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Copa del Rey

Hola, Barça. ¿Qué quieres ser?

Seamos claros, el Barça es hoy una entidad desnaturalizada, cuestionada, rehén de las urgencias por volver a la excelencia del pasado y prisionera del caciquismo, de las servidumbres y las pleitesías. Romper eso llevará años, incluso décadas, a no ser que haya una gran revolución. El problema es que una revolución requiere inexorablemente de ideales, gente preparada y valor, mucho valor.

Estamos a 25 de enero y el equipo culé está fuera de la Copa del Rey, tercero en Liga lejos de la cabeza, con la Supercopa perdida tras hacer un papelón en la final y regalarle latifundios a Vinicius para que cabalgara y con la única perspectiva abierta de alcanzar un título en la Champions League. Una opción utópica ante una realidad dramática y llena de costuras que se abren más cada semana que pasa.

El problema del Barça, uno de tantos que tiene hoy en día, es que hay determinados jugadores, staff técnico y directivos que están convencidos que con ‘competir’ vale. Algo gravísimo, más aún cuando has decidido vender medio patrimonio del club para volver a la élite, y la élite te está diciendo que no, que lo dejes.  

Xavi Hernández mostró orgullo por haber competido en San Mamés y lamentó la mala suerte en el sorteo. Él, más que nadie, sabe que el Barça no es la Polvoritense, ni el Athletic es el City. La única realidad es que te han echado Guruzeta, Lekue, Beñat Prados, Adu Ares, Vesga y los Williams.

Xavi, Laporta y el séquito de chupópteros, abrazafarolas y correveidiles que rodean a la cúpula blaugrana, saben que el KO de ayer viene porque el Athletic Club es más intenso, porque está bien entrenado -por un tipo al que se maltrató en Can Barça de forma vil- y lo más importante: PORQUE TIENE ALMA. El alma y el carácter no sale en las stats del EAFC24, pero decanta la balanza. El Barça carece de ello, y hasta que no lo recupere no podrá avanzar. Laporta debería hacer un ejercicio de honestidad y, entre palanca y palanca, tomar decisiones drásticas.

La primera es asumir que tu entrenador no está capacitado para llevar a este equipo a un nivel óptimo. Ya no hablo de excelencia, hablo de un nivel óptimo. La segunda es entender que el staff técnico no tiene los mínimos exigibles para la élite, solo hay que ver como acaba el Barça físicamente los partidos y como la mayoría de los jugadores han bajado sensiblemente su nivel.

A día de hoy solo hay un brote de esperanza, y es que la base de jugadores jóvenes que aprieta desde abajo es realmente ilusionante. Lamine Yamal, Gavi, Alejandro Balde, Marc Guiu, Pedri, Fermín López, Héctor Fort o Pau Cubarsí tienen entre 16 y 22 años. Si los cuidas, dejas de gastar un platal por medianías y jugadores de más de 32 años, llega un entrenador que los sepa potenciar y les brinda un ecosistema táctico propicio, tienes base para levantarte y competir de verdad durante casi 15 años. Para colmo, reduces la masa salarial a la mitad. Ahora bien, eso implica tomar el bisturí, intervenir y tener valor. ¿Lo tendrán en la sala noble?

Que tres menores de edad como Yamal, Fort y Cubarsí fueran los mejores en San Mamés, ni es casualidad ni es un accidente. Son críos sin miedos ni corsés, con un plan de juego interiorizado de origen, como lo tenían Balde y Pedri antes de que los enroques de Xavi y las lesiones les bajaran el nivel. El plan de los Hernández en su cabeza es espectacular, pero lo cierto es que no tienen mano, su equipo no sabe imponerse al rival y la preparación táctica y física de los jugadores es deficiente. Esto no es opinión, es información.

A la espera de saber si el Barça será apeado por el Napoli o por algún equipo más sólido en cuartos o semifinales de la Champions, la temporada del Barça ha llegado a su fin. En la Ciudad Condal se vienen cinco meses apasionantes de excusas, intereses cruzados, humo esparcido por la prensa servil y vender patrimonio e ilusión edulcorada a ritmo de haka en el enésimo ejercicio trilero. Cinco meses por delante donde el Barça lo único que tiene que hacer es responder a esta pregunta: ¿qué quiere ser?

Papá de Miranda. Orgulloso hijo de gallego y asturiana. Dejé 13 años como abogado por fundar y dirigir Sphera Sports, con lo que ello supone. Asumo las consecuencias. Hice 'mili' en Pisa y en Bristol. Me gustan las orcas, los países escandinavos y un gol en el 90'.

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