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Polideportivo

Electrofitness, ¿un engaño más?

Los rayos de sol , el calor que empieza asomar y la gente llevando el abrigo en brazos indican que la primavera está a punto de llegar. Las terrazas son usadas tímidamente  y se cambia el café calentito por la «cervecita». Ese sonido del hielo al tocar con el vaso y las risas de fondo que acompaña el buen tiempo. El buen humor asoma y las calles empiezan a abarrotarse. Llega el problema de todos los años: el verano está a la vuelta de la esquina y todos quieren lucir el mejor palmito. Los gimnasios empiezan a parecer latas que tienes que tener cuidado al abrirlas ya que se puede derramar todo el líquido de lo lleno que está. Las salas de fitness son el destino de muchos «deportistas» durante horas para quemar esa grasa acumulada durante el año. Te puedes hasta resbalar de las gotas de sudor que caen de la piel. Pronto ponen el cartel de «Cuidado. Recién sudado». Y no es para menos, miles de personas se matan los dos últimos meses antes de que abran las piscinas y se enfunden el bañador que realce su figura para que  los vecinos se mueran de envidia.

La otra cara de la moneda es el negocio que supone la desesperación de las personas por tener el cuerpo perfecto. En España hay 4.600 gimnasios abiertos y 6,4 millones de personas que realizan deporte, según FitSeven, suponiendo un gran negocio. España está entre los 10 países que más explotan el mercado del gimnasio ocupando la décima posición frente a Estados Unidos, líder del sector con 30.500 gimnasios y 50,2 millones de personas que realizan deporte, según FitSeven. . Y si, además, ofreces una actividad alentando una figura envidiable en tan solo 20 minutos a la semana acudirán como buitres. Muchos son los gimnasios que están incorporando en sus instalaciones el chaleco de electroestimulación, una técnica basada en un equipo de entrenamiento específico, del que parten unos electrodos que se colocan estratégicamente en distintos puntos del cuerpo, y que emplea impulsos eléctricos para provocar trabajo muscular con frecuencias determinadas que potencian la intensidad de cada ejercicio realizado como si estuviéramos haciendo un esfuerzo extra. Los impulsos eléctricos permiten que el músculo reciba mayor estímulo, lo que aumenta la tensión y provoca que el entrenamiento sea más eficaz. Y funciona, ya ves que sí funciona. Fuera quedaron las pesitas de colores, las máquinas de cardio y los TRX. Ahora con cuatro cables enganchados a tu cuerpo con un chaleco y un mínimo esfuerzo guiado por un monitor durante 20 minutos equivale a una hora de ejercicio convencional. The Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos, país pionero en el deporte, prohíbe dicha actividad al calificarlo como publicidad engañosa en aquellos casos en los que prometía pérdida de grasa localizada o mejoras de fuerza. En países como Estados Unidos no se utiliza. Se utiliza bastante en España y, sobre todo, en Alemania que es la cuna de donde viene la electrofitness, comenta Sara Tabares, Directora de Performa, centro de entrenamiento personal y colaboradora de la sección de Salud en Cadena SER Valencia.

«¿Un negocio? Todo el mundo es libre de hacer un negocio de algo que parezca una tendencia. Pero, ¿hasta qué punto jugamos con la salud de la gente?. Éste tipo de técnica está desaconsejada para personas que tienen hipertensión, para pacientes que tienen miopatías o algún tipo de cardiopatía. Y muchas veces  cuando tú entras en un centro de electrofitness, no encuentras que se te haga ésta advertencia».

La respuesta a esta nueva moda la tiene la ciencia. Un doctor lleva estudiando las consecuencias del uso del chaleco durante los últimos 15 años. Es el hombre perfecto para responder a cualquier duda sobre dicha técnica. Su nombre me hace comprobarlo cada vez que necesito escribirlo- como ahora-, Nicola Maffiuletti. Italiano de nacimiento que vive en Francia y trabaja en Suiza. Sus estudios le han llevado a comprender que «si tienes un daño muscular no resulta un gran problema porque a los cinco o diez días tras el entrenamiento se puede curar. El problema viene por el flujo renal porque al tener una insuficiencia renal generada por el daño muscular supone un gran peligro.»

Los gimnasios se suman a esta iniciativa para no quedarse atrás. Existe uno situado en una urbanización residencial, llamada Parque Coimbra, al Sur de Madrid donde no existen los semáforos, los ruidos de la capital ni caras desconocidas. Gimnasio Cobra, se llama. Al ser un vecindario, el gimnasio supone un lugar de encuentro. Tres pistas de pádel que puedes ver a la gente jugar mientras haces ejercicio dentro debido a la gran cristalera que recorre el edificio de una planta. Entras y a la izquierda tienes un bar y con un giro leve a la derecha encontrarás los tornos para pasar con tu tarjeta de socio. Al entrar , dejas atrás la recepción y el centro estético. Sigues caminado y a la izquierda puedes cortarte el pelo y si no ha llegado la hora de decir adiós a la greñas encontrarás los vestuarios. Si eres chica tendrás que andar un poco más. A estas horas hace un mes no había tanta gente, cómo se nota que llega el verano. Siete máquinas de cinta, cinco de elíptica, una zona llena de máquinas para ejercitar los glúteos y piernas y la zona de pesas. Hay tres salas más para hacer diferentes actividades como yoga, body pump, spinning,etc. Una vez acabada la sesión, puedes refrescarte en la piscina olímpica e ir al spa atravesando los vestuarios. Un gimnasio que pocos se pueden permitir ya que cuesta ¡ 59,90 euros! Vamos, que 60 euros. Pero una máquina se ha «colado» en los últimos años : el chaleco de electroestimulación junto con un monitor.

Rafael, el Director del gimnasio Cobra, asegura que «nadie que sepa realmente los efectos del chaleco deja de entrenar porque es algo complementario. La mayoría de los gimnasios que tienen dicha actividad es porque tienen un contrato con un centro especializado. En este caso, es el centro médico estético quien lo lleva. Si ellos van bien significa que el gimnasio va bien. Al final, si al mes tienen una buen clientela y, por ello, una buena facturación conseguirán pagar el alquiler y el nivel de felicidad estará alto. Todo ello supone una gran relación. Todo suma». Una industria a la que todo el mundo se sube al carro. Las tendencias mueven montañas donde todos reman juntos y coordinados en el mismo río.

Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer

Muchos son los de no me saques de sota, caballo y rey. Eso de que se enfunden un chaleco lleno de cables y poder protagonizar la próxima película de Yo, Robot como que no les convence. Mientras ejercitan sus preciados bíceps a la par que enamorados, observan desde la distancia la nueva moda que lleva más de diez años en España y que ahora todo el mundo conoce.

El 75% de los hombres dedica las horas del gimnasio a desarrollar sus bíceps, hombros y, cómo no, a ensanchar la espalda. Objetivo: armario empotrado. Una pena que se les olvide que las piernas deben ir a la par si no pareces un «hombre croissant». Tan solo un 20 % dedica su tiempo a ejercitarlas.

Sergio López ejercitando el pectoral en la zona de pesas del gimnasio Cobra

No contemplan la idea de compaginar gimnasio con la técnica de electroestimulación. Al ser un entrenamiento muy continuo, puede ser comparado con una hora de entrenamiento en un gimnasio convencional, pero al ser una vez a la semana, no es comparable a cuatro días de gimnasio, comenta Sergio casi sin aliento tras las series realizadas con 40 kg en cada brazo. Pero, es una actividad más que el gimnasio oferta. Eso sí, no viene incluido al inscribirse en el centro deportivo. Si quieres probar deberás pagar 300 euros por 10 bonos de 20 minutos cada sesión. Al ser un centro ligado al gimnasio hacen uso del material que hay por la sala ya que lo hacen de cara al público. En muchas ocasiones, utilizan el material de la zona de musculación. Deberían habilitar una sala especial para que ellos tuvieran un espacio donde pudieran realizar sus ejercicios. ¿Es una estrategia? ¿Marketing? Todo tiene un porqué. Nos posicionamos , dentro de lo que es el fitness, en un elemento de entrenamiento que es viable y novedoso. Una opción más para todos los clientes que entran por la puerta del polideportivo. Una novedad que el Director quiere exprimir al máximo. Y si a sus clientes no les importa aprovechará todo aquello que esté en sus manos.

Ya se van haciendo un hueco, la moda se hace viral

¿Funciona igual un centro exclusivo de electrofitness a uno que esté dentro de un gimnasio? A nivel técnico funcionan todos por igual . Pero, la sensación de agobio en un gimnasio vestido con ese chaleco mientras todos te miran debe suponer una incomodidad. Nada que ver con el centro de electroestimulación situado en Alcorcón. Un centro pequeño y acogedor en una zona nueva del barrio situado al Sur de Madrid. Un boom que muchos se están lanzando a dejar su granito de arena; aunque, mucho hay que cavar para formar una montaña. «

Un amigo mío abrió doce centros de electroestimulación. Ha tenido que cerrar todos». No tuvo tan mala suerte Andrés, que a pesar de la experiencia de su amigo, es monitor de electroestimulación en el centro Precission Fitness en Alcorcón. Hemos duplicado este mes las inscripciones en comparación con un mes normal. Y es que, no solo el sol aprieta en verano. La gente apura hasta el último mes para cuando llegue la estación más calurosa del año y lucir . El monedero se exprime cual limón para el granizado y los monitores duplican sus horas. Al ver que no llegan a conseguir ese cuerpo deseado en tan poco tiempo, recurren al que hacen llamar «milagro». No es ninguna varita mágica de quema grasas. Si tu vas 20 minutos a la semana y luego te tiras una semana en el sofá, es imposible. Es una actividad complementaria. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo puede realizar este tipo de ejercicio. Nosotros lo que hacemos con el traje de electroestimulación es activar 350 músculos por sesión. Convertimos, por así decir, lo que sería un entrenamiento normal en un entrenamiento de alta intensidad».

Mientras que otros se quedan con el gimnasio, otras se decantan por el chaleco «el gimnasio ha sido un fracaso ya que no era constante. De esta manera , una vez a la semana y durante 20 minutos estoy notando que es efectivo», comenta Sofía que ya va por la cuarta sesión. Aunque apunta que no me han comentado nada de las consecuencias negativas. Si hubiera sabido los riesgos a lo mejor no lo hubiera cogido. ¿O sí? Lo que sí es cierto es que la clave es entrenar ya sea con traje o sin traje. Si tú sientes que los músculos se van endureciendo pues te motivas más. Pero si ves que no hay resultados te desmotivas y lo acabas dejando. La cosa es hacer algo pero con intensidad. Lo mismo pasa al correr, es mejor subir una cuesta, parar y, luego, subir otra cuesta que correr en llano. El objetivo es esforzarse.

Andrés y Sofía durante una sesión de 20 minutos de eletroestimulación en Precission Fitness

 

LA CIENCIA ADVIERTE Y CASI SE QUEDA SIN AMIGA

«Tiene un riesgo a nivel muscular porque este tipo de entrenamiento es muy agresivo para esos tejidos y es un problema controlar la intensidad de la contracción cuando lo estimulas. El peligro es el daño muscular, sobre todo, por todos aquellos que no estén habituados a contractarse con la electroestimulación. También, tiene un riesgo para el corazón; aunque no es un riesgo claro porque no es fácil demostrar el riesgo que sufre el corazón con la corriente o cuando estimula un músculo superficial pequeño como el pectoral. Tú tienes un riesgo de difusión de corriente al músculo cardiaco». Nicola Maffiuletti, Doctor de la fisiología muscular que lleva estudiando las consecuencias de la electroestimulación desde hace 15 años.

Menudo susto se llevó Sofía al enterarse de la noticia. «Una amiga haciendo un ejercicio con el chaleco le dio un taquicardia. Se la llevaron al hospital y vieron que había tenido problemas en el corazón anteriormente prohibiéndole el uso del chaleco. Le dijeron que habían encontrado el problema a causa del chaleco». Afortunadamente está bien. Aún sabiendo lo ocurrido a su amiga continúa con la actividad. Tengo un poco de miedo y le pido al entrenador que no me ponga los electrodos pectorales para que no afecte al músculo del corazón. Aunque, pienso que no me va a tocar a mí.

«El problema de este tipo de enfermedades es debido a que los monitores no han tenido una formación previa ni tienen el graduado de ciencias de la actividad física y del deporte», asegura Andrés, monitor de electrofitness.

 

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