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La mejor Nicaragua de la historia

La historia del futbol en tierras nicaragüenses es bastante curiosa. Una tierra con mucho más arraigo hacia el béisbol que hacia al futbol, dio sus primeros pasos en este deporte el 1 de mayo de 1929, en un amistoso ante El Salvador. Perdieron por un tremendo 0-9.

Nicaragua no jugó otro partido más sino hasta el 10 de mayo de 1941. Doce años después. Fue en el marco de la inaugural competición que reunía a equipos de Centroamérica y el Caribe. Perdieron sus 4 encuentros y encajaron 29 goles.

El futbol nicaragüense continuó así durante décadas. Siendo un equipo muy limitado y un cheque al portador para el resto de Centroamérica, pero eso ha cambiado bastante en la última década.

Para la Copa Centroamericana de 2007 se contrató al argentino Carlos de Toro como técnico. Nicaragua terminó tercero en su grupo y jugó ante Honduras por el último boleto a la Copa Oro. Cayeron estrepitosamente por 1-9.

La noche de Tegucigalpa

Dos años más tarde, Nicaragua lograría hacer historia y clasificaría a su primera Copa Oro de su historia. La noche del 29 de enero de 2009 y gracias a un doblete del goleador Samuel Wilson, vencían 2-0 a Guatemala y obtenían lo que es considerado hasta ahora como el máximo logro del futbol nicaragüense.

Ya en la Copa Oro la suerte no les sonrió tanto. Cayeron en sus tres encuentros (México, Guadalupe y Panamá) y no pudieron marcar gol.

Caer y levantarse

En 2009 el español Enrique Llena tomó las riendas del cuadro azul y blanco. Estuvo al frente en par de copas centroamericanas (2011 y 2013), pero los resultados no fueron los mejores y no ganaron ningún partido en aquellas justas.

A pesar de los malos resultados, el técnico europeo dio otra mentalidad a los jugadores y además hizo algo que tal vez no a todos los seguidores les agradó, pero sin duda era por el bien de la selección: llamar a naturalizados.

El primero de ellos fue el mexicano Manuel Rosas, quien llegó al futbol nicaragüense para Real Estelí y tan bueno fue su rendimiento, que Llena lo convocó a la azul y blanco para la Copa Centroamericana de 2013. El español también llamó al delantero nacido en Panamá, Raúl Leguas.

A pesar de la mejoría en la selección era notoria, los resultados simplemente no querían acompañarlos y se despidieron rápido de la Copa Centroamericana en 2014.

La nueva era

A finales de 2014 el costarricense Henry Duarte fue nombrado nuevo entrenador nacional. El primer reto era la clasificatoria para el Mundial de 2018. A lo largo de su historia Nicaragua siempre había sido eliminada de manera rápida en los clasificatorios anteriores, pero eso iba a cambiar.

El primer obstáculo era Anguila. La azul y blanco no tuvo piedad y con un contundente 8-0 en el global, avanzaban a una segunda ronda clasificatoria por vez primera.

En dicha fase el rival fue Surinam, una selección a priori más fuerte que la anterior. Los nicaragüenses los derrotaron en la ida por la mínima y en la vuelta la sorpresa apareció: triunfo de 3-1 y lograban avanzar a la tercera ronda. Algo histórico.

Pero si de sorpresas hablamos, la ocurrida la noche del 4 de septiembre de 2015 es lo máximo para el futbol en el país centroamericano. En la ida de la tercera ronda eliminatoria, Nicaragua derrotaba por 3-2 a Jamaica en Kinston. Un batacazo.

Cuatro días más tarde en un pletórico Estadio Nacional, se jugaba la vuelta. Al minuto 89 Jamaica lo ganaba por 0-1, pero el boleto a la cuarta ronda era de Nicaragua por los goles de visita. Una mala comunicación entre defensores locales, fue bien aprovechado por Simon Dawkins quien marcó el segundo de los caribeños.

Nicaragua quedaba eliminada del Mundial, pero con una sensación de mejoría tremenda. Muchos seguidores repudiaron aquella noche la eliminación. Y es que ellos ya veían a una selección con un nivel más superior, lo suficiente como para poder exigir. Nicaragua había despertado.

Cambio de mentalidad

El trabajo de Llena y Duarte cambió totalmente la forma de ver el futbol a jugadores y también aficionados. Varios futbolistas se atrevieron a salir al extranjero para mejorar futbolísticamente. El arquero Justo Lorente fue a Costa Rica, el naturalizado Luis Fernando Copete recientemente salió al futbol peruano, el capitán y buen jugador Juan Barrera a Guatemala, Carlos Chavarría que fue a España en busca de una oportunidad y Eulises Pavón, quien se acaba de unir al futbol chapín.

El jugador nicaragüense ya quiere ser más exigido y busca tener mejor competencia. Algo que automáticamente se verá en una mejora en la selección.

Toda ayuda es bienvenida

Tal como escribimos anteriormente sobre Curazao y Guayana Francesa, Nicaragua también ha buscado por todos los rincones jugadores que tengan sangre nicaragüense. Primero fue Daniel Cadena el convocado. Nacido en España, pero con origen de Nicaragua y actualmente en el futbol islandés.

El último ha sido Jaime Moreno. El goleador nacido en Venezuela era una de las más grandes joyas del futbol vinotinto, pero el jugador perteneciente al Málaga se decidió por representar al país de su padre. Esta decisión significa una derrota para Venezuela, pero un triunfo enorme para Nicaragua que gana a un juvenil delantero con un potencial bastante grande.

La Copa Centroamericana 2017 está a la vuelta de la esquina y la gente de Nicaragua puede ilusionarse con una selección que ha venido creciendo a pasos agigantados en muchos aspectos.

La azul y blanco contará con prácticamente su mejor equipo, salvo Carlos Chavarría, a quien su equipo en España le negó el permiso y Luis Galeano que fue baja por lesión.

Con la suspensión a la selección de Guatemala, las opciones nicaragüenses de clasificarse de forma directa a la Copa Oro del próximo verano, son aún más positivas.

Estamos sin duda ante la mejor selección nicaragüense de la historia, y es momento de que lo demuestren en el terreno de juego.

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