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Fórmula 1

Ferrari, dieciocho meses después

Terminaba el primer Gran Premio de Fórmula 1 del año en el circuito Albert Park de Melbourne, y las canciones de Michael Jackson todavía sonaban fuerte en el box de Ferrari, aunque el equipo italiano ya recogía sus bolsones de herramientas.

Parece bastante obvio que la primera victoria de Ferrari en 18 meses, cortesía del alemán Sebastian Vettel, llenó a la escudería del «Cavallino Rampante» de una confianza necesaria.

Tras la carrera, el propio Vettel, que también cortaba una sequía personal de victorias, no podía ocultar la sonrisa. «Por suerte este es el inicio de una gran historia de amor», dijo el alemán cuando le preguntaron si estaba feliz con el bólido que Ferrari utilizará este año, que él nombró «Gina».

Vettel describió su segunda victoria en Melbourne como «muy excepcional», sobre todo tras una temporada pasada sin triunfos. Si bien el alemán confía desde los ensayos de pretemporada que el SD70H podrá desafiar a los Mercedes, también admitió en la conferencia de prensa posterior a la victoria que tuvo suerte con la táctica de paradas el domingo, y que Lewis Hamilton, con quien peleaba el liderato de la carrera, se llevó la peor parte.

«Fui capaz de mantener la presión sobre Lewis, que entró primero con el riesgo de toparse con tráfico, y fue lo que pasó. Desde luego, eso jugó a nuestro favor». El británico, por su parte, afirmó que se vio obligado a entrar a los pits tras sentir problemas con sus neumáticos.

«Tenía problemas con el agarre desde el arranque, y Sebastián siempre fue capaz de responder en términos de tiempos de vuelta», explicó.

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«La diferencia disminuía y ya estaba deslizándome, entonces era mi momento, porque de otro modo él también me habría alcanzado», añadió el tres veces campeón del mundo.

El cambio a los neumáticos blandos tomó 22 segundos pero cuando volvió a la pista, se vio atascado detrás del Red Bull del holandés Max Verstappen, al que no pudo adelantar.

«Obviamente, me atasqué en cierto tráfico, lo cual fue infortunado, pero así son las carreras», afirmó el británico. El jefe de deporte de Mercedes, Toto Wolff, admitió que la decisión de cuándo hacer la parada era complicada.

«Con todos los riesgos obvios de volver con tráfico, tomamos la decisión de que entrara. Estábamos realmente entre la espada y la pared, y lo hicimos así. Pero Ferrari respondió muy bien«, señaló.

«Ahora, el trabajo para nosotros es sacar las lecciones de esta carrera, comprender por qué no pudimos rendir al máximo», reconoció. Ambos pilotos de Mercedes afirmaron que fue difícil adelantar en la carrera. Hamilton incluso llegó a decir que ese podría ser un problema el resto de la temporada.

«Por desgracia, es más difícil que nunca acercarse a los autos. Es una pena que no podamos tener una batalla más cercana, pero quién sabe, tal vez en el futuro podramos», dijo el tricampeón mundial.

Su compañero, el finlandés Valtteri Bottas, que terminó tercero, afirmó que los bólidos más anchos de esta temporada, con alerones delanteros recientemente diseñados, tienen la culpa.

«Los autos son más anchos, entonces hay más aire turbulento… en las curvas, es más difícil seguir. Obviamente, tienes un mayor rebufo en las rectas, pero si no puedes seguir el ritmo en las curvas es difícil obtener un rebufo», explicó.

Al margen de los problemas de adelantamiento, que no se resolverán para la segunda carrera del año, el próximo 9 de abril en Shanghái, Mercedes buscará al menos terminar primero que Ferrari.

Quizá entonces Michael Jackson suene también del lado de las «flechas de plata».

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