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Lluís Cortés: “En el fútbol, y en la vida en general, estamos encarcelados en la inmediatez”

Conquistó la Champions con el FC Barcelona en 2021, logrando un triplete histórico. Un hito que trascendió más allá del éxito del club. Con ello, llevó al fútbol español a otro estatus. Tras salir de la entidad blaugrana, Lluís Cortés se encuentra actualmente a cargo de la Selección femenina de Ucrania. Mientras se encontraba trabajando en la próxima ventana FIFA, nos atendió en nuestro canal de Twitch para hablar sobre sus éxitos con el Barça, su presente profesional y poner en valor los avances del fútbol femenino. En estas líneas encontrarás algunos extractos de la entrevista:

Sobre el evidente crecimiento del fútbol femenino, decía Alexia Putellas en Players’ Tribune que “la demanda supera la oferta”

Totalmente. El fútbol femenino ha crecido mucho en muy poco tiempo Es muy bueno para muchas cosas, pero para muchas otras hay que reajustar. Llevo en el fútbol femenino desde los 17 años y he trabajado en todos los niveles. Hemos ganado la Champions con el Barça, pero también he estado en un campo de tierra con 20 aficionados. Conozco un poco las diferentes caras de la pirámide. Hablamos de que ha crecido el fútbol femenino pero, ¿qué parte ha crecido?. ¿Ha crecido en todas las partes o solo en las pequeñas? Tenemos que ir consolidando estos cambios y esas mejorías. Porque si solo crece el nivel de las jugadoras pero los salarios o las condiciones de trabajo no, tampoco vamos bien. Hay que ir creciendo todos de la mano y al mismo ritmo

Hay una tendencia a decir que la superioridad del Barça no es buena para la competición. ¿Qué opinas acerca de esto?

Yo creo que no es bueno para la competición. Desde un punto de vista objetivo, no es bueno que un equipo gane cada día por seis, siete, ocho o diez. El día que te hace un mal partido, cuatro a cero. No es bueno para el Barça ni para el resto de equipos pero, ¿la culpa es del Barça? Para nada. El Barça está haciendo bien las cosas. Está marcando un camino a seguir y siendo un espejo donde mirarse. Y es un claro ejemplo que el año pasado sin tener el presupuesto más alto de Champions, ni de largo, se consiguió ganarla. Todo no es dinero. Más bien, ¿qué haces con ese dinero que tienes? Es cierto que el Barça tiene más recursos que todos los equipos de la liga en España, pero no tiene más recursos que todos los equipos en Europa. Y aun así ha ganado la Champions y apunta a que este año tengan muchas opciones de ganar. Es dónde y cómo inviertes ese dinero, las personas que integras en el proyecto y cómo lo desarrollas. Es cierto que esa superioridad en Liga no es buena, pero creo que todos tenemos que intentar ayudar a los otros clubes a acercarse al Barça y no que sea el Barça quien ponga el freno de mano.

¿Crees que esa paciencia está en los clubes que intentan replicar el modelo del Barça o crees que ya hay instaurada una exigencia como en el fútbol masculino?

En el fútbol, y en la vida en general, estamos encarcelados en la inmediatez. Todo lo queremos para ya. En el fútbol es lo mismo y se necesita tiempo, los proyectos lo necesitan. Es algo que todos tenemos que entender e introducir en nuestra forma de ser y de entender el deporte. Pero es muy difícil porque los directivos, los inversores o los propietarios de clubes quieren inmediatez y quieren ganar cosas hoy. No estamos acostumbrados a convivir con esa espera y paciencia. Creo que el Barça sí la tuvo para apostar por un proyecto a medio largo plazo.

Una base de paciencia y tiempo, pero hay un antes y un después tras la final de Budapest. ¿Qué cambio a partir de entonces para poder dar ese paso al frente en Europa?

Ese es el mejor ejemplo de conducta resiliente. Nadie quería que el Olympique nos pintara la cara como nos la pintó. ¿Qué actitud adoptas ante un hecho que, a priori, es negativo? Fue muy interesante porque el staff seguramente ya sabía qué teníamos que mejorar, pero queríamos que las jugadoras se manifestaran y creyeran en las mismas cosas que nosotros teníamos en nuestra hoja de ruta. Al día siguiente en el aeropuerto me reuní con las capitanas y la pregunta fue: ¿cómo lo habéis visto? Habían sido superiores, sobre todo, a nivel físico y condicional y se habían sentido arrolladas. A partir de aquí, entrenar lo condicional es lo más fácil. Se trata de entrenar más y mejor, pero requiere de un gran compromiso. Éste fue excelente por parte de las jugadoras, del staff y también del club, que nos apoyó al máximo en cuanto a horas de entreno, viajes, stages, condiciones, material de entrenamiento. Todos remamos en la misma dirección y de ahí el éxito.

Cuando cogiste al equipo, el Barça tenía muchas jugadoras extranjeras que no llegaban al nivel y no se apostaba tanto por la cantera. Contigo, este tipo de jugadoras han resultado esenciales y, a día de hoy, sigue sucediendo. ¿Hasta qué punto fuiste clave en esto?

Cuando cogí el equipo tuve claro que solo ficharíamos jugadoras extranjera que fueran realmente mejores a las que teníamos aquí o que aportaran algo muy distinto. Alexia no jugaba mucho en ese momento. Se trataba de empoderar a las jugadoras de casa que entienden el modelo, la idea,  que sienten los colores y que lo dan todo por este club. Y fichar de fuera jugadoras que aporten cosas  distintas a nivel de juego. Creo que es algo que se le va a dar continuidad. Tenemos que ser conscientes de que la Masia es muy importante y que fichar no siempre te garantiza éxitos.

Un compromiso de tal magnitud y ganarlo todo, ¿influye en creer que ha valido la pena pero también en reconocer que uno está saturado?

Decir que sí al alto rendimiento es decir que no a cosas muy sencillas. Lo asumes, pero tienes que ser capaz de decir que no al alto rendimiento en algún momento. Cada uno tiene que ser dueño de sus propias decisiones y decidir qué prioriza en cada momento de su vida Ese compromiso al 200% y meterse en un proyecto de esa magnitud hace renunciar a muchas cosas. Pero, además, el último año y medio con la pandemia fue durísimo. No podías planificar, te exigía cambiar muchas cosas, eran decisiones constantes improvisadas y, todo ello, limitando mucho las relaciones sociales. Nadie quería ser el primero en llevar el virus al equipo. Éramos muy pesados con el mensaje y como entrenador tienes que dar ejemplo. Así que yo dejé de ver a familia, amigos y todo eso me hizo pensar que quizá era el momento de apartarse y de coger algo que quizá no te llena más pero te permite convivir con muchas otras cosas

Fue un tema personal

Todo el tema personal es la razón principal. Pero también ves en el grupo que, después de un tiempo, cuando cada día tienes la misma persona explicándote cosas parecidas, misma charla, las mismas consignas y correcciones, puede ser que el mensaje ya no llegue igual en ambas direcciones. Vas hablando con varias personas y quizá ves que ya no es el mismo feeling que cuando coges al equipo y todas te creen y van al 200% con lo que tú dices. Estas cosas pasan en el fútbol y en el día a día de muchos equipos. Al final esto te reafirma a pensar que esta es la decisión que tienes que tomar. Ganar no desgasta, es muy bonito. Pero desgasta todo lo que hay detrás.

¿Dejáis la puerta abierta?

Sí. El Barça sabe que me tiene para lo que necesite, pero no para ser entrenador del primer equipo a corto plazo. Sales porque lo decides y necesitas un tiempo, pero saben que estoy y formo parte de esto. Me considero parte del proyecto y me alegro de todos los éxitos del club. Y creo que al revés también. Hay comunicación, que no es como antes, pero es constante. Hay la puerta abierta en ambas direcciones.

Ahora estás como seleccionador de Ucrania, una decisión que tomas por priorizar otras cosas. Has rechazado ofertas de equipos importantes. ¿Dónde te ves de aquí a uno o dos años?

Mi respuesta cuando llega la oferta de Ucrania es un no. Pero al final te sientas, valoras y negocias. La oferta es muy buena, no voy a engañar a nadie. Me dicen que sí a la condición de vivir en casa y a la opción de que si me llega una oferta que me pueda interesar pueda salir sin problemas. A la larga sí me veo entrenando a un club, es cierto, pero no sé el año que viene o dentro de dos. Yo tengo contrato con Ucrania hasta 2023 mínimo y con la opción de extender dos años más si las dos partes lo creemos. Ahora pienso en mi día a día y esto es lo que quiero. Poder estar en casa, poder trabajar en lo que me gusta, poder seguir dando clase en algunas universidades, algunas charlas con empresas. Ahora soy feliz, puedo hacer lo que quiera cuando quiera y me apetece esto. ¿Quizá dentro de dos meses igual estoy que necesito el día a día del club? Igual sí pero, de momento, estoy muy bien. Y más en una Selección como la de Ucrania, donde tenemos mucho margen de mejora y sin presión de resultados.

¿Cuál es tu visión, con toda tu experiencia, de aquí a 10 años del fútbol femenino?

Es complicado hacer una prospección de cómo estará el futbol femenino en unos años. Creo que ahora estamos en muy buen momento. Lo que le pasa a Alexia creo que pasará cada vez a más jugadoras, pero que la gente se olvide de que llegaremos al fútbol masculino. Ese no tiene que ser nunca el objetivo del fútbol femenino, el igualarnos o el compararnos. Yo era muy pesado con las jugadoras y les decía: no os comparéis. Tenemos que luchar por lo mejor para nosotras sin compararnos, porque de lo contrario siempre tendremos esa sensación de frustración e inferioridad porque es algo que no conseguiremos nunca. Cobrar 15millones de euros al año, por ejemplo, creo que no llegará nunca. ¡Ojalá! Tenemos que ser más realistas, pero tampoco pensábamos que llegaría nunca que el Barça femenino jugaría en el Camp Nou y llenaría el campo vendiendo todas las entradas. No sé cómo estaremos, pero sí creo que no tenemos que compararnos y seguir haciendo nuestro camino construyendo y creciendo. Ojalá muchas cosas estén resultas en diez años.


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Imagen de cabecera: @uafwomen

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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