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Kondogbia pide otra oportunidad

Con una aportación bastante discreta en la primera temporada y casi en la totalidad de la segunda, la exhibición de Geoffrey Kondogbia en estos últimos meses y su impacto en la medular, donde el Atleti ha tenido un agujero durante toda la temporada, provocan que el de República Centroafricana se haya ganado la oportunidad de estar un curso más en la disciplina rojiblanca tras haber llegado del Valencia en noviembre de 2020 por importe cercano a los 11 millones de euros.

De las necesidades de firmar algún jugador por la espantada de Thomas Partey en el último día de mercado de 2020, el Atlético se encontró con un ramillete de posibilidades bastante pequeño. Con el tiempo ya cumplido y la sede de LaLiga cerrada para nuevas incorporaciones, el Atlético sí que pudo incorporar un futbolista atendiendo a que el Arsenal había pagado la cláusula del futbolista ghanés en el último día de mercado y entonces se le concedió una prórroga de 30 días para encontrar reemplazo. Una excepción, por cierto, que se decidió anular justo después de esta operación y que desde esta temporada ya no está vigente.

Lo que podía esperar el Atleti del ex valencianista era una total incógnita. Kondogbia, que había brillado en sus primeros años en Mónaco y Sevilla, además de con las inferiores de Francia, había sido elegido Bidone de Oro (peor fichaje de la temporada) en la Serie A tras firmar con el Inter y en Valencia llevaba años de luces y sombras. Quizás el dato más revelador del correr de su temporada lo demuestra su carrera internacional. Tras haber debutado con la absoluta de Francia (en amistosos) nada más cumplir los 20 años en 2013, en 2018 decidió representar a República Centroafricana porque en cinco años apenas había ido a un par de convocatorias con los galos y solo había jugado partidos que no eran de competición oficial. De hecho, desde 2016, ni había pisado la selección. Así, el Atlético firmaba a Kondogbia prácticamente por descarte. Con el mercado cerrado, ningún equipo quería desprenderse de un futbolista que no iba a poder reemplazar y el único que aceptó fue un Valencia con necesidad de hacer caja por un futbolista que además se había declarado en rebeldía.

El primer año de Kondogbia fue inexistente. No inscrito en Champions, no pudo jugar la fase de grupos y no tuvo minutos en octavos, donde el Chelsea eliminó a los rojiblancos. Pero tampoco fue mucho mejor su puesta en escena en LaLiga o la Copa del Rey. Apenas fue titular en cuatro partidos en el torneo de la regularidad (hasta febrero, en la jornada 22, no lo fue) y salió siempre señalado. Cierto es, que el Atleti iba líder, que lo que funciona no se toca, y que era muy complicado entrar en el once y tener minutos de importancia. Pero su primera alineación desde el inicio coincidió con un inesperado tropiezo del Atleti (que llevaba ocho jornadas seguidas ganando) ante el Celta de Vigo y que inició un momento delicado para los rojiblancos. Porque el de República Centroafricana volvió a ser titular en el siguiente partido con no mejor desempeño. Tenía el Atleti las bajas por Covid de Lemar, Joao Félix, Herrera y Dembélé, así que Simeone decidió volver a alinear al ex del Valencia ante el Granada. Pero el 0-0 en el descanso hizo que el jugador se quedara en el banquillo en el entretiempo. Dos jornadas más tarde, otra vez con él como titular, el Atleti perdía ante el Levante. Y entre medias, no siendo titular, pero jugando 45 minutos, el Atleti había empatado, también ante el equipo granota, en un partido aplazado. Es decir, que en los cuatro partidos que más minutos había jugado Kondogbia, siendo titular en tres de ellos, el Atleti había perdido dos, empatado uno y solo había ganado en el que había sido retirado al descanso. Si se une a que él había sido uno de los jugadores más señalados por la actitud mostrada en la eliminación del equipo ante el Cornellá en Copa, la situación dejaba muy mal al último fichaje colchonero. Para hacer justicia, eso sí, hay que decir que la última de las cuatro titularidades que tuvo en LaLiga, ante el Elche, se marcó un soberbio partido.

Así, en la actual temporada, poco se podía esperar de un jugador que en sus últimas campañas con el Valencia había sido muy guadianesco y que no parecía repuntar. Muy lejos quedaban ya esas campañas con el Sevilla hace casi 10 años donde, siendo aún Sub21, parecía que iba a ser el mediocentro de la próxima década. Épocas donde él y Pogba compartían la medular de las inferiores de Francia y ciertamente costaba mucho decidir o saber cuál de los dos iba a tener una carrera mejor. Su calidad, su juego o su pasado bien podían hacer creer que el chico tenía madera para ser, como mínimo, un gran fondo de armario, pero ni por esas. Por lo general, salía desconectado.

Pero esta temporada todo ha cambiado. Las salidas de Torreira y Saúl, además del paso atrás de Herrera (salvo contadas jornadas antes de lesionarse), de la irregular aportación y adaptación de De Paul y de un Koke muy lejos de la versión que dio el curso pasado jugando de ‘5’, Kondogbia ha sido de vital importancia para Simeone. Titular en la primera jornada, ha participado hasta la fecha en 34 partidos, siendo titular en 25 de ellos y jugando siempre que ha estado disponible salvo en una ocasión (la victoria por 1-4 ante el Cádiz). Con luces y sombras, eso sí. Su gran partido en Oporto, jugando como central, era hasta hace muy poco una de sus mejores actuaciones desde que vestía la rojiblanca. Hasta la llegada de Reinildo, en diciembre, había alternado su posición en la medular con ser un parche en el centro de la zaga. No se le podía exigir tampoco demasiado.

Pero sin duda, su vuelta al centro de la medular tras el fichaje del mozambiqueño, que parece haber reactivado un sistema defensivo que tenía muchas lagunas, ha dado alas a un Kondogbia que ahora vive las mejores semanas de rojiblanco. Su partido en casa ante el Manchester United fue absolutamente perfecto, haciendo recordar a ese todocampista que enamoró al Sevilla en el pasado. Él solo se comió a Fred, a Bruno y a su gran amigo Pogba. Seguramente no cuajaba un partido de tanto nivel desde entonces. Lo encadenó con otras buenas actuaciones en LaLiga, aunque volvió a mostrar su mejor versión nuevamente en Champions, ante el otro equipo de Mánchester. Con él de ‘5’, Koke se ha liberado más. También De Paul. Ninguno tiene la de pivote como posición natural, por mucho que Koke cuajara ahí una temporada soberbia el curso pasado. Las dos asistencias a Lodi ante el Celta de Vigo terminaron por certificar las mejores semanas de un Kondogbia que se terminó por asentar como titular y que este curso ha encontrado su mayor oposición en las cuatro lesiones que ha sufrido y las dos expulsiones que ha tenido que afrontar. La última le supuso perderse el partido del domingo pasado, donde el Atleti notó su ausencia ante el Granada y donde Simeone debió alinear al canterano Javi Serrano, haciéndole titular por primera vez.

Si bien hace unos meses parecía que el binomio Atleti-Kondogbia no iba a tener demasiado recorrido porque el jugador no había cumplido las expectativas y podía salir el próximo verano, la situación ahora ha dado un giro una vez que el ex jugador de la selección francesa ha dado un paso adelante y lo ha hecho, además, en los partidos más exigentes de la temporada. Su continuidad, además, tampoco está asegurada, toda vez que el Aston Villa lleva semanas siguiéndole e incluso emisarios del staff inglés han viajado a verle en directo. El Atleti necesita firmar un ‘5’ para la próxima temporada, porque De Paul y Koke no deberían jugar nunca ahí y sí hacerlo más adelantado y porque Héctor Herrera también se va. Confiar en Kondogbia como único especialista en la posición es arriesgado si tenemos en cuenta sus últimas temporadas y su nota media desde que es futbolista rojiblanco. Pero si llega algo de competencia y el jugador de República Centroafricana está al nivel de las últimas jornadas, Simeone solo tendrá un bendito problema para decidir quién es su ancla.

Imagen de cabecera: Getty Images

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