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Fútbol Internacional

Futbolistas rechazados...¡Por bajitos!

En el fútbol, la altura es una variable que cada vez tiene más peso en el juego. Por eso, aunque la España ganadora de la Eurocopa 2008, la del tikitaka, era llamada la España de los bajitos por juntar en la medular a Xavi, Iniesta, Silva y Senna, se escudaba en una retaguardia formada por unos monstruos de la altura de Puyol, Marchena o Ramos y de un punta bien talludo como Fernando Torres. La presencia física es un factor que bien se estudia en las categorías inferiores y los estudios sobre dónde podrá llegar un chico según su constitución son frecuentes, aunque a veces, fallidos. Porque la ciencia aún no ha descubierto cuán alto podrá ser un tipo a edad infantil.

El fútbol, sobre todo el europeo, es cada vez más físico. Quizás por eso, Diego Buonanotte (1’60m), llamado a comerse el mundo desde Argentina, nunca pudo triunfar a la hora de dar el salto y salir de allí. Quizás por eso, Maxi Morález (1’61m), que en inferiores era una pesadilla, solo ha podido jugar en equipos de medio pelo del Calcio. Y quizás también por eso, Yeferson Soteldo, una de las revelaciones de la Venezuela que viene, ha preferido seguir en el fútbol Sudamericano antes que dar el salto a Europa, de donde tenía ofertas. Muchos son los jugadores que han tenido que abandonar las canteras de sus equipos por el tamaño. A muy pocos se le dijo directamente: «eres demasiado bajito para esto», pero en la decisión de expulsarles, o directamente de no contratarles, estaba un mal de altura que muchos sí lograron superar. Hasta el mismísimo Michael Jordan fue rechazado en un instituto por no dar la altura…

Jamie Vardy (Leicester City/Sheffield Wednesday): Jamie Vardy era un fanático del Sheffield Wednesday, el equipo de su ciudad. Acudía cada sábado al estadio y, cuando su escasa economía no se lo permitía, tenía que ingeniárselas para poder entrar en las instalaciones sin ser visto. Con 16 años decidido a triunfar en esto del fútbol, se presentó a una prueba con el club. Allí todos quedaron encantados con sus ganas, su pasión y su entrega. Pero la respuesta fue un no. Su altura, que consideraban una merma, echó para atrás a los directivos, que pensaban que con 16 años aquel crío ya había desarrollado todo lo que tenía por delante y mucho más no iba a cambiar. «Fue el peor momento de mi vida.  Era el club que había apoyado toda mi vida y lo peor de todo es que en pocas semanas pegué un estirón de más de 20 centímetros«, ha admitido en varias declaraciones y en su propia autobiografía. Ahí fue consciente de que no iba a ser nunca profesional y se dedicó a pequeños trabajos que compaginaba con el fútbol amateur. La vida da muchas vueltas y Jamie Vardy hoy mide 1’78m, tiene una Premier League, quizás la más asombrosa e inesperada de la historia, es internacional con Inglaterra y su historia es la de un cuento de hadas. Y nadie le ha regalado nada.

Javier Saviola (Retirado/Boca Juniors): El Conejo Saviola tiene en su currículum haber jugado para Barcelona, River Plate, Real Madrid, Mónaco o Sevilla, entre otros. En todos ellos, salvo en el club de la capital española, donde fue suplente de lujo, Saviola hizo goles. En su palmarés figuran dos Ligas Argentinas, una Española, una de Portugal, infinidad de Copas y Supercopas, una Copa Libertadores, una UEFA, un Oro Olímpico y un Mundial Sub20. Casi nada. Es uno de los jugadores más importantes de la historia de River Plate, donde llegó con 15 años y donde debutó con 16 en Primera División. Pero un año antes de eso, el otro gran equipo del país, Boca Juniors, decidió no acometer su fichaje por su baja estatura. Entonces tenía el Xeneize unos informes magníficos sobre el chico, que jugaba en Parque Chas, un equipo de su barrio. Pero cuando a sus cifras y su fútbol se le puso imagen, la presencia de un jugador de escasa altura echó para atrás a una directiva que hoy todavía se debe estar tirando de los pelos, porque además del éxito deportivo que Saviola (1’68m) le dio a River Plate, poco después fue vendido al Barcelona por 36 millones de euros.

Michel Platini (Retirado/Metz/FC Saarbrücken): No uno, sino dos equipos fueron los que rechazaron al mediocentro galo. Platini jugaba desde los 11 años en el AS Joeuf, equipo que dirigía su padre. Allí pasó hasta los 16, justo después de debutar en Copa contra el Metz, que se fijó en él tras el gran partido que había hecho. Nada más lejos de la realidad, tras hacerle pruebas médicas, concluyeron que tenía problemas de respiración, un corazón frágil y que poseía una fatiga excesiva al ejercicio físico. Entonces se cruzó en su camino el FC Saabrücken alemán, que acabó desestimando su contratación al considerar que su físico no era viable para dedicarse al fútbol profesional. Era demasiado flaco y bajo. No le quedó más remedio que unirse al Nancy, donde entonces entrenaba su padre. El resto es historia y Michel Platini (1’77m), ya retirado, hoy posee varios títulos de Liga y Copa en Italia y Francia, una Eurocopa, ha participado en tres mundiales y guarda en su museo tres Balones de Oro a mejor jugador del mundo y varios trofeos a máximo goleador de diversos campeonatos.

Javier Zanetti (Retirado/Independiente de Avellaneda): El capitán histórico del Inter de Milán (19 temporadas como neroazzurro) tuvo una época en la que no servía para el equipo de sus amores, Independiente de Avellaneda. Allí llegó con 11 años cumpliendo el sueño de su vida. Pero el club nunca tuvo el mismo compromiso que el jugador. Con un problema de crecimiento, Zanetti apenas contaba para los distintos entrenadores que iban pasando por el club. Nunca jugaba y su familia lo sacó de allí. De ahí pasó a Talleres, luego a Banfield y cuando Independiente se dio cuenta se lanzó a por él. Era demasiado tarde, Zanetti ya había firmado con el Inter de Milán, donde pasó toda su carrera hasta que se retiró como una leyenda del club a los 41 años y con 1’78m de estatura.

Ezequiel Lavezzi (Hebei/Boca Juniors): Según Football Leaks, Ezequiel Lavezzi es el futbolista mejor pagado del mundo. Los 28 millones de euros que se embolsa al año superan a los 23 de Messi y Cristiano Ronaldo y los 20 de Tévez. Aunque hay otros, eso sí, que ingresan mucho más por publicidad. El Pocho, que ha jugado en San Lorenzo, PSG y Nápoles y que tiene un amplio palmarés (Una Liga Argentina, una Copa de Italia, 4 Ligas de Francia, 5 Copas de Francia, 3 Supercopas de Francia, un Oro Olímpico y un subcampeonato Mundial), fue rechazado por Boca Juniors siendo un cadete por problemas de altura. Lavezzi venía ya de varios desencuentros, pues primero le había dejado libre Rosario Central, luego el Pescara italiano se deshizo de él por problemas con su pasaporte. Cuando llegó la negativa de Boca, que le consideraba demasiado pequeño para el fútbol, Lavezzi (1’73m) decidió olvidar el fútbol. Hasta que su hermano le convenció para retomarlo con 17 años y acabar haciendo historia.

Leo Messi (Barcelona/River Plate): Por todos es conocido el problema que Leo Messi tuvo en su infancia con el crecimiento y el tratamiento tan caro del que el Barcelona tuvo que hacerse cargo cuando lo fichó. A nadie se le escapaba la calidad de Messi, ni en Newell’s, su club, ni en River Plate, que andaba loco por la música con el astro argentino. Pero el hecho de tener que pagarle un tratamiento de hormona de crecimiento que además no aseguraba ser efectivo en términos de conseguir una altura suficiente para dedicarse al profesionalismo (eso, y que solo era un crío… ¿Cuántos se quedan en el camino?) hizo que River Plate se echara atrás en su contratación meses antes de que el Barcelona entrara en escena. Hoy, Messi mide 1’70m, y creo que tampoco hace falta decir nada más.

Rodrigo Hernández (Villarreal/Atlético de Madrid): Nadie se escandaliza cuando en la megafonía del Estadio de la Cerámica se anuncia a Rodrigo en la posición del capitán Bruno. El chico, que viene del equipo B, está asentado ya como titular indiscutible en la medular del Submarino amarillo, ha ganado un puesto en la Selección Sub21 y parece no tener techo, en todos los sentidos. Parece irreal que el jugador, que mide 1’90m a sus 21 años, fuera rechazado hace cinco años por el Atlético de Madrid por no considerarle alto para el fútbol. Rodri creció y creció. Pegó el estirón y hoy es uno de los futbolistas nacionales con más futuro.

David Silva (Manchester City/Real Madrid): Cuando solo tenía 14 años, David Silva pasó una prueba con el Real Madrid. Lo hizo en dos ocasiones, porque el chico gustaba, pero había algo que no cuadraba. Entonces, Vicente del Bosque, responsable de la cantera, desestimó su contratación. «No lo ficharon por bajito», narran aquellos que estaban dentro, entre bambalinas, y conocen la historia. Hoy, Silva (1’71m) es internacional con España, titular en todas las conquistas de la selección en su mejor época histórica. Jugó en el Valencia, que lo traspasó al Manchester City, donde ha logrado una carrera individual envidiable.

Jordi Alba (Barcelona/Barcelona): Jordi Alba hoy juega en el equipo que le rechazó. Y todo pudo ser igual, pero sin pagar un pastizal, de no haber sido por su altura, que para ser sinceros no ha cambiado mucho. Jordi Alba llegó a la Masía con 9 años y salió de ella con 16 al Cornellá. Era un extremo muy rápido, muy hábil, eléctrico y vertical. Pero no daba la talla en términos físicos. Tras una temporada fuera del Barcelona fue firmado por el Valencia y poco a poco fue quemando etapas hasta llegar al primer equipo, retrasando su posición de extremo a lateral zurdo. En 2012, siete años después de abandonar La Masía, Jordi Alba volvió al Barcelona, que pagó 14 millones de euros por sus servicios. Desde entonces, Alba (1’70m) no ha parado de ganar títulos. Aunque lo que no ha ganado mucho, son centímetros.

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