después de destacar e incluso marcar un gol, Diego firmó su estancia en el Club América.
Lejos de casa los primeros días resultaron complicados para Diego, “El ambiente en la casa Club me agradaba mucho” comentó en infantil americanista.
Después de pasar por varias categorías e instalarse en la Sub-17, llegó el 1 de marzo de 2017, América visitaba Torreón para medirse a Santos en un duelo de Copa MX. En la nómina de convocados para el encuentro se encontraba Diego Lainez, con el 340 como número registrado.
Llegada la hora de partido Ricardo La Volpe daba ingreso al pequeño jugador que hacia su debut profesional en el futbol. En el club que tanto quería.
Su actuación fue destacada y repitió para el duelo de Liga ante León. Ingresó al medio tiempo y dio muestras de su gran calidad técnica, velocidad y descaro que lo caracterizan.
Con varios jugadores importantes de América lesionados, Diego pudo disfrutar de varias oportunidades incluso ya como parte del cuadro titular.
Comparaciones
Las comparaciones siempre son odiosas. Y máxime si se trata de futbol, pero cuando uno ve jugar a Diego Lainez, es inevitable que el nombre de Lionel Messi nos ronde por el pensamiento. Jugadores de baja estatura, zurdos, rápidos, habilidosos y descarados ante cualquier rival.
Con apenas 16 años Lainez se planta en la cancha con la personalidad y soltura de todo un veterano. Puede jugar por izquierda o por derecha. Le fascina encarar rivales y superarlos con su destreza y rapidez. En su breve paso por Primera ya varios han sufrido algún túnel o amague del 340 americanista.
La noche del 6 de mayo de 2017 América se jugaba su pase a la Liguilla recibiendo a Pachuca. América dio una actuación muy mala y terminó cayendo ante los Tuzos (2-3), pero Diego fue sin duda el jugador más destacado para los americanistas. Todo el desequilibrio del equipo corrió de los pies de Lainez, además de anotarse con las dos asistencias en los goles azulcremas.
En 9 partidos de Liga fue titular en 7. Su importancia en el final del Torneo fue tal, que América pidió a la selección Sub-17 que no lo convocara para el Premundial de la categoría.
Un punto al que Diego deberá mejorar con los años es el remate a distancia con balón en movimiento. Siendo todavía muy menudito, sus disparos al arco son débiles.
Con América ya eliminado de Liguilla, lamentablemente ya no podremos seguir disfrutando de su calidad dentro del campo, pero seguramente el mundo lo conocerá un poco más en el Mundial Sun-17 que se celebrará en la India.
Diego Lainez, una de las ultimas perlas que el futbol mexicano podrá exportar en un futuro no muy lejano.
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