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Fútbol africano

Un cuento de hadas entre Canarias y Tanzania

En 2010, un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de la final de Sudáfrica hizo algo mucho más grande que dar su primer título mundial a España. Aquella conquista abrió muchas puertas, más de las que ya estaban abiertas en un mundo tan globalizado como el del fútbol. Desde aquel momento, muchos fueron los españoles que emigraron a diferentes países, a otros continentes, alrededor del planeta con la intención de ganarse la vida con el fútbol.

Gran parte de estos emigrantes eran futbolistas o entrenadores de clubes humildes que no encontraban acomodo en otros equipos o que veían truncada su carrera por problemas económicos de los clubes de categorías menores. Pero ellos, simplemente, querían vivir el fútbol, disfrutarlo. Seguir cumpliendo el sueño de poder competir, de estar practicando el deporte favorito junto a gente de otros países, de otras culturas.

Una de esas muchas personas que decidió comenzar su aventura profesional lejos de su tierra es Zeben Hernández. Hasta hace poco, él llevaba las riendas del CD Santa Úrsula, un humilde club del Grupo XII de la Tercera División española. El club, fundado en 1975, no había llegado a una categoría tan alta como la Tercera División hasta 2014 y, de la mano de Zeben, consiguió la permanencia sobrándole alguna que otra jornada para terminar la temporada, pero no por ello, con solvencia, ya que el equipo contaba con algunas carencias. Su mérito tenía y sus elogios recibió. La historia de su entrenador no acabaría ahí. Jornadas antes de que acabara la temporada, el joven entrenador marchó a Tanzania a visitar al Azam FC, el subcampeón de la liga de Tanzania. Allí, tras presentar un proyecto junto a otros, el club se quedó enamorado de Zeben Hernández y sus ideas y le ofreció algo que él deseaba, un contrato como entrenador, empezar a vivir la aventura de ser entrenador profesional.

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Tras ese primer viaje y unas merecidas vacaciones, llegaba el momento de tomar las riendas y a inicios del mes de Julio, nuestro protagonista viajó con parte de su cuerpo técnico. Allí en Tanzania iba a trabajar con un ayudante, un entrenador de porteros, un preparador físico y un fisioterapeuta, todos de su confianza. No llegarían a un club cualquiera. Pasaban de un municipio de unos quince mil habitantes a una ciudad de casi dos millones y medio de habitantes. De un club de una Tercera División a uno de los mejores clubes de África. De jugar en un estadio con una sola grada en la que cabían unas 2.000 personas a un estadio con capacidad para 60.000 espectadores. Y, encima, con muchas facilidades para él y su cuerpo técnico. Está claro que el Azam FC le quería y así se demostró.

Comenzaba un sueño, pero no iba a ser fácil. Tras la llegada había que poner a tono a los jugadores y reforzar la plantilla. A partir de ahí, el trabajo físico y táctico debía reinar, puesto que tenían mes y medio para el inicio de la competición oficial. Tras un pequeño stage en la isla de Zanzíbar y algunos amistosos, llegaría el momento de la verdad. El miércoles 17 de agosto se jugaron la supercopa ante el club más potente del país, el Young Africans SC, conocido popularmente como Yanga. El Azam FC había sido el subcampeón la pasada liga y el cambio iba a llegar para bien, eso seguro, aunque no todo estaría hecho ganando solo la Supercopa, porque luego llegaría la liga. Plantó cara en esa supercopa. Finalizaría el encuentro con un 2-2 y, en los penaltis, el guardameta del nuevo equipo de Zeben Hernández se esforzaría tanto como para dejar el marcador al final de la tanda en un 4-1.

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Y así fue. Sólo mes y medio en un nuevo país, en un nuevo continente y Zeben Hernández y los suyos ya eran ídolos. Al final del encuentro la alegría se apoderó de los miembros del equipo y hasta mantearon al entrenador. Lo típico que suele pasar en los grandes clubes profesionales que vemos habitualmente. Pero aquello era diferente, era fútbol en África, un continente en el que las cosas se ven de otra manera. El cuento de hadas comenzó para Zeben Hernández y su equipo en julio y su primer capítulo tuvo final feliz. ¿Qué pasará ahora? Pues, trabajo, trabajo y más trabajo. Quizás era imposible pensar que esta aventura empezaría tan bien, pero lo importante es que pasó.

Pero no es lo único que se puede hablar de Zeben Hernández. Fuera de toda temporada, allá por las últimas navidades, antes de llegar al 2016, se disputó un encuentro amistoso en Uganda entre las Leyendas del FC Barcelona y un combinado de jugadores de dicho país. Dicho evento era a favor de UNICEF y fue organizado por la agencia deportiva RG Consultant & Sport Solutions, a la que pertenece el que fuera entrenador del CD Santa Úrsula y actualmente del Azam FC. En aquel partido lo de menos fue el resultado: perdió el FC Barcelona por 5-3. A aquel partido fueron invitadas varias personalidades políticas africanas y participaron futbolistas como Patrick Kluivert, Ludovic Giuly, Edgar Davids, Deco… Grandes jugadores del club catalán en las últimas décadas. Pues, ahí, también estuvo Zeben Hernández.

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Así es el cuento de hadas que comenzó a finales de la pasada temporada y que no tiene final escrito. El cuento que unía Canarias y Tanzania, que llevaba a varios canarios a aquel país para hacer crecer a un equipo que, ya de por sí, es grande, a pesar de ser relativamente nuevo. Una historia de emigrantes que luchan por un sueño, el de triunfar a nivel profesional. Así fue el inicio de una historia de solidaridad, de ambición. Una historia de fútbol. El penúltimo capítulo de la historia profesional de Zeben Hernández, porque el último está aún por escribirse.

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

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