Atendiendo
a las quejas de Jacobo en el anterior capítulo de este peculiar
diario, un servidor se levantó más tarde de lo habitual para no
disturbar las horas de sueño del tinerfeño. Al ser cuatro personas
en el piso, cada una de ellas con sus manías, el equipo al completo
no salió a la calle hasta bien entrado el mediodía.
Bajo
el calor de la ducha, tuve la idea de grabar un vídeoblog para
Sphera Sports, un formato breve, pero distendido, que se pudiera
colgar en las redes, y cuyo objetivo no era otro que poner al día a
nuestros lectores de los detalles más esenciales que nos dejó la
primera jornada de la Copa (y las venideras). Antes de eso,
despejamos nuestras mentes y gargantas por la Playa de las Canteras,
un idílico rincón que posee en propiedad esta gran isla.
Pese
a que el resultado final (sonido al margen) fue notable, tuvimos que
echar mano de varias tomas para sacarlo a la luz. Con el reloj
amenazando, pusimos rumbo al Gran Canaria Arena, donde dos nuevos y
emocionantes cruces de cuartos de final nos esperaban. El ambiente
del pabellón era más especial si cabe respecto al jueves; mucha
culpa de ello tiene que el Gran Canaria, equipo anfitrión, debutase
ante una de las sorpresas de la temporada, Montakit Fuenlabrada.
La
afición insular tenía en mente dos recuerdos bien distintos de esta
competición. El primero, negro y tristón, cuando el equipo cayó en
cuartos ante el Joventut en los cuartos de final del 2015, año en el
que también acogieron este evento. Si había un choque que podía
tener un favorito más claro, era éste. Las razones tenían nombre y
apellido: Marko Popovic y Blagota Sekulic. Dos de los pilares del
equipo madrileño causaban baja por problemas físicos.
Crónica
de una derrota anunciada. Los chicos de Néstor García dieron la
cara en la primera parte, llevando el marcador a un tanteo muy alto
(58-52 para los locales), pero en la segunda mitad sufrieron el fondo
de armario de los canariones, que tuvieron en Pablo Aguilar y Nikola
Radicevic un necesario arsenal ofensivo. Al final, el conjunto
pío-pío ganó (107-92) y se coló en las semifinales, haciendo
borrón y cuenta nueva de la pesadilla copera del 2015.
El
partido estrella, sobre el papel y tras ver el sorteo de la Copa, era
el Baskonia-FC Barcelona. Dudas, talento y muchas cuentas pendientes.
Servidor, como culé penitente que soy, enfocaba el choque con menos
esperanzas que un condenado a galeras. Pero la Copa es la Copa,
cualquier cosa puede suceder. ¿Efecto Pesic o autoridad vitoriana?
El
encuentro fue un absoluto espectáculo. Se lo llevó el Barça
(94-90), que supo competir como nunca esta temporada y doblegó a un
Baskonia que lo dio todo. Qué bonita es la Copa. El cadáver culé
vive para luchar un día más. Las semifinales del sábado tienen
claro sello isleño: CB Canarias-Real Madrid y Gran Canaria-FC
Barcelona.
La
isla sueña, y tiene razones para ello. Una final canaria sería
preciosa para el baloncesto patrio, pero no será nada fácil. Lo
tendrá más complicado el club tinerfeño, pues la experiencia y
dinámica del equipo de Laso en estos partidos tan trascendentales
puede declinar la balanza, calidad al margen claro. Por parte del
anfitrión, su larga rotación y el ímpetu competitivo les puede
llevar de nuevo a una final ante un Barça que, tras salir del
cementerio, es más peligroso que nunca.
Contentas
las dos partes del dúo con la suerte que depararon los cuartos de
final, nos pareció de recibo salir a celebrarlo por la isla, dejando
en manos del destino el devenir de las semifinales. Nos perdimos el
primer evento del All-Star de Los Ángeles, que no es otro que el
partido entre novatos de primer y segundo año a un lado y otro del
Atlántico.
Tocó
grabar el segundo vídeo del día, tratando de explicar qué ha
pasado en el Gran Canaria Arena en una jornada tan bonita y
emocionante. Una cena de postín, bien regada por un vino de
categoría, un postre suculento y unos bailes bajo la luz de la luna.
Que nos perdonen nuestras ojeras, pero vamos a ser infieles a la
mejor liga del mundo, aunque sea por una noche.
De
vuelta al piso, un grupo de aficionados baskonistas salió al paso.
Eliminados a las primeras de cambio, sí, pero siempre fieles a sus
colores y con ganas de pasarlo bien. Esto es el baloncesto, esto es
la Copa. Como fin a este día tan demoledor y apasionante, el abrazo
cálido del sofá cama me atrapó.
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