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Ciclismo

Giro, Contador y el resto

La participación de este Giro de Italia no era la panacea y, por mucha diversión y entretenimiento que esté aportando la carrera, en la lucha por la general estaban las cosas bastantes claras desde un inicio. No era Contador contra el mundo, sino Contador contra Contador.

El ciclista español cogió la maglia rosa tras la etapa de Abetone y, excepción hecha de la etapa en la Laguna de Venecia con esa caída a 3,2 kilómetros de meta, no la ha soltado más pese a las insidias del recorrido en las dos primeras semanas y la amenaza latente, nunca manifestada hasta ahora, de Fabio Aru y el Astana. Sus otros dos grandes rivales sobre el papel (y a distancia), Porte y Urán, se han hundido con el paso de los días.

La atractiva contrarreloj por la zona de Treviso y el prosecco ha confirmado tendencias. Alberto Contador realizó una de sus mejores prestaciones contra el crono de los últimos años, desde que volvió tras su sanción por dopaje y marcó todavía más distancias. Concretamente, casi tres minutos sobre Fabio Aru -ahora a 2:28 en la general-, pese a que la crono del sardo no fue mala para nada. Mientras tanto, Richie Porte confirmaba su desastre, como su historial en grandes vueltas- y Rigoberto Urán minimizaba daños para volver al cuarto puesto.

 

La lluvia véneta y los 60 kilómetros en solitario dejaron también una media sonrisa de Kiryienka tras su gran victoria, un segundo puesto de Luis León Sánchez y otras apariciones poco habituales en el Top-10 como Van den Broeck -quinto en la general-, Kruijswijk, Kangert o Felline, además del podio provisional del tico Andrey Amador. La participación es la que es.

¿Giro sentenciado? Sí, pero no. Recortarle semejante ventaja a Alberto Contador en un cara a cara es misión imposible, salvo que le ocurra algún desastre -y no cuentan las historias sobre hombros izquierdos o molestias en la pierna-. Sin embargo, la profusión de la alta montaña alpina en la última semana y la disposición de los encadenados propuestos permite la opción de ver movimientos desde lejos, más teniendo en cuenta la debilidad mostrada por el equipo del líder.

El equipo Astana ha demostrado tener mimbres y fuerzas para realizar ese tipo de estrategias. Hasta ahora no ha mostrado la actitud necesaria, que tendrá que variar de manera valiente si de verdad quiere apostar por el triunfo en el Giro con Fabio Aru, y no por un loable pero insuficiente puesto de honor. De ello dependerá el espectáculo en los días decisivos del Giro de Italia.

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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